No aguanto mas necesito ayuda

Hola. Al leer tu mensaje, me doy cuenta de dos cosas que me parecen muy importantes: 1) sabes cuál es el problema que tienes; 2) sabes que necesitas hablar con alguien. Quizás en este momento estas dos cosas no te parezcan importantes. Sin embargo, lo son. Muchas personas desconocen cuál es el problema que les provoca sufrimiento. Por otro lado, hay quienes conocen su problema pero ignoran qué es lo que necesitan para resolverlo. Tú tienes esos dos grandes datos. Con esta información puedes avanzar, poco a poco, hasta encontrar una solución. Es importante que busques con quién hablar. Yo estoy en la Ciudad de México. Puedo ofrecerte una cita por Skype.

Estimada Merary Romo: Piensa que en esta vida todo tiene solución menos lo que tu dices que quieres hacer que es la "muerte". Siempre habrá en la vida situaciones que nos rebasan y nos ponen al borde del abismo. Estoy segura que tienes a personas que les importas mucho, principalmente tus padres. Piensa en el dolor que les causarías con una decisión de esta magnitud. Yo vivo en Monterrey, Nuevo León, puedes ponerme un correo a maricelarvizu@ hotmail.com y dime a que teléfono te puedo llamar y con gusto lo haré inmediatamente. Saludos, Lic. Maricela Arvizu Alejo, San Pedro Garza García, Nuevo León, México.

Hola Merary. Como bien dices, necesitas hablar con alguien. Ten en cuenta que siempre hay gente dispuesta a escuchar nuestras dificultades sin ningún tipo de apuro. Te animo a que busques dentro de tu círculo de amigos y familiares una persona de tu total confianza que veas que pueda escucharte. Un factor importante es la edad de la persona que escogerás que debe tener más experiencia que tú. También nosotros podemos convertirnos en tus confidentes y puedes contactarnos a contacto@rye.com.ec Aunque estamos ubicados en Guayaquil, las distancias no nos impiden ayudarte. Por interno, podríamos concretar una videollamada. Desde nuestra experiencia personal, y si perteneces a la religión católica, te animaríamos a buscar ayuda en personas mayores a ti, como mujeres religiosas o sacerdotes que puedan escucharte y aconsejarte.