Miércoles, 08 de marzo de 2017
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Psicología Niños
Psicología Niños
¿Está pensando en tener una mascota? ¿Tiene dudas si es lo más conveniente para sus hijos? A continuación le brindamos una serie de beneficios que propicia una mascota en el bienestar emocional de su hijo.
1. AUTOESTIMA: La presencia de una mascota es como la de un amigo fiel que te acepta y quiere tal y como eres, por ende los niños experimentan ese amor incondicional, lo cual a su vez incrementa la seguridad en sí mismos y su entorno.
2. RESPONSABILIDAD: Los niños comprenden de una manera muy agradable y receptiva la importancia de cumplir con ciertas responsabilidades para el bienestar de su nuevo amigo: Cuidarlo, bañarlo, alimentarlo, sacarlo a pasear o jugar con él, son labores que realiza con agrado por su amigo.
3. HABILIDADES SOCIALES: En un espacio relajado y de aceptación mutua, los niños aprenden a interactuar no sólo con su mascota, sino con niños que son atraídos por su “amigo”, siendo así un medio sencillo para vencer temores propios de los pequeñines. Sumado a esto, se incrementa la actividad física, mediante los paseos, juegos de pelota, inclusive dentro de los mismos hogares, lo cual colabora en la disminución del estrés, y aumento del sentimiento de tranquilidad y alegría.
4. DISCIPLINA: Sabiéndolo implementar, la mascota es una excelente oportunidad para fomentar la disciplina en el hogar, puesto que el niño debe enseñar y a la vez respetar normas básicas de convivencia. Por ejemplo: Puede enseñarle dónde hacer sus necesidades y los horarios, horarios para comer e irse a dormir, pero a la vez debe respetar el espacio de la mascota mientras come, brindarle su espacio para descansar, entre otros.
5. EXPRESAR AFECTOS: En un espacio tranquilo, de confianza y acogedor para el niño, se aprende a expresar cariño, ser cuidadoso en su trato, comprender fácilmente las expresiones de comunicación no verbal, como por ejemplo: Identificar cuándo la mascota está enferma o asustada, así como el desarrollo de la intuición y la empatía.
6. UNIÓN FAMILIAR: No cabe duda, que la presencia de una mascota involucra a todos los miembros de la familia, suelen ser figuras muy acogedoras, tiernas, juguetonas o simpáticas que llaman fácilmente la atención de sus miembros, por tanto, con el paso del tiempo todos se involucran en su cuido, siendo en muchas ocasiones, un miembro más de la familia.
7. En ocasiones, compartir el espacio de atención en casa con la mascota, colabora a que muchos niños asimilen mejor la llegada de un hermanito.
A la edad de 4 años, los niños se encuentran preparados para establecer una verdadera relación de amor con su “amigo fiel”.
Para comentarios y/o sugerencias escríbenos a nuestro correo: info@marianelaesquivel.com o visítenos wwww.marianelaesquivel.com
Consultorio Psicológico Esquivel se ubica en Santo Domingo de Heredia, CR. Estamos para servirle.
1. AUTOESTIMA: La presencia de una mascota es como la de un amigo fiel que te acepta y quiere tal y como eres, por ende los niños experimentan ese amor incondicional, lo cual a su vez incrementa la seguridad en sí mismos y su entorno.
2. RESPONSABILIDAD: Los niños comprenden de una manera muy agradable y receptiva la importancia de cumplir con ciertas responsabilidades para el bienestar de su nuevo amigo: Cuidarlo, bañarlo, alimentarlo, sacarlo a pasear o jugar con él, son labores que realiza con agrado por su amigo.
3. HABILIDADES SOCIALES: En un espacio relajado y de aceptación mutua, los niños aprenden a interactuar no sólo con su mascota, sino con niños que son atraídos por su “amigo”, siendo así un medio sencillo para vencer temores propios de los pequeñines. Sumado a esto, se incrementa la actividad física, mediante los paseos, juegos de pelota, inclusive dentro de los mismos hogares, lo cual colabora en la disminución del estrés, y aumento del sentimiento de tranquilidad y alegría.
4. DISCIPLINA: Sabiéndolo implementar, la mascota es una excelente oportunidad para fomentar la disciplina en el hogar, puesto que el niño debe enseñar y a la vez respetar normas básicas de convivencia. Por ejemplo: Puede enseñarle dónde hacer sus necesidades y los horarios, horarios para comer e irse a dormir, pero a la vez debe respetar el espacio de la mascota mientras come, brindarle su espacio para descansar, entre otros.
5. EXPRESAR AFECTOS: En un espacio tranquilo, de confianza y acogedor para el niño, se aprende a expresar cariño, ser cuidadoso en su trato, comprender fácilmente las expresiones de comunicación no verbal, como por ejemplo: Identificar cuándo la mascota está enferma o asustada, así como el desarrollo de la intuición y la empatía.
6. UNIÓN FAMILIAR: No cabe duda, que la presencia de una mascota involucra a todos los miembros de la familia, suelen ser figuras muy acogedoras, tiernas, juguetonas o simpáticas que llaman fácilmente la atención de sus miembros, por tanto, con el paso del tiempo todos se involucran en su cuido, siendo en muchas ocasiones, un miembro más de la familia.
7. En ocasiones, compartir el espacio de atención en casa con la mascota, colabora a que muchos niños asimilen mejor la llegada de un hermanito.
A la edad de 4 años, los niños se encuentran preparados para establecer una verdadera relación de amor con su “amigo fiel”.
Para comentarios y/o sugerencias escríbenos a nuestro correo: info@marianelaesquivel.com o visítenos wwww.marianelaesquivel.com
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