Lunes, 23 de enero de 2017
Mi Proyecto Sentido M.P.S.
- Alcala de Henares, (España)
Psicología Niños Adolescentes
Psicología Niños Adolescentes
Como profesor de diferentes etapas escolares, e incluso como responsable de Departamentos de Orientación en diferentes colegios, me comprometo más adelante a escribir otros artículos que versen sobre este gran enigma del estudio de nuestros niños y adolescentes, enfocando la mirada a problemas de autoestima o trastornos y dificultades de aprendizaje, como el TDA-H.
Sin embargo, en esta ocasión y a través de las líneas restantes que nos ocupan, me gustaría desarrollar, desde un punto de vista guestáltico, cuáles son los interruptores que impiden a nuestros alumnos conectar con la necesidad de estudiar y que a tantos padres y educadores traen de cabeza.
Al analizar las conductas de los discentes frente al estudio, comprobamos sus diferentes formas de expresión en reaccionar a ese contacto, para satisfacer o no sus necesidades académicas. Justo en esta forma de reaccionar, es dónde se debe prestar máxima atención para detectar esos mecanismos neuróticos que se presentan como interruptores del ciclo guestáltico y ayudar a resolverlos.
El ciclo guestáltico de satisfacción de necesidades, muestra una manera de entender el proceso dinámico de nuestros pensamientos, comportamientos y emociones en relación con el mundo y con nosotros mismos. Aparece por primera vez con F. Perls (1973), desde entonces y hasta el momento actual, muchos han sido los autores que han profundizado en la utilización y desarrollo del mismo (P.Goodman, J. Zinker, Polster, Moreau, M. Katteff, etc).
Lo que en realidad pretendo a través del ciclo es explicar paso a paso el proceso que experimentan los niños y adolescentes desde que surge su necesidad de estudiar hasta que es resuelta o satisfecha. También podríamos decir que es la manera que una gestalt tiene de formarse, completarse y eliminarse. El ciclo en cuestión transcurre en siete pasos. El esquema sería el siguiente:
Pero…¿a qué llamamos realmente necesidad?. Llegados a este punto me parece importante definir necesidad y distinguirla del deseo.
Podemos decir que una necesidad es un estado de tensión o excitación que surge como resultado de una carencia, ausencia o de un exceso de algo que sentimos dentro de nosotros. Cuando sentimos una carencia o exceso nos sentimos intranquilos y molestos de tal manera que para eliminar la tensión y volver a estar tranquilos necesitamos hacer algo. Este es el proceso cíclico detallado anteriormente.
Algunos autores como A. Maslow (1968) han clasificado diferentes tipos de necesidades de forma jerárquica, en categorías, según el nivel de importancia para la subsistencia y realización del ser humano. Maslow plantea que la necesidad tiene una función motivadora para el ser humano, ya que la motivación de las persona depende de lograr o alcanzar un objetivo concreto de lo que necesite para subsistir o autorrealizarse como persona. El identificó cinco necesidades fundamentales que van desde la más básica o biológica hasta la más espiritual o elevada:
La mayoría de las veces, no sabemos diferenciar entre necesidad y deseo, sin embargo, aunque están fuertemente interrelacionados se distinguen perfectamente una del otro. Se entiende como deseo aquello que aún produciendo una tensión o excitación en el organismo, éste puede volver al estado de equilibrio sin tener que hacer nada concreto para ello sin peligrar nuestra existencia. La diferencia fundamental se encuentra en que podemos pasar sin cubrir el deseo mientras que la necesidad no, puesto que el grado de desequilibrio es tan fuerte que provocaría una enfermedad o incluso la muerte.
Como acabo de decir el deseo y la necesidad están muy unidos, ya que algunas veces debajo de un deseo encontramos o existe una necesidad, por eso se confunden. Por ejemplo, un hombre de edad media con fuertes problemas de relación social, puede decir que necesita obtener un coche de lujo, sin embargo, si buscamos lo que hay debajo o que le motiva a ello tal vez encontremos la necesidad real, que puede ser aceptación y reconocimiento por parte de aquellos que quiere, pero que no logra de ninguna manera. La necesidad por lo tanto no es tener un “super coche” sino “hambre de reconocimiento social” y el deseo es una forma camuflada que busca para resolver su sensación de malestar. Por esto, es muy importante que cuando tenemos un deseo siempre busquemos cual es la necesidad que se encuentra por debajo, para no confundir ambas y poder mantener el equilibrio interno.
Cuando nuestros alumnos e hijos, escuchan más sus deseos (p.e. “tengo que aprobar con sobresaliente”; “tengo que sacar el curso por mis padres”; “me gustaría ser el primero de la clase”; “si apruebo, me concederán todo lo que quiera”; etc…) que las necesidades (p.e. “el inglés me ayuda a comunicarme mejor con niños de otros países”; “las matemáticas me sirven para resolver los problemas de física”; “la Historia del Arte, me hace comprender mejor los estilos arquitectónicos y los diferentes movimientos sociales…”; etc.) ocurre que se sienten insatisfechos, porque dejan sin resolver la necesidad real que les motiva.
Por esta razón, invito a todas las familias y educadores a que sin dejar de lado los deseos de sus hijos, como los suyos propios (porque no peligra nuestra existencia, aunque cuando sólo nos dejamos llevar por los mismos, si) escuchen abiertamente ampliando su conciencia para percibir también la NECESIDAD REAL QUE LOS MOTIVA.
JULIÁN ARRANZ - MPS. Nº Colegiado: 0209 www.miproyectosentido.es
Sin embargo, en esta ocasión y a través de las líneas restantes que nos ocupan, me gustaría desarrollar, desde un punto de vista guestáltico, cuáles son los interruptores que impiden a nuestros alumnos conectar con la necesidad de estudiar y que a tantos padres y educadores traen de cabeza.
Al analizar las conductas de los discentes frente al estudio, comprobamos sus diferentes formas de expresión en reaccionar a ese contacto, para satisfacer o no sus necesidades académicas. Justo en esta forma de reaccionar, es dónde se debe prestar máxima atención para detectar esos mecanismos neuróticos que se presentan como interruptores del ciclo guestáltico y ayudar a resolverlos.
El ciclo guestáltico de satisfacción de necesidades, muestra una manera de entender el proceso dinámico de nuestros pensamientos, comportamientos y emociones en relación con el mundo y con nosotros mismos. Aparece por primera vez con F. Perls (1973), desde entonces y hasta el momento actual, muchos han sido los autores que han profundizado en la utilización y desarrollo del mismo (P.Goodman, J. Zinker, Polster, Moreau, M. Katteff, etc).
Lo que en realidad pretendo a través del ciclo es explicar paso a paso el proceso que experimentan los niños y adolescentes desde que surge su necesidad de estudiar hasta que es resuelta o satisfecha. También podríamos decir que es la manera que una gestalt tiene de formarse, completarse y eliminarse. El ciclo en cuestión transcurre en siete pasos. El esquema sería el siguiente:
- SENSACIÓN: a partir de una situación de reposo (descanso, merienda, etc), le empieza surgir la sensación difusa de la necesidad de ponerse a estudiar. PERO, puede aparecer una interrupción: DESENSIBILIZACIÓN, esa necesidad, se difumina entre otras necesidades a cubrir (jugar, “play”, ver la tele, hablar con mis amigos por teléfono, dilatar la merienda), aparece como un adormecimiento y no se hacen conscientes de la necesidad de estudiar. Por lo tanto, les tenemos que motivar con diversas técnicas, para que el objetivo del estudio se haga PRIORITARIO al resto de las necesidades en ese momento.
- TOMA DE CONCIENCIA: DARSE CUENTA. Aquí se comprende la sensación emergente que se dio en la fase anterior. Y le ponen nombre: “TENGO QUE ESTUDIAR…” interrupción: PROYECCIÓN, aquí la tendencia es hacer responsable al ambiente de lo que se originó uno mismo. Dan justificaciones extrínsecas. “me tienen manía”, “no me dejan estudiar porque me están molestando los hermanos”, etc. Aquí el objetivo debe estar encaminado a ayudarles a reapropiarse, recuperar y responsabilizarse.
- ENERGETIZACIÓN: es el estado de excitación corporal que deben poner en marcha para situarse frente a la tarea que tienen que realizar. A nivel bioenergético es muy importante observar cuánto están de energetizados nuestros hijos a la hora de afrontar los estudios, tanto en casa como en el cole. Ejemplo, me levanto del sofá y empiezo a preparar a mi cuerpo para entrar en acción. Interrupción:INTROYECCIÓN, lo justifican diciendo: “ya me lo se”, “luego lo hago” “no voy a aprobar es muy difícil”, “tenía que haber empezado antes”. La introyección es la resistencia que permite evitar la toma de conciencia, es decir, saber lo que pasa aquí y ahora. Evitan darse cuenta de la sensación, que les avisa de un desequilibrio (p.e.: cuando dicen “es que soy así”, esto significa que no se plantean que les está ocurriendo de verdad.) Se puede ayudar al alumno a conectarse con lo que siente, amplificar esos sentimientos, haciendo dramatizaciones de varios aspectos, o bien que transforme interrogantes en afirmaciones.
- ACCIÓN: es el momento en el que nos dirigimos hacia el objeto que deseamos satisfacer. Cuanto más técnicas de estudio y más consolidado tengan el hábito de estudio, pasarán a la acción más rápidamente y mejor organizados. Interrupción: RETROFLEXIÓN, reprimen el conflicto de estudiar, porque no se lo permiten. Lo suelen vivir como una obligación y no desarrollan las técnicas básicas de estudio ya que no se ven capaces de asumir esa responsabilidad. Aquí hay muchos sentimientos de inferioridad que les hacen sentir que no son capaces y se bloquean. Ejemplo niños que se sientan a estudiar pero no les cunde porque no lo terminan de entender y se inhiben. Estos son los estudiantes que prescinden del mundo y lo sustituyen por si mismos. Tienen una lucha entre el deseo de hacer y de no hacer. Suelen ser niños que han aprendido a controlarse en exceso en vez de, por ejemplo, gritar ahogan el grito, o en vez de morder, aprietan los dientes. El resultado es el bloqueo de la acción y poca espontaneidad. Para ellos, hay que favorecerles la confianza en el entorno y ayudarles a superar su miedo a la relación con el otro. Hacer que pida, saque…o pregunte.
- CONTACTO: aplicación directa de las técnicas de estudio. Lectura – Subrayado - Esquemas – Memorización. Interrupción: DEFLEXIÓN, aquí aparece en forma de desgana, cansancio, aburrimiento. Se enfrentan a la tarea sin la suficiente energía para afrontarla. Evitan el contacto directo con lo que necesitan y se dispersan del objetivo dando rodeos en su vida. No confrontan las situaciones sino que las evitan quedándose en lo superficial, actúan pero no contactan. Hay que pararles y centrales constantemente en si mismos reflejándoles como lo hacen.
- REALIZACIÓN: es la exposición de lo aprendido, es decir, aplicar lo que hemos trabajado a nivel de comprobación. EXPOSICIÓN Y REPASO de las técnicas de estudio. Interrupción: DEFLEXIÓN, tienen claro qué es lo que tienen que hacer para resolver el conflicto, pero cuando tienen que hacerlo no lo afrontan sino que se dispersan haciendo otras cosas que no tienen que ver con su necesidad. Actúan dispersando sus energías o no acabando lo que comienzan. La solución sería hablar con él para hacerle comprender cuales son las razones para estudiar, de una forma cercana a su edad cronológica y sus intereses en un futuro próximo.
- RETIRADA: comprobar que se ha cubierto la necesidad emergente y cerrar el proceso con un DESCANSO. Interrupción: CONFLUENCIA, cuando hay una concentración extrema…o por inseguridad… o porque no está bien aprendido. Por ejemplo: repasar la lección una y otra vez…hasta el momento justo de empezar el examen. Aunque son pocos los estudiantes en general que confluyen en la necesidad del estudio, se diferencian del resto porque no pueden distinguir entre sus propias necesidades, sentimientos, etc. Y la de los otros, se pierden en el otro, se confunden con el otro, no pueden diferenciar entre yo-tu. No ven el límite personal y tienen dificultad para despedirse, retirarse del contacto con el otro o terminar algo. Son niños que utilizan más frecuentemente “nosotros” en vez de “yo”. Lo patológico es que no se pueden separa o retirar del estudio de forma saludable porque les resulta gratificante, quedándose sólo en lo positivo que han percibido. Con estos niños, trataremos que se centren en conectar constantemente como se sienten, para clarificar lo que es de ellos y lo que es del otro o del entorno.
Pero…¿a qué llamamos realmente necesidad?. Llegados a este punto me parece importante definir necesidad y distinguirla del deseo.
Podemos decir que una necesidad es un estado de tensión o excitación que surge como resultado de una carencia, ausencia o de un exceso de algo que sentimos dentro de nosotros. Cuando sentimos una carencia o exceso nos sentimos intranquilos y molestos de tal manera que para eliminar la tensión y volver a estar tranquilos necesitamos hacer algo. Este es el proceso cíclico detallado anteriormente.
Algunos autores como A. Maslow (1968) han clasificado diferentes tipos de necesidades de forma jerárquica, en categorías, según el nivel de importancia para la subsistencia y realización del ser humano. Maslow plantea que la necesidad tiene una función motivadora para el ser humano, ya que la motivación de las persona depende de lograr o alcanzar un objetivo concreto de lo que necesite para subsistir o autorrealizarse como persona. El identificó cinco necesidades fundamentales que van desde la más básica o biológica hasta la más espiritual o elevada:
La mayoría de las veces, no sabemos diferenciar entre necesidad y deseo, sin embargo, aunque están fuertemente interrelacionados se distinguen perfectamente una del otro. Se entiende como deseo aquello que aún produciendo una tensión o excitación en el organismo, éste puede volver al estado de equilibrio sin tener que hacer nada concreto para ello sin peligrar nuestra existencia. La diferencia fundamental se encuentra en que podemos pasar sin cubrir el deseo mientras que la necesidad no, puesto que el grado de desequilibrio es tan fuerte que provocaría una enfermedad o incluso la muerte.
Como acabo de decir el deseo y la necesidad están muy unidos, ya que algunas veces debajo de un deseo encontramos o existe una necesidad, por eso se confunden. Por ejemplo, un hombre de edad media con fuertes problemas de relación social, puede decir que necesita obtener un coche de lujo, sin embargo, si buscamos lo que hay debajo o que le motiva a ello tal vez encontremos la necesidad real, que puede ser aceptación y reconocimiento por parte de aquellos que quiere, pero que no logra de ninguna manera. La necesidad por lo tanto no es tener un “super coche” sino “hambre de reconocimiento social” y el deseo es una forma camuflada que busca para resolver su sensación de malestar. Por esto, es muy importante que cuando tenemos un deseo siempre busquemos cual es la necesidad que se encuentra por debajo, para no confundir ambas y poder mantener el equilibrio interno.
Cuando nuestros alumnos e hijos, escuchan más sus deseos (p.e. “tengo que aprobar con sobresaliente”; “tengo que sacar el curso por mis padres”; “me gustaría ser el primero de la clase”; “si apruebo, me concederán todo lo que quiera”; etc…) que las necesidades (p.e. “el inglés me ayuda a comunicarme mejor con niños de otros países”; “las matemáticas me sirven para resolver los problemas de física”; “la Historia del Arte, me hace comprender mejor los estilos arquitectónicos y los diferentes movimientos sociales…”; etc.) ocurre que se sienten insatisfechos, porque dejan sin resolver la necesidad real que les motiva.
Por esta razón, invito a todas las familias y educadores a que sin dejar de lado los deseos de sus hijos, como los suyos propios (porque no peligra nuestra existencia, aunque cuando sólo nos dejamos llevar por los mismos, si) escuchen abiertamente ampliando su conciencia para percibir también la NECESIDAD REAL QUE LOS MOTIVA.
JULIÁN ARRANZ - MPS. Nº Colegiado: 0209 www.miproyectosentido.es