Jueves, 26 de julio de 2018
Hola Gabriel (o Gabriela si lo prefieres). Al hecho de sentir que mi identidad de género (la sensación subjetiva de sentirse hombre o mujer) no corresponde con las características físicas del cuerpo que poseo, se le conoce como Disforia de Género. Las leyes sobre cómo abordar la disforia de género desde lo legal, médico y psicológico pueden variar de país a país y hasta de ciudad en ciudad. En algunos lugares se han eliminado el apoyo psicológico y el proceso judicial como requisitos obligatorios para que una persona inicie un proceso de cambio de género. Sin embargo, esto no quiere decir que no sean de ayuda. Pero dejando por un momento de lado estos aspectos, es importante que tú llegues a definir qué tan intenso es tu deseo por empezar un proceso de cambio, así como qué tanto deseas cambiar. El nivel más sencillo de cambio implica básicamente aliño personal y vestimenta. Los niveles intermedios implican iniciar con tratamientos hormonales para generar ciertos cambios a nivel corporal, mientras que el mayor nivel sería la cirugía de reasignación que implica operar los genitales. Evidentemente, cualquiera de estos procesos va a implicar cambios en la vida social, además de que la persona puede llegar a exponerse al rechazo (e incluso agresiones) de las personas que le rodean. Por ende, este proceso suele generar altos niveles de estrés que pueden mermar su bienestar emocional. Lo más recomendable es que busques apoyo psicológico de un sexólogo que pueda acompañarte en el proceso (si es que decides dar el paso hacia el cambio) y que pueda orientarte sobre los pasos que se deben seguir, acorde a las regulaciones legales de la ciudad donde vives. Además de que podría ayudarte a encontrar la mejor forma de manejar la noticia con tu esposa. Espero mi comentario te sea de ayuda. Saludos