"Fuego y hielo". Así caracterizan algunos autores al estilo límite de personalidad. Los sujetos con este patrón de comportamiento viven todas las situaciones con la mayor intensidad. Tan pronto están en el cielo como pueden estar minutos después en el infierno. Tan pronto están adorando a su pareja como al minuto estar odiando. La intensidad e inestabilidad de las emociones de las mismas describen a grandes rasgos al estilo límite. Sus reacciones explosivas no tienen mucho que ver con los estímulos ambientales, sin embargo de ser así todavía son más intensos; pueden tener explosiones difíciles de controlar. Luego, al recordar la situación, se sienten mal y se arrepienten. Pero ese descontrol de las emociones y el arrepentimiento posterior volverá a pasar una y otra vez. Además el estilo límite necesita de las emociones para sentirse vivo. Necesita sentirse querido, necesita sentir la vida, sentir el sol cuando están en un estado emocional positivo y sentir la luna cuando están tristes. Suelen ser desinhibidos, animosos, alegres, al menos cuando están en un estado emocional positivo. Suelen demostrar lo que sienten y parece que frecuentemente exigen que los demás se comporten de la misma manera.
Trastorno Límite de la Personalidad. Fronterizo. Borderline
El estilo límite puede ser la alegría de la casa pero cuando se convierte en un trastorno puede acabar con la paciencia de la familia y pareja. Todo lo dicho arriba se vuelve mucho más extremo. El comportamiento se vuelve verdaderamente problemático tanto para el sujeto como para su entorno, apareciendo posibles comportamientos autolesivos e, incluso en algunos individuos, intentos de suicidio.