Martes, 14 de octubre de 2014
Hola Oriana. Desde mi enfoque, la probabilidad de éxito de una terapia de pareja depende en gran medida de que ambas personas concuerden en cuanto al objetivo que se persigue y de que ambas estén motivadas para trabajar por dicho objetivo. Es decir, si uno de los miembros de la pareja desea separarse mientras que el otro desea continuar, tener una terapia de pareja exitosa es casi imposible. ¿Por qué? Pues porque uno de los elementos necesarios para que exista conflicto es la oposición o incompatibilidad de objetivos. ¿Cómo disminuir el conflicto cuando hay incompatibilidad de intereses? Si existe oposición de objetivos, ¿cómo medir el éxito de una terapia de pareja? Alguno de los dos seguramente quedará inconforme. De ahí que, a veces, se haga distinción entre una "terapia de pareja" y una "terapia de divorcio". En el segundo caso, el objetivo de estas terapias es ayudar a la pareja a separarse de la manera menos traumática y agresiva posible. En otras ocasiones, se pueden programar un número breve de sesiones cuyo objetivo sea intentar resolver la oposición o la ambivalencia. Si tras ese período de tiempo esto no se logra, prácticamente no tiene mucho sentido tener un proceso de terapia de pareja más prolongado. Por tanto, y desde mi experiencia, la terapia de pareja puede ser útil, más no es infalible. Si deciden acudir con un terapeuta de pareja, él o ella evaluará qué tanto "están en el mismo canal", es decir, qué tanto ambos desean lo mismo. De igual forma, el terapeuta deberá medir qué tanto sus conocimientos y habilidades terapéuticas realmente resultarán de utilidad para la situación que la pareja vive. Espero que esta información te sea de utilidad. Suerte.