Lunes, 01 de diciembre de 2014
Cuando una pareja llega a su fin, algunos optan por terminar la relación en paz y armonía, sobre todo si hay hijos de por medio. Pero en muchos casos, el divorcio termina desatando una batalla campal entre ambas partes donde parecería que termina ganando el que más daño le puede provocar al otro. "Cuando se decide un divorcio, en la mayoría de los casos el rompimiento se dio dentro del matrimonio y desde tiempo atrás. Así que la vida te pone en una situación inmejorable para hacer nuevas cosas y mejorar como persona, como pareja, como madre o padre. Es una cuestión de decisión personal y no por el destino o la mala suerte" "Desde pequeños nos enseñan cómo llevar una relación sana, larga y superando adversidades, pero no se nos comenta qué hacer si la relación no funciona y llega a su fin. "Mantener una actitud positiva es fundamental para evolucionar a una mejor calidad de vida personal, familiar y social. Se nos dice y educa asegurando que una crisis, como en el caso de un divorcio, es situación terrible, algo malo que nos arruinará la vida. Y puede serlo si tu así lo decides; mantén una actitud positiva ante la vida, todo lo que te pasa y las decisiones que tomes en su momento son para mejorar. Una de ellas es la separación de una persona que resultó no ser lo que esperabas. Revisa los recursos que tienes y no los que no tienes: se te abrirá un abanico de posibilidades que ni lo imaginas".