Lunes, 23 de enero de 2017
Mi Proyecto Sentido M.P.S.
- Alcala de Henares, (España)
Psicología
Los sueños, son como el humo de las chimeneas de las casas, se escapan y no sabemos que forma pueden llegar a alcanzar. Soñamos entre tres y cinco sueños de media todas las noches, otra cosa es que podamos recordarlos todos. El mero hecho de soñar es como una especie de catarsis y la mayoría de las veces, se nos presentan encriptados.
Desde la Gestalt, el trabajo con los sueños, consiste básicamente en la identificación de los símbolos, a través de las proyecciones en los objetos que aparecen en ellos. Como terapeuta, tengo la imposibilidad de sentir lo que sienten mis pacientes en sus sueños. Cuando trabajo sueños, es muy fácil no poner cosas nuestras en la interpretación de los demás. Por esta razón, me esfuerzo en ser muy neutral y objetivo en mi trabajo.
Ojala todas las mañanas al levantarnos, nos comunicásemos a través de los sueños, siendo la primera cosa que hiciéramos con nuestros familiares y seres queridos. Y si esto no fuera muy ostentoso, podríamos probar a apagar el televisor en las sobremesas, que tanto anestesian a nuestros sistemas familiares, y probar por turnos a relatar nuestras experiencias oníricas...
Los sueños recurrentes, nos traen asuntos pendientes que no hemos podido cerrar, que a veces desaparecen y otras, aparecen de pronto una y otra vez. Por lo tanto tienen mucha vigencia y no sabemos cómo resolverlos. Por ejemplo, las personas con familiares fallecidos, que se quedaron con asuntos pendientes, vuelven a soñar con ellos reiteradamente. Se sabe que las pesadillas se tienen inicialmente entre los tres y los cinco años. Y también se sabe que el sonambulismo es de herencia familiar. Soñar es tan importante, que si te interrumpen el sueño constantemente sin permitirte entrar en la fase del sueño, te vuelves psicótico.
REM, en inglés, es el acrónimo de Movimiento Rápido de los Ojos. En esta fase del sueño, existe un mecanismo defensivo que paraliza el Sistema Nervioso. Hay personas que cuando se despiertan, siguen paralizados y tienen una sensación catatónico, sintiéndose muy agobiados.
Freud, definía al sueño como la vía regia que lleva al inconsciente. Y para Perls, partiendo de lo mismo que Freud apuntó, también indicó que era la vía regia que nos lleva a la integración. Es decir, él realiza otro trabajo para reconocer esos elementos del sueño que antes no se entendían y no se identificaban. Así pues, en los sueños hay por un lado "mensaje" y por otro, "identificación de los diferentes elementos".
Estos dos puntos, permiten que las personas puedan moverse dentro de las polaridades. Nada es positivo ni negativo. Depende del uso que le demos. Esté dónde esté la polaridad, es sentirse en su centro, y esto se consigue siendo únicamente flexible. En el libro: “Sueños y Existencia” de Perls, se refleja, ya que el autor procedía del mundo del psicoanálisis y se pasó al otro lado con la Gestalt.
Dentro de todos los enfoques psicológicos, la Gestalt hace una aportación muy importante incorporando la técnica de la “silla vacía o caliente”, siendo el mejor invento, sobre todo a la hora de trabajar en grupo.
Los últimos estudios, demuestran que ya antes de nacer, tenemos momentos de sueño. Cuando nacemos, el ochenta por ciento del tiempo lo dedicamos a soñar, porque de esta manera, contribuimos a la terminación del nuestros Sistema Nervioso. También se ha demostrado que la madre aumenta el tiempo a soñar en el periodo de lactancia durante el primer año, pasando de un doce por ciento a un cuarenta por ciento.
En clínica, por ejemplo, durante el proceso de un duelo, en la primera fase de negación, los sueños no se recuerdan. Después pasan a ser pesadilla, pasando a ser ésta la segunda fase, siendo muy angustiosa. Por eso en terapia habrá que trabajar y preguntar por la angustia. Por último, si el sueño tiene un buen desenlace, podemos decir que la Gestalt se ha completado. Esto también ocurre en los procesos de bloqueos emocionales.
Los sueños lúcidos, son aquellos que podemos manipular, y les suele ocurrir mucho a las personas controladoras.
Para Freud, los sueños diurnos, eran una bomba de humo, pero desde la Gestalt, si que se trabajan, porque son proyecciones y se escogen para algo.
Cuando alguien no puede recordar sus sueños, pero sin embargo quiere trabajarlos en terapia, existe la opción de trabajar los “NO SUEÑOS” a través de la técnica con cojines de colores, proyectando en cada color las represiones inconscientes del paciente.
Los símbolos que aparecen en cada uno de los sueños, según cada sujeto, tendrán interpretaciones diferentes desde el enfoque guestáltico, aunque algunos son bastante significativos como soñar con un tren, suele representar la vida y el coche y la casa, nos suele representar a nosotros. Cuando aparecen estos elementos en los sueños, es bueno indicar al paciente que nos señale qué parte de esos símbolos para él es la más importante. La cabeza, hace referencia al sentir, al pensar, a lo racional. La parte del tronco y del corazón, indica lo emocional. Y de cintura para abajo, hace referencia al sexo, a nuestras pulsiones y necesidades más primarias y que tienen que ver más con la acción.
Según Perls, al principio, cuando se empieza a trabajar con los sueños, hay que evitar los personajes y hacerlo mejor con los animales y los objetos que aparecen en ellos. Hay que prestar mucha atención flotante y ubicar bien los elementos oníricos.
Pero hay dos tipos de sueños que nunca se deben trabajar: los que sueñan con nada animado, ya que suelen ser elementos psicóticos, para no precipitar hacia la crisis y el abismo, puesto que el tiempo se le paraliza. Y cuando el soñante, sueña que come excrementos (coprofagía).
Para concluir, el trabajo de los sueños puede ser tanto individual como en grupo. La posibilidad de trabajar un sueño dentro de mis grupos terapéuticos, hace que se evidencie con bastante resonancia el inconsciente colectivo. Y se trabaja de la siguiente manera: el soñante, va eligiendo personas que representan los diferentes elementos que aparecen en su sueño. Para esto, el sueño tiene que tener mucho contenido y los propios compañeros, también introducen cosas suyas en el trabajo grupal. Aquí, parece casi mágico, cómo tienen integrado el inconsciente colectivo todos los componentes que lo integran. Lo más importante en este ejercicio, es la ventaja de trabajar en grupo, ya que se pone de manifiesto todas las resonancias propias a la hora de elaborar nuestros propios conflictos internos.
JULIÁN ARRANZ - MPS. Nº Colegiado: 0209 www.miproyectosentido.es
Psicología
Los sueños, son como el humo de las chimeneas de las casas, se escapan y no sabemos que forma pueden llegar a alcanzar. Soñamos entre tres y cinco sueños de media todas las noches, otra cosa es que podamos recordarlos todos. El mero hecho de soñar es como una especie de catarsis y la mayoría de las veces, se nos presentan encriptados.
Desde la Gestalt, el trabajo con los sueños, consiste básicamente en la identificación de los símbolos, a través de las proyecciones en los objetos que aparecen en ellos. Como terapeuta, tengo la imposibilidad de sentir lo que sienten mis pacientes en sus sueños. Cuando trabajo sueños, es muy fácil no poner cosas nuestras en la interpretación de los demás. Por esta razón, me esfuerzo en ser muy neutral y objetivo en mi trabajo.
Ojala todas las mañanas al levantarnos, nos comunicásemos a través de los sueños, siendo la primera cosa que hiciéramos con nuestros familiares y seres queridos. Y si esto no fuera muy ostentoso, podríamos probar a apagar el televisor en las sobremesas, que tanto anestesian a nuestros sistemas familiares, y probar por turnos a relatar nuestras experiencias oníricas...
Los sueños recurrentes, nos traen asuntos pendientes que no hemos podido cerrar, que a veces desaparecen y otras, aparecen de pronto una y otra vez. Por lo tanto tienen mucha vigencia y no sabemos cómo resolverlos. Por ejemplo, las personas con familiares fallecidos, que se quedaron con asuntos pendientes, vuelven a soñar con ellos reiteradamente. Se sabe que las pesadillas se tienen inicialmente entre los tres y los cinco años. Y también se sabe que el sonambulismo es de herencia familiar. Soñar es tan importante, que si te interrumpen el sueño constantemente sin permitirte entrar en la fase del sueño, te vuelves psicótico.
REM, en inglés, es el acrónimo de Movimiento Rápido de los Ojos. En esta fase del sueño, existe un mecanismo defensivo que paraliza el Sistema Nervioso. Hay personas que cuando se despiertan, siguen paralizados y tienen una sensación catatónico, sintiéndose muy agobiados.
Freud, definía al sueño como la vía regia que lleva al inconsciente. Y para Perls, partiendo de lo mismo que Freud apuntó, también indicó que era la vía regia que nos lleva a la integración. Es decir, él realiza otro trabajo para reconocer esos elementos del sueño que antes no se entendían y no se identificaban. Así pues, en los sueños hay por un lado "mensaje" y por otro, "identificación de los diferentes elementos".
Estos dos puntos, permiten que las personas puedan moverse dentro de las polaridades. Nada es positivo ni negativo. Depende del uso que le demos. Esté dónde esté la polaridad, es sentirse en su centro, y esto se consigue siendo únicamente flexible. En el libro: “Sueños y Existencia” de Perls, se refleja, ya que el autor procedía del mundo del psicoanálisis y se pasó al otro lado con la Gestalt.
Dentro de todos los enfoques psicológicos, la Gestalt hace una aportación muy importante incorporando la técnica de la “silla vacía o caliente”, siendo el mejor invento, sobre todo a la hora de trabajar en grupo.
Los últimos estudios, demuestran que ya antes de nacer, tenemos momentos de sueño. Cuando nacemos, el ochenta por ciento del tiempo lo dedicamos a soñar, porque de esta manera, contribuimos a la terminación del nuestros Sistema Nervioso. También se ha demostrado que la madre aumenta el tiempo a soñar en el periodo de lactancia durante el primer año, pasando de un doce por ciento a un cuarenta por ciento.
En clínica, por ejemplo, durante el proceso de un duelo, en la primera fase de negación, los sueños no se recuerdan. Después pasan a ser pesadilla, pasando a ser ésta la segunda fase, siendo muy angustiosa. Por eso en terapia habrá que trabajar y preguntar por la angustia. Por último, si el sueño tiene un buen desenlace, podemos decir que la Gestalt se ha completado. Esto también ocurre en los procesos de bloqueos emocionales.
Los sueños lúcidos, son aquellos que podemos manipular, y les suele ocurrir mucho a las personas controladoras.
Para Freud, los sueños diurnos, eran una bomba de humo, pero desde la Gestalt, si que se trabajan, porque son proyecciones y se escogen para algo.
Cuando alguien no puede recordar sus sueños, pero sin embargo quiere trabajarlos en terapia, existe la opción de trabajar los “NO SUEÑOS” a través de la técnica con cojines de colores, proyectando en cada color las represiones inconscientes del paciente.
Los símbolos que aparecen en cada uno de los sueños, según cada sujeto, tendrán interpretaciones diferentes desde el enfoque guestáltico, aunque algunos son bastante significativos como soñar con un tren, suele representar la vida y el coche y la casa, nos suele representar a nosotros. Cuando aparecen estos elementos en los sueños, es bueno indicar al paciente que nos señale qué parte de esos símbolos para él es la más importante. La cabeza, hace referencia al sentir, al pensar, a lo racional. La parte del tronco y del corazón, indica lo emocional. Y de cintura para abajo, hace referencia al sexo, a nuestras pulsiones y necesidades más primarias y que tienen que ver más con la acción.
Según Perls, al principio, cuando se empieza a trabajar con los sueños, hay que evitar los personajes y hacerlo mejor con los animales y los objetos que aparecen en ellos. Hay que prestar mucha atención flotante y ubicar bien los elementos oníricos.
Pero hay dos tipos de sueños que nunca se deben trabajar: los que sueñan con nada animado, ya que suelen ser elementos psicóticos, para no precipitar hacia la crisis y el abismo, puesto que el tiempo se le paraliza. Y cuando el soñante, sueña que come excrementos (coprofagía).
Para concluir, el trabajo de los sueños puede ser tanto individual como en grupo. La posibilidad de trabajar un sueño dentro de mis grupos terapéuticos, hace que se evidencie con bastante resonancia el inconsciente colectivo. Y se trabaja de la siguiente manera: el soñante, va eligiendo personas que representan los diferentes elementos que aparecen en su sueño. Para esto, el sueño tiene que tener mucho contenido y los propios compañeros, también introducen cosas suyas en el trabajo grupal. Aquí, parece casi mágico, cómo tienen integrado el inconsciente colectivo todos los componentes que lo integran. Lo más importante en este ejercicio, es la ventaja de trabajar en grupo, ya que se pone de manifiesto todas las resonancias propias a la hora de elaborar nuestros propios conflictos internos.
JULIÁN ARRANZ - MPS. Nº Colegiado: 0209 www.miproyectosentido.es