Martes, 03 de febrero de 2015
Hola Adriana. Como mi colega anterior mencionó, no aclaras o especificas qué es lo peligroso de la relación en la que te encuentras, por lo que mucho de lo que menciono serán sólo conjeturas. Entiendo por posesividad una relación marcada por los celos, la desconfianza y probablemente las recriminaciones por una supuesta falta de honestidad o de compromiso. En mi experiencia clínica, he visto que las relaciones posesivas suelen ser de alguno de estos dos tipos: una donde uno de los miembros de la pareja (usualmente el hombre) ve a su cónyuge como una propiedad más a la que debe mantener vigilada, con un fuerte desequilibrio de poder, ya que esta persona funciona bajo la premisa de la prepotencia (es decir la necesidad de imponer su punto de vista y sus deseos), teniendo poca consideración por los sentimientos e ideas del otro. Esta dinámica suele estar cargada de agresión verbal, conductas de intimidación, agresión psicológica y, a la larga, de agresión física. El otro tipo de relación posesiva que me encuentro es cuando una persona (usualmente la mujer) debido a factores sociales, culturales, psicológicos y familiares, presenta un fuerte sentimiento de dependencia hacia su pareja. El miedo a perder a su compañero (y a las amenazas de sentirse sola, vulnerable y expuesta a los peligros del mundo) crea una dinámica con frecuentes comportamientos destinados a conocer cada emoción, sentimiento y movimiento de la pareja, con el fin de alejar la sensación de peligro. Así, si la pareja parece estar haciendo algo que "sugiera" que desea abandonar la relación, se activa una especie de alarma. Esta suele ser una dinámica cargada de chantajes y discusiones donde la pareja intenta demostrar (a veces sin éxito) que aún tiene interés y está comprometido con la relación. Para romper ambas dinámicas es útil el apoyo terapéutico, pues la pareja debe aprender a romper con el círculo vicioso en el que suelen caer. Además, deben aprender a modificar su comunicación para eliminar las agresiones. Si el conflicto ya es muy grave y han existido agresiones físicas, lo primero es garantizar la integridad física de la persona agredida, ya que no es recomendable iniciar una terapia de pareja cuando existen antecedentes de violencia, por el riesgo que puede implicar. No sé si lo que te menciono se parezca en algo a lo que estás experimentando. Como mencioné al inicio , son conjeturas. Cualquier duda, comentario o debate, puedes escribirnos a nuestro correo donde con gusto te responderemos.