Lunes, 24 de junio de 2019
Hola Gabriela. Cambiar un comportamiento implica todo un proceso. Una de las partes de dicho proceso es evaluar los pros y contras que se tendrán una vez alcanzado el cambio. Cuando cambiar se hace difícil, es porque creemos que existen algunas ventajas de pensar y actuar como lo hemos venido haciendo. En mi experiencia con parejas, lo que he observado es que los celos son la forma en que algunas personas aprendieron a mantener la "seguridad" de su vínculo y lo expresan en forma de enojo y como una especie de "orden" que comunica el mensaje de: así es como espero que te comportes para que yo no me sienta amenazado(a). Entonces, si yo no encuentro o no aprendo una manera menos impositiva de comunicarte mi sentir, es poco probable que mi comportamiento cambie, pues voy a sentir que en lugar de ayudarme, me están quitando la única manera que tengo para protegerme. Por ende, en una terapia de pareja, se busca que las personas reconozcan sus emociones y encuentren nuevas formas para expresarse que resulten menos dañinas para su vínculo, sin perder esa sensación de "protección". Como todo, la terapia de pareja no garantiza que el cambio vaya a suceder. Sin embargo hay factores que aumentan las probabilidades de un resultado exitoso. Esto se puede lograr cuando existe la suficiente disposición de los miembros de la pareja para trabajar en encontrar alternativas, y cuando el terapeuta tiene claridad sobre cuáles son las metas que cada uno espera obtener en caso de iniciar una terapia y cuánto acuerdo hay entre ellas. Espero esta información te resulte de utilidad. Saludos.