Sábado, 23 de mayo de 2020
Probablemente por hábitos y condicionamiento. Pero en usted está, como pareja, motivarlo a compartir conversaciones y temas de sus propias iniciativas. Incluso podrían hasta fantasear. Imaginar escenas o novedades, mientras esas no atenten a su bienestar y decisiones personales. Lo importante es que usted saque a su esposo de una obsesiva vinculación con la pornografía casera, que probablemente lo únio que hace es motivarlo y estimularlo. Cosa que talvés usted no lo estaría logrando. No lo censure, no siempre es una enfermedad ver pornografía. A veces estamos cargados de tantos prejuicios, que como pareja dejamos de motivarnos y entusiasmarnos por la otra persona, porque nuestra comunicación e iniciativas se han desgastado. No lo critique moralmente, que eso tampoco le ayuda.