Martes, 05 de abril de 2016
El duelo en el adolescente tendrá una intensidad mayor o menor dependiendo del grado de intimidad y vinculación con las personas fallecidas, el tipo de relación que existía entre ellos y las circunstancias de la muerte.
Hay que tener en cuenta que los cambios y características propios de la edad hacen que éstos puedan reaccionar de manera diferente a los adultos. El adolescente tiene que hacer frente a la pérdida de un ser querido, al mismo tiempo que hace frente a todos los cambios, dificultades y conflictos propios de su edad. Aunque exteriormente parezca ya un adulto, el desarrollo del cuerpo no va siempre a la par con la madurez afectiva. Es por eso que puede necesitar mucho apoyo, comprensión y afecto para emprender el doloroso y difícil proceso de duelo.
En un proceso de duelo adolescente pueden verse comportamientos como:
Negación del dolor y alardes de fuerza y madurez
- Síntomas de depresión, dificultades para dormir, impaciencia, baja autoestima.
- Fracaso escolar o indiferencia hacia las actividades extraescolares.
- Deterioro de las relaciones familiares o con los amigos.
- Mencionar el suicidio como posibilidad de reencuentro con la persona fallecida.
- Conductas de riesgo: abuso del alcohol y otras drogas, peleas, relaciones sexuales sin medidas preventivas… Es por ésto que debe ser escuchado y se le debe prestar suficiente atención. Si algunos de éstos signos subsisten en un tiempo prolongado se debería consultar un profesional.