Lunes, 05 de marzo de 2018
Psica
- Vigo, (España)
Psicología Técnicas Psicología Sexología Terapias Pareja Familia
La vida en pareja está en constante evolución, y no son pocos los desafíos que se presentan durante la misma: adaptación a las condiciones laborales, sociales, familiares… no sólo de una, ¡sino de dos personas!
Cambian las situaciones de vida en las que se desarrolla la pareja, y evolucionan los miembros de la misma; como consecuencia, surgen períodos difíciles y aparecen las dudas y la incertidumbre: “¿cuándo comenzamos a distanciarnos?, ¿por qué me ha fallado?, ¡siento que no me entiende! …” Las personas reaccionan, o bien intentando retomar la relación anterior a la crisis (realizando esfuerzos que no siempre proporcionan los resultados deseados) o aceptando (por inercia, pena, costumbre…) continuar en una relación que no resulta satisfactoria.
Ante una situación de malestar emocional, la terapia de pareja gestiona el conflicto: reconduciendo la crisis, mediando entre ambos miembros y, fundamentalmente, aportando pautas conductuales que mejoran la comunicación y restablecen el vínculo afectivo.
A alguna gente le resulta “abrumadora” la idea de acudir a un terapeuta especializado en conflictos de pareja, debido a que las imágenes mentales más cercanas que poseen son las referidas a series y películas en los que el terapeuta posee un rol poco activo y nada resolutivo. ¡Nada más lejos de la realidad! el profesional es un guía, un apoyo objetivo, que posee conocimientos basados en el método científico, y los emplea en beneficio de sus clientes.
Entonces… ¿En qué consisten las sesiones de terapia de pareja?
1ª Fase: Entrevista inicial y evaluación.
El psicólogo busca esclarecer las causas del deterioro comunicativo y emocional, indagando en aquellos factores que pudieron favorecer o avivar la crisis de pareja. Para ello, entrevistará a los miembros de la misma, empleando dos modalidades: grupal (pareja y terapeuta) e individual (terapeuta y un miembro de la pareja, alternativamente).
2ª Fase: Entrevista de devolución.
Se transmiten los resultados de la evaluación y se fijan los objetivos de manera conjunta (terapeuta y clientes), aportando información sobre las áreas más vulnerables a trabajar y los puntos fuertes o potencialidades de la pareja.
3ª Fase: Intervención.
Se abordan las problemáticas encontradas y se facilitan pautas para su correcta solución; Algunas de estas últimas serán llevadas a cabo fuera de sesión; son las llamadas: “tareas para casa”, que estarán ajustadas a las necesidades, el tiempo y las circunstancias vitales de la pareja. Al trabajar fuera de sesión, lo que se consigue es generar un espacio abierto a: la comunicación, el entendimiento, el afecto y la diversión, aumentando el tiempo de calidad y fortaleciendo el apego.
4ª Fase: Consultas de seguimiento y finalización.
Conforme se van alcanzando los objetivos terapéuticos, aumentan los intervalos temporales en lo que se emplaza a la pareja (p.ej. una sesión quincenal; posteriormente mensual; semestral, etc.), hasta finalizar la terapia. Los plazos aproximados para la consecución final, varían en cada caso específico, pero suelen rondar las 8-10 sesiones de media.
El tiempo invertido en la terapia de pareja es finito (8-10 sesiones), pero las estrategias aprendidas pasan a formar parte de las personas, por lo que perdurarán para siempre.
Psicología Técnicas Psicología Sexología Terapias Pareja Familia
¡Te contamos por qué funciona!
La vida en pareja está en constante evolución, y no son pocos los desafíos que se presentan durante la misma: adaptación a las condiciones laborales, sociales, familiares… no sólo de una, ¡sino de dos personas!
Cambian las situaciones de vida en las que se desarrolla la pareja, y evolucionan los miembros de la misma; como consecuencia, surgen períodos difíciles y aparecen las dudas y la incertidumbre: “¿cuándo comenzamos a distanciarnos?, ¿por qué me ha fallado?, ¡siento que no me entiende! …” Las personas reaccionan, o bien intentando retomar la relación anterior a la crisis (realizando esfuerzos que no siempre proporcionan los resultados deseados) o aceptando (por inercia, pena, costumbre…) continuar en una relación que no resulta satisfactoria.
Ante una situación de malestar emocional, la terapia de pareja gestiona el conflicto: reconduciendo la crisis, mediando entre ambos miembros y, fundamentalmente, aportando pautas conductuales que mejoran la comunicación y restablecen el vínculo afectivo.
A alguna gente le resulta “abrumadora” la idea de acudir a un terapeuta especializado en conflictos de pareja, debido a que las imágenes mentales más cercanas que poseen son las referidas a series y películas en los que el terapeuta posee un rol poco activo y nada resolutivo. ¡Nada más lejos de la realidad! el profesional es un guía, un apoyo objetivo, que posee conocimientos basados en el método científico, y los emplea en beneficio de sus clientes.
Entonces… ¿En qué consisten las sesiones de terapia de pareja?
1ª Fase: Entrevista inicial y evaluación.
El psicólogo busca esclarecer las causas del deterioro comunicativo y emocional, indagando en aquellos factores que pudieron favorecer o avivar la crisis de pareja. Para ello, entrevistará a los miembros de la misma, empleando dos modalidades: grupal (pareja y terapeuta) e individual (terapeuta y un miembro de la pareja, alternativamente).
2ª Fase: Entrevista de devolución.
Se transmiten los resultados de la evaluación y se fijan los objetivos de manera conjunta (terapeuta y clientes), aportando información sobre las áreas más vulnerables a trabajar y los puntos fuertes o potencialidades de la pareja.
3ª Fase: Intervención.
Se abordan las problemáticas encontradas y se facilitan pautas para su correcta solución; Algunas de estas últimas serán llevadas a cabo fuera de sesión; son las llamadas: “tareas para casa”, que estarán ajustadas a las necesidades, el tiempo y las circunstancias vitales de la pareja. Al trabajar fuera de sesión, lo que se consigue es generar un espacio abierto a: la comunicación, el entendimiento, el afecto y la diversión, aumentando el tiempo de calidad y fortaleciendo el apego.
4ª Fase: Consultas de seguimiento y finalización.
Conforme se van alcanzando los objetivos terapéuticos, aumentan los intervalos temporales en lo que se emplaza a la pareja (p.ej. una sesión quincenal; posteriormente mensual; semestral, etc.), hasta finalizar la terapia. Los plazos aproximados para la consecución final, varían en cada caso específico, pero suelen rondar las 8-10 sesiones de media.
El tiempo invertido en la terapia de pareja es finito (8-10 sesiones), pero las estrategias aprendidas pasan a formar parte de las personas, por lo que perdurarán para siempre.
“Nuestros problemas nunca se acaban, pero las soluciones tampoco” (Paulo Cohelo).