Martes, 16 de diciembre de 2014
davidsalinasterapeuta
Psicología
Psicología
Una infidelidad es uno de los eventos negativos más difíciles de superar por las personas y las parejas. Éso es cierto.
Sin embargo, lo anterior no implica que una infidelidad sea insuperable.
Continuar con la relación después de una infidelidad va a depender de las personas implicadas, su momento evolutivo y las circunstancias que les rodean. Creer que ninguna pareja bajo ninguna circunstancia es capaz de continuar con la relación después de una infidelidad, es una de las creencias tóxicas sobre el amor que está fuertemente consolidada en el ideario común y que puede provocar actitudes y comportamientos disfuncionales (es decir, que no sirven, no resuelven los problemas sino que los agravan) como la desconfianza y los celos, en el caso de esta creencia en concreto.
También es una de las "medias verdades" que trabajaremos este viernes 7 de Noviembre en una nueva edición del Taller "Desarmando a Cupido": eliminación de creencias tóxicas sobre el amor, al que te animo a asistir si estás en Málaga en esa fecha. Más información aquí.
El principal problema tras una infidelidad es que la confianza queda muy deteriorada. Es algo que los psicólogos tratamos de restablecer en la terapia de parejas. Porque hay parejas que a pesar del dolor que la sensación de traición les genera, encuentran motivos para superar el dolor, junto a la persona que se lo ha provocado. Se puede debatir mucho sobre ésto, estar de acuerdo, no estarlo... Pero está claro que los motivos de las personas, valga la redundancia, son personales, y hay que aceptar las diferencias individuales, es decir, asumir que no todos somos iguales, y por tanto no reaccionamos igual ante las adversidades. Además, un psicólogo no está para juzgar ni criticar a nadie, está para ayudar. Así que: ¡voy a tratar de ayudar a aquellas parejas que han pasado por una infidelidad y quieren superarlo! He aquí una serie de claves para ello:
- Examinar las causas. ¿Estábais pasando por un buen momento cuando pasó? ¿Tu pareja tenía motivos para sentirse ignorada, abandonada? ¿Hubo circunstancias que favorecieron la infidelidad, como el alcohol o el coqueteo de la tercera persona? No se trata de justificar el error, pero los que cometen errores tienen derecho a dar explicaciones.
- Y hablando de cometer errores... Aceptar que somos humanos. Y por lo tanto, cometemos errores. Si no existen personas perfectas, mucho más difícil que existan parejas perfectas. Cierto que una infidelidad puede significar un error muy grave, ¿pero estás dispuesto a perdonar? Si crees que no quizá te interesa leer la siguiente clave.
- El arrepentimiento y el perdón son virtudes humanas. ¿La cagaste? Bien, acéptalo, pide perdón, y trabaja las consecuencias. ¿Te hicieron daño? Si eres capaz de perdonar, no debes sentirte una persona estúpida o sumisa por hacerlo. El perdón nos vacía de rencor, y el rencor hace sentir peor a la persona que lo alberga que a quien va dirigido. Distinto es que tras ese perdón se decida continuar con la relación. Éso, insisto, es una cuestión personal.
- Libérate de la culpa. Y esto vale tanto para el que fue infiel (recuerda que todos podemos equivocarnos) como para la persona a la que fueron infiel, que puede sentirse culpable pensando que ella ha provocado la infidelidad por haber dejado de prestar atención a la otra persona, por haber perdido atractivo físico, culpable porque "ya no consigo que me quiera como antes"... La culpa es una emoción que, aunque inevitable y por lo tanto aceptable, no es facilitadora de comportamientos funcionales. Lo único que facilita es malestar e inacción.
Fotograma del relato 6º de Relatos Salvajes. |
Y si aún estáis obstinados en la idea de que una infidelidad es algo insuperable para las parejas (que vuelvo a insistir: no es que por narices haya que continuar después de una infidelidad; las personas y los momentos deciden), os recomiendo una película que quizá os cambiará el esquema mental al respecto. Se trata de Relatos Salvajes, una gran película argentina de humor negro, no fácil de digerir en cuanto a su contenido violento, pero que resulta ser una gratificante y divertida catársis de la ira, y que en su último capítulo aborda el proceso infidelidad-dolor-rencor-¿y el perdón?... de una manera bastante curiosa.
¡Que la disfrutéis, y espero veros en el taller!