Viernes, 06 de enero de 2017
Hola Estefanía. ¿Cuál sería tu reacción si yo intentara venderte una col haciéndola pasar por una lechuga? ¿La comprarías? Seguramente no, a menos que lo que realmente busques sea una lechuga o debido a que no pudieras distinguir una de la otra. Decir que ya no estoy mintiendo puede tratarse también de una mentira. El problema está en aprender a distinguir una verdad de una mentira. Si el único parámetro que tienes para medir la veracidad de lo que tu pareja dice está justamente en lo que dice, creo que hay una alta probabilidad de que termines comprando muchas coles cual si fueran lechugas. Hay que buscar otras fuentes de información, en este caso: ¿qué dicen sus actos y acciones? ¿Hay congruencia entre una y otra? Esto no quiere decir que tengas que volverte una detective o policía que lo esté vigilando constantemente (hacer eso sólo empeorará la situación). ¿Qué tan consciente está él del daño que sus mentiras han causado? ¿Su arrepentimiento parece sincero o sólo lo dice para tranquilizarte y evitar mayores conflictos? ¿Se ve con intenciones de querer reconstruir la confianza que alguna vez existió? Finalmente, si tienes dificultades para poder encontrar una manera que promueva el bienestar de la relación, sería útil que buscaran una terapia de pareja para salir adelante.