Psicología
Santo Tomás de Aquino, Platón, Kant, Aristóteles… se han mostrado contrarios a la idea del suicidio como algo lícito y no reprobable a lo largo de los tiempos. Por otro lado, figuras como D. Hume, Séneca o Voltaire, sí se han mostrado a favor del suicidio como un acto valiente y en ocasiones objetivamente necesario y justificado. No entraremos aquí a debatir cuestiones filosóficas del suicidio como acto moral o ético, simplemente los citaba por contextualizar un poco el tema.
Alfonso Fernández Tresguerres se pregunta si es posible considerar, en algunas ocasiones, el suicidio como un acto «normal» desde el punto de vista psicológico, y prudente, y, por tanto, admisible, desde una perspectiva ética o moral. En este artículo argumenta de una forma clara y sencilla (aunque no por ello menos rigurosa) el porqué de su opinión afirmativa a ésta pregunta. Decir que estoy de acuerdo con dicha argumentación aunque tenga cosas por decir:
Se ayuda de la figura antropológica que utiliza Gustavo Bueno para explicar desde el materialismo filosófico, lo que considera por “individuos flotantes”:
“Individuos flotantes serían «individuos –escribe Bueno– que dejan de estar asentados en la tierra firme de una personalidad ligada a un tejido de arquetipos regularmente interadaptados. Las individualidades flotantes resultarían de situaciones en las cuales desfallece, en un proporción significativa, la conexión entre los fines de muchos individuos y los planes o programas colectivos.”
Si bien puede ayudar a entender la naturaleza del suicidio, pienso que no es suficiente.
¿Es mayor el % de suicidio en “individuos flotantes” que en “individuos interadaptados (no flotantes)”? ¿Por qué no todos se suicidan?
Desconozco si se ha hecho un estudio sobre esto y de no ser así resultaría interesante, pero en psicología sabemos que se da el suicidio tanto en personas que llevan una vida ligada a los planes y programas colectivos, como en personas que no se adaptan, de alguna manera, a la sociedad actual. Por lo tanto, sería necesario ir más allá.
El suicidio es un hecho indisociable del contexto social, histórico, cultural y personal en relación con las propias capacidades psicológicas, físicas y sociales de una persona en un momento dado.
Sí afirmaría que algo común en estas personas es la poca flexibilidad psicológica para valorar diferentes salidas ante una misma situación y que puede ser producido por la carga psicológica que comporta el estar fusionado al contenido emocional de ciertos pensamientos y emociones a lo largo del tiempo.
Tresguerres también se pregunta si tal suspensión del instinto hacia la propia supervivencia puede llevarse a término sin algún tipo de alteración psicopatológica. Como bien apunta, nadie se quita la vida a no ser que no encuentre estrategias con las que hacer frente a las diferentes salidas que tiene en ese momento delante.
Es la evitación llevada al último extremo. Sin embargo hay que señalar que no es la persona la que está fallando y debe ser eliminada, sino sus estrategias para esa situación en ese contexto.
Carolina Vázquez Morocho