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Cuando vivimos una situación difícil podríamos sentir que nos encontramos en un callejón sin salida donde las cosas parecieran estar en nuestra contra. Algunas emociones como el miedo, la culpa, la tristeza y/o el enojo podrían acompañarnos durante éste momento.
La forma en cómo reaccionamos frente a las dificultades pudo haber sido aprendida de nuestros padres o de las experiencias con las que anteriormente enfrentamos alguna situación similar. Es importante saber que muchas de nuestras conductas se basan en imitaciones de quienes nos rodearon y/o de reacciones aprendidas de nuestros padres. Así que intentemos recordar ¿Cómo ellos reaccionaron en la adversidad, ante una separación o pérdida? porque podría ser de la misma manera que ahora nosotros también resolvemos las cosas.
Sin duda alguna, los ejemplos que tuvimos de nuestros modelos en la infancia y la forma en cómo reaccionamos ante amenazas en el pasado nos darán una idea de cómo reaccionamos o intentamos resolver algunas situaciones en el presente.
Si bien nuestros padres dieron su mejor intento por darnos lo mejor que pudieron a pesar de sus limitaciones, es importante saber que siempre existen otras maneras de resolver o afrontar las experiencias adversas que tenemos que atravesar. Así que, si las estrategias que hemos puesto en práctica no nos está dando resultado y lejos de sentirnos mejor, nos sentimos mal, creo que es momento de cambiar de herramientas para superar esos momentos difíciles y abrirnos al cambio.
1. Visualizar la situación como es. Eso significa ver el acontecimiento tal cual, sin magnificarlo sabiendo que ese momento al igual que muchos más pasará.
En la vida cotidiana estamos rodeados de noticias diversas, dentro de ellas regularmente está presente: la muerte, separaciones, enfermedad, secuestros, violencia. Historias dolorosas frente a las cuales podríamos sentir empatía pero automáticamente pensamos que esos fenómenos les ocurre a otros. Definitivamente no podríamos salir de nuestra casa y tendríamos que tener a nuestros seres queridos como rehenes si recurrentemente pensáramos que cada uno de esos acontecimientos nos podría pasar; pero tenemos que aceptar la realidad de nuestra sociedad y reconocer lo finitos y vulnerables que somos ante los fenómenos naturales y sociales.
2. Vivir con expectativas reales de las cosas:
Se habla de no poner expectativas en otros porque si las mismas no se llegan a cumplir ellos y nosotros estaremos en una situación incómoda, envueltos en desilusión, reproches y malos entendidos. Pero tenemos que saber que hay que diferenciar entre una expectativa real y una ideal. Así que es importante saber identificar las probabilidades reales que pueden ocurrir en nuestra vida, en una relación, en un trabajo, en una familia. Porque en cualquier momento podríamos sufrir de alguna enfermedad, de alguna ruptura amorosa, de un despido o un divorcio y tenemos que estar preparados para saber qué hacer cuando esto ocurra y no nos quedemos inertes en un lugar oscuro en nuestro interior por mucho tiempo.
3. Fortalecer tu interior:
Si bien es importante construir vínculos sociales con las personas para que nos acompañen en los momentos de dicha y adversidad, también es importante construir una relación de aceptación incondicional contigo misma. Creer en tus capacidades y fortalezas internas para superar cualquier situación por la que estés pasando.
Así que si en este momento no estas atravesando la expectativa ideal que tenías en tus planes recuerda que algunas cosas no simplemente dependen de nosotros sino que de muchos factores que podrían atravesarse en "nuestro camino" pero dependen de ti verlos como una oportunidad para aprender, para re-encausar metas, para ser agradecidos con la vida, para crecer o para encapricharte con la vida y estancarte.