Viernes, 28 de noviembre de 2014
Hola Deudy. Parece que te estás presionando demasiado para olvidar. Exigirse uno mismo olvidar una infidelidad suele tener el efecto contrario, acrecienta el dolor. Imagina que vas caminando y de pronto tropiezas. En el intento por no caer tu pie se dobla y sientes un dolor intenso en el tobillo. Recuperas el equilibrio y conforme empiezas a caminar de nuevo te das cuenta que a cada paso el tobillo se inflama más y duele más. ¿Qué crees que sucedería si te obligaras a ti misma a no poner atención a ese dolor y seguir caminando como si nada hubiera pasado? Probablemente tu lesión empeoraría a niveles peligrosos para tu cuerpo. El dolor emocional tiene la misma función que el dolor físico: nos indica que algo no está bien. Si tienes un dolor emocional e intentas ignorarlo (olvidarlo) tu mente se encargará de recordarte que sigue estando presente hasta que hagas algo para intentar remediarlo. Socialmente se nos enseña a considerar el perdón como sinónimo de olvido. Esta idea es algo tremendamente nocivo. Perdonar no significa olvidar. Una infidelidad no se olvida, se supera. Que quiero decir con esto, bueno, si tienes alguna cicatriz entenderás a lo que me refiero. Una cicatriz es la huella que queda cuando algo nos ha lastimado. Es una herida que ha tomado tiempo en cerrar y ahora que la tocas ya no duele, incluso la puedes presionar y el dolor ha desaparecido. Pero hubo un tiempo en donde tocar esa herida aún causaba dolor, ya que no estaba lista para cerrar. Una infidelidad es similar. Es una herida emocional que necesita ser atendida para que no se "infecte". Hay que mantener la herida desinfectada de manera constante. Esto se logra a través del diálogo con la pareja y entendiendo qué factores contribuyeron para que fuera infiel. Finalmente, luego de cierto tiempo y trabajo conjunto, la herida ha cerrado. La cicatriz permanece, recuerdo de que alguna vez existió una herida, pero ahora ya no duele. De igual forma, el perdón es el último escalón de un proceso de varias etapas. Muchas personas creen que el perdón debe de ser el primer escalón, y cuando lo ven así, se obligan a sí mismas a tener que ignorar su dolor, impidiendo con ello que la herida sane. De igual forma, mientras más tiempo haya durado la infidelidad, más cosas serán las que se tengan que hablar y tratar. Es un proceso complejo, pero puede lograrse cuando hay voluntad de ambas partes, pero eso no significa que estés condenada a la infelicidad. No te abandones cuando más te necesitas. Dudas, comentarios y debates, puedes escribirnos a nuestro correo, donde con gusto te responderemos.