Martes, 07 de octubre de 2014
Hola Ma. Elena. Antes de responder a su inquietud me gustaría reflexionara lo siguiente: ¿lo que usted pretende es que su hijo obedezca las reglas sin cuestionarlas (como lo hacen en la milicia), o desearía que su hijo sea capaz de comprender el valor oculto en cada una de las reglas para luego regir su conducta sin necesidad de que se le esté vigilando en cada momento? Todas las reglas tienen un valor de fondo que les da sentido. Por ejemplo, no pasarse una luz roja promueve los valores del orden y la seguridad. Si su hijo no sabe qué valores son los que hay detrás de las reglas en casa, es posible que las considere absurdas y no las acate. Si además usted intenta que su hijo siga las reglas sólo porque usted es la figura de autoridad, lo más probable es que lejos de ayudarle, esté promoviendo aún más la rebeldía. Entender y asumir una regla como propia lleva tiempo. Un adolescente debe descubrir el valor que hay detrás y tener experiencias que le reafirmen que hay un beneficio detrás de todo acción apegada a un valor. Si esto no se da, las reglas se vuelven palabras huecas. Si además no observa el ejemplo de sus padres en casa, se encuentra entonces con mensajes contradictorios, como por ejemplo, pegarle a un niño para enseñarle que la violencia está mal. Le invito a reflexionar qué clase de educación desea transmitir, qué clase de figura de autoridad se requiere para ese tipo de educación, reflexione qué cosas puede usted hacer para convertirse en ese tipo de figura de autoridad y finalmente haga equipo con su hijo. Suerte.