Lunes, 13 de febrero de 2017
ana garduño
- Metepec, (México)
Psicología
Psicología
Desde el inicio de la vida, la danza ha creado y transformado al mundo y sus habitantes. La danza es movimiento creativo, es ritmo interno, es expresión e interpretación. El hombre se creó danzando y danzando evolucionó por los años hasta el día de hoy.
Se dice que el cuerpo habla lo que la palabra calla, y me queda clarísimo que es verdad, pero al hablar emitiendo sonido, el cuerpo no deja de hablar, jamás calla, incluso al no moverse nos dice algo.
El principal lenguaje en la Tierra es el movimiento; al paso de los años se creó la escritura y la palabra hablada, se crearon distintos idiomas y símbolos para comunicarse, dejando entonces como lengua universal al movimiento. Desde cualquier parte del mundo dos individuos pueden comunicarse creando movimientos, danzando, sin palabras, pueden incluso entenderse mejor que al intentar hablar, ambos tratan de comunicarse y expresarse.
El lenguaje oral y escrito nos abrió muchas puertas, nos facilitó muchos aspectos de la vida cotidiana, nos acercó a quienes estaban lejos, pero también, poco a poco nos nubló la visión. El hecho de escuchar o leer las palabras y basarse sólo en esto para comunicarse deja inconclusa la verdadera esencia de expresar. Si bien es cierto que verbalizar nos libera, hay algo que aún hace falta sacar porque no sólo hablamos con la voz, está el cuerpo, la expresión, los gestos, las lágrimas y risas. Hoy en día para muchas personas el hablar sin palabras ha quedado reducido a juegos de mímica para pasar un buen rato, a lenguaje de señas para sordos o para decirnos algo estando relativamente lejos.
Al día de hoy las enfermedades más comunes entre las personas son de estrés, inflamaciones, alergias, infartos… al día de hoy la forma más común de comunicarse es por los medios electrónicos tipo celular, internet, televisión. ¿No es clara la relación? El cuerpo necesita moverse, liberarse, expresarse, sentir… la danzaterapia entonces, nos ayuda a crear nuevamente el vínculo entre nuestro ser parlante y nuestro ser sensible, entre el pensar y el sentir, entre el decir con la palabra y decir con el cuerpo, es decir, nos ayuda a ser coherentes dentro de nuestra dualidad.
A través del movimiento se generan cambios y surgen insights, caen veintes, la persona es capaz de darse cuenta que existen partes del cuerpo que se pueden mover, que duelen, que dan frío y cosquillas, que nos dan placer y escalofríos, partes del cuerpo no sólo externas, músculos que nos sostienen, que necesitan atención y cuidado. El cuerpo humano es maravilloso, y jamás, jamás hace las cosas al azar. Si algo nos duele y no le “hacemos caso” el cuerpo busca la manera de llamar la atención, si queremos decir algo pero jamás lo decimos, el cuerpo lo hace evidente. Hablaba de algunas enfermedades comunes en nuestra actualidad, no es casualidad que una persona sufra de colitis si todo lo que quiere “sacar”, expresar, lo guarda en lugar de hacerlo o decirlo; así como no es casualidad que una persona sufra ataques repentinos de tos al hablar de algún tema que le cause conmoción y no haya sabido cómo trabajarlo. El cuerpo habla, el punto es que muchas veces no sabemos escucharlo o cómo interpretarlo.
La danzaterapia nos brinda la oportunidad de nuestros ancestros de reencontrarnos interna y externamente, de aprender a comunicarnos con nosotros mismos, de escuchar lo que nuestro cuerpo dice y no lo que queremos escuchar, de liberar eso que nos aprieta y con palabras no se puede soltar, ese algo que sentimos atorado y no sabemos llamarle. La danza es terapéutica en cuanto nos libera, en cuanto nos hace sentir mejor, respirar tranquilos.
Sin embargo el punto de una sanación completa no es danzar si no lo hablas o hablar si no lo danzas, es más bien una combinación de ambos lenguajes que colaboran con el fin de liberar el espíritu para llevar la plenitud al cuerpo; la danzaterapia, aterrizando la idea, es entonces, el momento psicoterapéutico de liberar ese algo que no tiene nombre, que atora nuestro cuerpo, que obstaculiza el puente entre el pensar y el sentir, pero ¿cómo me doy cuenta de dónde falta comunicación en mi ser si sólo libero? Es decir, imaginemos esto, el cuerpo es una bolsa, se llena y se llena de todo lo que nos guardamos, nuestras experiencias, miedos y frustraciones, de lo no expresado y lo introyectado, de lo que nos hace ser como somos y lo que nos impide seguir adelante; en algún momento la bolsa se llenará. Imagina que esta bolsa está llena de agua, al hacer danzaterapia es como si calentaras el agua al punto de hervir y convertirla en un vapor que pesa menos que el líquido y puede salir de la bolsa, pero ¡alto! el vapor es sólo tuyo, no irá a ninguna parte sin tu permiso consciente, entonces, al terminar tu danza la bolsa está vacía ¡bravo! Pero tu sol se a nublado, hay ahora una nube densa de vapor que te persigue, y al principio el hecho de cargar con una bolsa bacía es espléndido, pero tener todos los días nublados no es lo mejor para nosotros ¿no? Tarde o temprano la nube se condensará y lloverá y nuestra bolsa se llenará otra vez. Podemos repetir y repetir el proceso, pero al final es un círculo de nunca acabar. Hace falta un cambio: core danzaterapia.
Core danzaterapia es una modalidad con todas las propiedades de la danzaterapia y que trabaja con el core, con el centro del ser con nuestro núcleo, con el “ojo de agua”. El papel de core danzaterapia en el ejemplo anterior no es una sombrilla que nos impida mojarnos, es más bien la capacidad de aprender a bailar bajo la lluvia, secarnos al sol sin llenar la bolsa con lo mismo. De manera inevitable la bolsa se llenará de nuevas experiencias, abandonos, risas y gratitudes, lo que no mencioné es que la bolsa es como un globo que puede inflarse tanto como tú quieras, el punto aquí es ser consciente de qué quieres en tu globo. Core danzaterapia también hierve el agua y la convierte en vapor, creas tu nube densa, la diferencia es que en ese mismo instante después de danzar pinchas la nube y te empapas de todo lo que tenías dentro, puedes regresarlo a la bolsa siempre y cuando te hayas mojado con cada gota, en el camino de regreso se realiza el cambio consciente, algunas de las gotas se secan, otras se escurren, prefieres dejar un charco que se secará, que fue tu agua por un tiempo pero que ya no la necesitas y decides dejarla ahí, con el agua que te llevas puedes regar tus plantas para darles vida, puedes hacer más vapor o puedes hacer agua de limón. Es decir, en core danzaterapia, después de danzar el estímulo, lo verbalizas, lo haces consciente y lo transformas.
De esta manera el reencuentro entre el ser interior sentimental y el ser parlanchín pensante es a través de una danza donde dejas fluir las cosas como van saliendo y al terminar les pones orden, nombre, te das cuenta de lo que es y decides que hacer, si los limones son muy amargos, con un poco de azúcar puedes hacer agua de limón. (Ana Rosa Garduño Medina 2013)
Se dice que el cuerpo habla lo que la palabra calla, y me queda clarísimo que es verdad, pero al hablar emitiendo sonido, el cuerpo no deja de hablar, jamás calla, incluso al no moverse nos dice algo.
El principal lenguaje en la Tierra es el movimiento; al paso de los años se creó la escritura y la palabra hablada, se crearon distintos idiomas y símbolos para comunicarse, dejando entonces como lengua universal al movimiento. Desde cualquier parte del mundo dos individuos pueden comunicarse creando movimientos, danzando, sin palabras, pueden incluso entenderse mejor que al intentar hablar, ambos tratan de comunicarse y expresarse.
El lenguaje oral y escrito nos abrió muchas puertas, nos facilitó muchos aspectos de la vida cotidiana, nos acercó a quienes estaban lejos, pero también, poco a poco nos nubló la visión. El hecho de escuchar o leer las palabras y basarse sólo en esto para comunicarse deja inconclusa la verdadera esencia de expresar. Si bien es cierto que verbalizar nos libera, hay algo que aún hace falta sacar porque no sólo hablamos con la voz, está el cuerpo, la expresión, los gestos, las lágrimas y risas. Hoy en día para muchas personas el hablar sin palabras ha quedado reducido a juegos de mímica para pasar un buen rato, a lenguaje de señas para sordos o para decirnos algo estando relativamente lejos.
Al día de hoy las enfermedades más comunes entre las personas son de estrés, inflamaciones, alergias, infartos… al día de hoy la forma más común de comunicarse es por los medios electrónicos tipo celular, internet, televisión. ¿No es clara la relación? El cuerpo necesita moverse, liberarse, expresarse, sentir… la danzaterapia entonces, nos ayuda a crear nuevamente el vínculo entre nuestro ser parlante y nuestro ser sensible, entre el pensar y el sentir, entre el decir con la palabra y decir con el cuerpo, es decir, nos ayuda a ser coherentes dentro de nuestra dualidad.
A través del movimiento se generan cambios y surgen insights, caen veintes, la persona es capaz de darse cuenta que existen partes del cuerpo que se pueden mover, que duelen, que dan frío y cosquillas, que nos dan placer y escalofríos, partes del cuerpo no sólo externas, músculos que nos sostienen, que necesitan atención y cuidado. El cuerpo humano es maravilloso, y jamás, jamás hace las cosas al azar. Si algo nos duele y no le “hacemos caso” el cuerpo busca la manera de llamar la atención, si queremos decir algo pero jamás lo decimos, el cuerpo lo hace evidente. Hablaba de algunas enfermedades comunes en nuestra actualidad, no es casualidad que una persona sufra de colitis si todo lo que quiere “sacar”, expresar, lo guarda en lugar de hacerlo o decirlo; así como no es casualidad que una persona sufra ataques repentinos de tos al hablar de algún tema que le cause conmoción y no haya sabido cómo trabajarlo. El cuerpo habla, el punto es que muchas veces no sabemos escucharlo o cómo interpretarlo.
La danzaterapia nos brinda la oportunidad de nuestros ancestros de reencontrarnos interna y externamente, de aprender a comunicarnos con nosotros mismos, de escuchar lo que nuestro cuerpo dice y no lo que queremos escuchar, de liberar eso que nos aprieta y con palabras no se puede soltar, ese algo que sentimos atorado y no sabemos llamarle. La danza es terapéutica en cuanto nos libera, en cuanto nos hace sentir mejor, respirar tranquilos.
Sin embargo el punto de una sanación completa no es danzar si no lo hablas o hablar si no lo danzas, es más bien una combinación de ambos lenguajes que colaboran con el fin de liberar el espíritu para llevar la plenitud al cuerpo; la danzaterapia, aterrizando la idea, es entonces, el momento psicoterapéutico de liberar ese algo que no tiene nombre, que atora nuestro cuerpo, que obstaculiza el puente entre el pensar y el sentir, pero ¿cómo me doy cuenta de dónde falta comunicación en mi ser si sólo libero? Es decir, imaginemos esto, el cuerpo es una bolsa, se llena y se llena de todo lo que nos guardamos, nuestras experiencias, miedos y frustraciones, de lo no expresado y lo introyectado, de lo que nos hace ser como somos y lo que nos impide seguir adelante; en algún momento la bolsa se llenará. Imagina que esta bolsa está llena de agua, al hacer danzaterapia es como si calentaras el agua al punto de hervir y convertirla en un vapor que pesa menos que el líquido y puede salir de la bolsa, pero ¡alto! el vapor es sólo tuyo, no irá a ninguna parte sin tu permiso consciente, entonces, al terminar tu danza la bolsa está vacía ¡bravo! Pero tu sol se a nublado, hay ahora una nube densa de vapor que te persigue, y al principio el hecho de cargar con una bolsa bacía es espléndido, pero tener todos los días nublados no es lo mejor para nosotros ¿no? Tarde o temprano la nube se condensará y lloverá y nuestra bolsa se llenará otra vez. Podemos repetir y repetir el proceso, pero al final es un círculo de nunca acabar. Hace falta un cambio: core danzaterapia.
Core danzaterapia es una modalidad con todas las propiedades de la danzaterapia y que trabaja con el core, con el centro del ser con nuestro núcleo, con el “ojo de agua”. El papel de core danzaterapia en el ejemplo anterior no es una sombrilla que nos impida mojarnos, es más bien la capacidad de aprender a bailar bajo la lluvia, secarnos al sol sin llenar la bolsa con lo mismo. De manera inevitable la bolsa se llenará de nuevas experiencias, abandonos, risas y gratitudes, lo que no mencioné es que la bolsa es como un globo que puede inflarse tanto como tú quieras, el punto aquí es ser consciente de qué quieres en tu globo. Core danzaterapia también hierve el agua y la convierte en vapor, creas tu nube densa, la diferencia es que en ese mismo instante después de danzar pinchas la nube y te empapas de todo lo que tenías dentro, puedes regresarlo a la bolsa siempre y cuando te hayas mojado con cada gota, en el camino de regreso se realiza el cambio consciente, algunas de las gotas se secan, otras se escurren, prefieres dejar un charco que se secará, que fue tu agua por un tiempo pero que ya no la necesitas y decides dejarla ahí, con el agua que te llevas puedes regar tus plantas para darles vida, puedes hacer más vapor o puedes hacer agua de limón. Es decir, en core danzaterapia, después de danzar el estímulo, lo verbalizas, lo haces consciente y lo transformas.
De esta manera el reencuentro entre el ser interior sentimental y el ser parlanchín pensante es a través de una danza donde dejas fluir las cosas como van saliendo y al terminar les pones orden, nombre, te das cuenta de lo que es y decides que hacer, si los limones son muy amargos, con un poco de azúcar puedes hacer agua de limón. (Ana Rosa Garduño Medina 2013)