Jueves, 27 de noviembre de 2014
Hola Leonardo,
La capacidad de autorregulación los niños la suelen adquirir alrededor de los 3 años, cuando ya están capacitados para interiorizar la experiencia externa y actuar según ella.
Por ejemplo,a un niño de un año no tiene sentido que le digamos "no cojas el jarrón que se puede romper" porque no es capaz de interiorizar eso y actuar sin romperlo sin la presencia y ayuda de los papás. No porque sea un destructor sino porque al año el niño adquiere el control de sus movimientos a través de la experimentación, y un jarrón es una oportunidad nueva de experimentar.
A los dos años se lo podemos decir pero debemos estar cerca porque a esa edad -más o menos- adquiere el autocontrol, que es la capacidad de controlarse con ayuda externa. El niño de un año, por mucho que le digamos que no rompa el jarrón, si lo tiene a mano, no será capaz de inhibir y querrá probar por lo que deberemos cogerlo y controlarlo nosotros (adultos, cuidadores, padres). El niño de dos años ya tiene la capacidad de que la orden de los papás permanezca un tiempo en su cabeza y es capaz de inhibir su deseo de exploración o curiosidad durante un tiempo. Pero necesita aún de nosotros para recordarle que puede y que no puede hacer. Es habitual que le digamos "ya te dije que si jugabas con el jarrón lo podías romper".
El niño a los tres años empieza a autorregularse, es decir, a interiorizar la norma externa de que puedo y que no puedo hacer y actuar segun ella sin necesidad de recordársela constantemente. Esta capacidad se empieza a dominar en torno a los 3-4 años y se consolida y se domina en torno a los 5-6 años,momento en el cual el niño es capaz de autogestionarse solo, o por lo menos debería estar en condiciones para hacerlo. De ahí, que en la escuela a los 6 años les exijan más quietud, y más horas sentados y de trabajo que antes en infantil no les pedían, porque sus necesidades motrices eran mayores que su capacidad para manejarlas por sí mismos.
Estas reacciones violentas pueden hablar de una pobre capacidad de control y autorregulación, bien por una crianza poco constante, predecible, sintónica y consistente por parte de los cuidadores principales (por ejemplo, tener muchas figuras de cuidados en sus años iniciales o haber sido cuidado en una institución, como el caso de los niños adoptados, donde a veces encontramos esta falta de control en la preadolescencia por una falta de modelaje y moldeado sintónico en su infancia en los tres primeros años), de una baja tolerancia a la frustración (cualquier fracaso,negativa o contradicción le lleva a perder el control) o de ambas, haber vivido situaciones de violencia en sus primeros años, directa o indirectamente (los niños adquieren de los padres los modelos de respuesta que ellos utilizan a través de ver como ellos reaccionan ante determinadas situaciones), puede necesitar de un re-aprendizaje de autorregulación emocional (por tener un desarrollo más infantil o inmaduro) que le permita autogestionarse y también de su desarrollo moral (descartando si reta a la autoridad porque no la respeta -falla su desarrollo moral- o porque pierde el control -falla su autorregulación-. En el segundo caso suelen pedir perdón, darse cuenta de lo que han hecho y sentirse avergonzados, en el primero no, se suelen justificar, a veces de manera absurda, no asumen culpas ni responsabilidades, no reconocen la evidencia...).
También se debe descartar que haya factores ambientales que puedan afectar al chico (hablas de cambio de colegio, los cambios requieren adaptarse a nuevas situaciones y no todos tienen la misma capacidad para hacerlo, algunos lo hacen con sufrimiento, y a veces ese sufrimiento lo expresan con agresividad; separaciones, divorcio, cambio en sus rutinas, aparación de nuevas figuras -hermanito, abuela que se viene a vivir a casa...-)
Otra cosa a descartar es la presencia de eventos traumáticos en su itinerario vital (habitual en niños adoptados) y la presencia de un trastorno de apego desorganizado o inseguro que también podría explicar su comportamiento. E igualmente, las intervenciones, sean unas u otras las causas, serían distintas.