Psicología
“Vemos el mundo a través de nuestros propios complejos” Definitivamente esta frase te lleva a un rápido autoanálisis en el que posiblemente te preguntes si en tu caso la frase es afirmativa. En primer lugar, es importante definir “complejos”, el término proviene del Psicoanálisis y representa una forma de conducta, de comportarse. Para Freud, cada persona tendría sus complejos en alguna medida, por su parte, Jung los definía como un conjunto de ideas con una carga emocional muy elevada que nos pauta una forma de ser. En un sentido coloquial y no estrictamente técnico, se habla de una persona “acomplejada” cuando presenta una marcada disconformidad con alguno o varios aspectos físicos o psíquicos de su persona, estas inconformidades pueden llegar a afectar tanto a la persona que modifican su personalidad o forma de ser en torno a sus complejos.
Si bien es cierto que el ser humano por naturaleza suele ser inconforme, también es cierto que si se invierte demasiada energía en los aspectos de los que no se está conforme, se puede llegar a un estado en el que aquello te domine y controle el libre rumbo de tu vida, los complejos suelen ser mayormente físicos y a menudo se presentan en la adolescencia, esta etapa es decisiva en el desarrollo de la personalidad del individuo ya que la misma aún se está formando. Existen tres factores determinantes que pueden llevar a un adolescente a tener complejos y en muchos casos, a arrastrarlos hasta la adultez, en primer lugar la falta de autoconocimiento y aceptación, en segundo lugar, la susceptibilidad a las críticas de otras personas y en tercer lugar la autocrítica continua. Muchos adolescentes con estas características, hoy en día podrían ser adultos con complejos, complejos que determinan la forma en la que se comportan o actúan, personas invirtiendo más energía en recalcarse a sí mismo sus defectos que en resaltarse a diario sus virtudes.
Este tema sin duda alguna va muy ligado a la autoestima, muchas frases citan que el mundo te verá como tú te veas a ti mismo, y viéndolo desde esta perspectiva, así pasa con los complejos, mientras la persona esté más acomplejada con ese aspecto que le desagrada de sí misma, más intentará ocultarlo, logrando hacer absolutamente todo lo contrario de lo deseado, a menudo estos esfuerzos por hacer imperceptible lo que nos desagrada, nos lleva a comportamientos extraños haciendo que sea más notorio lo que se intenta ocultar.
Existen varios puntos que nos ayudan a superar los complejos, sin embargo se debe tener en cuenta que el cambio comienza consigo mismo, aceptándose, queriéndose, amándose y valorándose, invirtiendo más tiempo y energía en resaltar nuestras virtudes, mirándose al espejo y en vez de ver todo lo que nos desagrada desviar la mirada a lo que nos agrada de nosotros mismos, entender que cada ser humano es único y en la individualidad está la riqueza de la raza humana, entendiendo que todos tenemos virtudes y defectos y que ese conjunto es lo que nos hace ser quien somos.
Adjunto un video de un excelente experimento relacionado con este tema, es corto, no dejes de verlo.
Recuerda, “La mejor forma de superar los complejos es; Convivir plácidamente con ellos”
Lic. Jessica Jiménez
Psicóloga
2014
http://psicologajessica.wix.com/sitio