Jueves, 22 de marzo de 2018
Los niños muchas veces carecen de las palabras para poder expresar lo que sienten, por lo que muchas veces acceden a estados emocionales que no logran verbalizar. Generalmente, los cuidadores, tutores o padres del niño tienen la función de "espejar" lo que el niño siente, sirviendo de vehículo para la correcta expresión de los sentimientos de la criatura.
Sin embargo esto no siempre funciona, sea por la edad del infante o por su psiquismo que no le permite acceder de forma consciente a esta información. En estos casos se recurre al JUEGO, espacio lúdico donde el niño proyecta en el juego su problemática de vida. Mi consejo: Juegue con el niño, vea cuales son las situaciones que se aparecen en él. El trabajo con las emociones se debe dar en el MISMO ESPACIO LUDICO, y no fuera de él, para aprovechar esa instancia de proyecciones cabalmente.
Espero haber sido de ayuda!