Martes, 16 de diciembre de 2014
Gisella
Psicología
Psicología
LAS COSAS A TENER EN CUENTA
CUANDO NACE UN HIJO
PARTICIPANDO EN ESTE ESPACIO, CON EL INTERÉS DE SEGUIR CRECIENDO DÍA A DÍA NOS EMBARCAMOS EN EL GRAN DESAFÍO QUE SUPONE LA VIDA EN FAMILIA. DESDE ALLÍ SE IRÁN ENCONTRANDO SENDEROS POR LOS CUALES TRANSITAR, UNOS MÁS DEFINIDOS QUE OTROS; NOSOTROS INTENTANDO ENCONTRAR LA SEGURIDAD QUE PODRÍA BRINDAR EL BLANCO Y EL NEGRO (POR SER LO DEFINIDO), PARA QUE DE VEZ EN CUANDO, LA NATURALEZA NOS RECUERDE QUE EXISTEN LOS DÍAS GRISES.
El recién nacido es ya un sujeto humano sensible a todo lo que percibe de los demás; los olores, los ritmos motores, el humor, la voz; que tiene deseos y no sólo necesidades. Recibe la valoración que hace el adulto de su persona y de los cuidados que merece, es así que adopta el primer modelo de cómo cuidar de sí mismo, a través de las vivencias cotidianas que experimenta su cuerpo.
A medida que el Sistema Nervioso madura va incrementándose el intercambio con el entorno lo que le permite explorar y conocer el abanico de posibilidades; si los demás experimentan amor o indiferencia por él, el lugar que le dan, el respeto que tienen por su vida y lo que siente.
En este terreno comenzamos a movernos como padres acompañando a nuestros hijos en sus descubrimientos respecto a las diferencias funcionales entre actividades que comienzan a realizar. Podemos ayudarles en emprenderlas con las actitudes pertinentes en cada ocasión:
El proceso de desarrollo se caracteriza por cambios externos e internos, la maduración de los órganos permite la especialización de las funciones. Comienzan por:
Pero en este transitar, habrá muchos encuentros y desencuentros, entre nosotros, con los otros y, ¿por qué no?, con nuestros pequeños. Cuestionándonos las decisiones a tomar siempre en torno a: ¿qué es lo que una persona debe aprender como base?.
Los niños deben alcanzar altas competencias en lectura y escritura, en cálculo matemático y resolución de problemas. La buena adquisición de la expresión escrita dará origen a la capacidad para describir, para analizar, comparar y expresar su pensamiento; así como también la capacidad de análisis – crítica del entorno social basado en una formación democrática y en derechos humanos. Siendo imprescindible fomentar la capacidad de trabajar, negociar y decidir en grupos cooperativos.
POTENCIAL Y JUEGO
En la infancia el juego y la actividad exploratoria están indisolublemente unidos. Cuando es bebé juega con sus sentidos, busca a su mamá con la vista y el oído, aprende a reconocer sabores, texturas. Aprende a llorar cuando quiere que sus padres corran en su auxilio. Luego crece y juega con las palabras, los sonidos, aprende a comunicarse de otras maneras. El cuerpo es siempre un instrumento natural que le permite mantener un intercambio constante de experiencias, descubriendo el mundo y reconociendo qué lugar ocupa en él.
El juego permite controlar la ansiedad y da la posibilidad de entablar relaciones, así se desarrollan los contactos sociales. Desde allí se da lugar a la individualidad, ya que se diferencia del otro; opera de bisagra vinculando el funcionamiento del cuerpo y la vivencia de las ideas. La participación de los niños en la preparación y celebración de fiestas populares (por ejemplo: día del medio ambiente) posibilita que se adentren en el mundo de la imaginación y la fantasía.
Pero: ¿por qué sentiría ansiedad nuestro pequeño?
SEPARACIÓN Y ENCUENTRO
En el alumbramiento, su llanto nos trasmite el primer intento de comunicación. Luego, la voz acariciadora y moduladora de la madre es el mejor de los bálsamos después de las dificultades. Poco a poco va dando muestras de su capacidad de comprensión en intervención en la realidad. Descubre la noción de su corporeidad y del otro, así como del tiempo y del espacio en el cual transcurren las acciones. Separaciones y reencuentros, acciones de signos opuestos pero inevitablemente complementarias debido al carácter afectivo-emocional del nexo que los vincula.
A partir de un sentimiento positivo durante un encuentro interpersonal se dará la resistencia a aceptar la separación. Contrariamente frente a un sentir negativo, la separación será vivida como liberación de tensión, generadora de placer y bienestar.
La imprescindible elaboración y asunción de una separación no deseada posibilita dar valor a los propios sentimientos y afectos, y permanecer disponible para emprender nuevas relaciones. ¿Cómo podemos contribuir en la elaboración?:
EL INGRESO AL CENTRO EDUCATIVO
Existe una independencia relativa y aparecen ciertas dificultades por parte de los adultos referentes para lograr la separación.
Pensando en que el ingreso al Centro supone crecer, permitirse y permitirle interactuar con los otros; así como también incluir en el mundo infantil otros diferentes a su familia que serán referentes en su desarrollo. Es importante entonces:
El niño desempeñará un rol diferente al de hijo, hermano, y asumirá roles de alumno y amigo; para asumir estos roles él deberá aceptar pérdidas y la posibilidad de entablar nuevas relaciones. Será central que las familias asuman un rol activo tanto en la estimulación como en el acompañamiento.
ASI CRECEN… PASO A PASO
Cuando el niño llega a los 3 años de edad es característico que quiera marcar su independencia. Por primera vez intenta ser una persona diferente a los demás y realizar diversas actividades por sí mismo. Para los padres esto suele ser difícil de aceptar. Recordemos que permitir y apoyar esta independencia, no significa perder la autoridad. Al poner límites estamos indicando el camino. Los límites son importantes, pues ofician de marcos contenedores y referenciales; marcos en el telar que cada uno pintará a su manera.
Las familias pueden fomentar la autonomía del niño, el cual a través de un adulto firme, coherente y respetuoso se podrán conciliar sus deseos con las exigencias de la realidad.
Paso a paso el niño crece así…
Está afianzando su sí mismo, construyendo su identidad por lo que necesita autoafirmarse, y esto se refleja en:
Estas son algunas de las características evolutivas de los niños de 3 y 4 años, son pautas que dependen de las singularidades de cada niño y de la estimulación que reciba del medio. No olvidemos que crecer es difícil, los niños se angustian, sienten cosas diferentes frente a los cambios que se dan en su cuerpo. Por eso debemos ser pacientes y comprenderlos, explicarles lo que sucede y acompañarlos en este maravilloso camino.
Lic. en Psicología Gisella Romero
psicgi@gmail.com
099 949 403
CUANDO NACE UN HIJO
PARTICIPANDO EN ESTE ESPACIO, CON EL INTERÉS DE SEGUIR CRECIENDO DÍA A DÍA NOS EMBARCAMOS EN EL GRAN DESAFÍO QUE SUPONE LA VIDA EN FAMILIA. DESDE ALLÍ SE IRÁN ENCONTRANDO SENDEROS POR LOS CUALES TRANSITAR, UNOS MÁS DEFINIDOS QUE OTROS; NOSOTROS INTENTANDO ENCONTRAR LA SEGURIDAD QUE PODRÍA BRINDAR EL BLANCO Y EL NEGRO (POR SER LO DEFINIDO), PARA QUE DE VEZ EN CUANDO, LA NATURALEZA NOS RECUERDE QUE EXISTEN LOS DÍAS GRISES.
El recién nacido es ya un sujeto humano sensible a todo lo que percibe de los demás; los olores, los ritmos motores, el humor, la voz; que tiene deseos y no sólo necesidades. Recibe la valoración que hace el adulto de su persona y de los cuidados que merece, es así que adopta el primer modelo de cómo cuidar de sí mismo, a través de las vivencias cotidianas que experimenta su cuerpo.
A medida que el Sistema Nervioso madura va incrementándose el intercambio con el entorno lo que le permite explorar y conocer el abanico de posibilidades; si los demás experimentan amor o indiferencia por él, el lugar que le dan, el respeto que tienen por su vida y lo que siente.
En este terreno comenzamos a movernos como padres acompañando a nuestros hijos en sus descubrimientos respecto a las diferencias funcionales entre actividades que comienzan a realizar. Podemos ayudarles en emprenderlas con las actitudes pertinentes en cada ocasión:
- Para disponerse a descansar se deberá tomar una actitud de relajamiento.
- Para disponerse a fantasear se puede dejar volar la imaginación sin ataduras.
- Para recoger datos se debe ser riguroso en el procedimiento empleado para captarlos y registrarlos.
- Para sacar conclusiones se debe seguir un plan sistemático de análisis de datos.
El proceso de desarrollo se caracteriza por cambios externos e internos, la maduración de los órganos permite la especialización de las funciones. Comienzan por:
- Mantener erguida y firme la cabeza; buscar con la mirada la fuente del sonido; sonreir espontáneamente.
- Luego se mantendrá sentado con apoyo: intentará la prensión de objetos; emitirá sonidos.
- Intentará pararse; buscar objetos que se ocultan a su vista; reaccionar frente a la presencia de personas desconocidas.
- Caminará solo; comerá con la cuchara aunque derrame; aumentará su vocabulario aunque señale con gestos aquello que desea.
- Comenzará hábitos de higiene; controlará esfínteres; jugará con otros niños.
Pero en este transitar, habrá muchos encuentros y desencuentros, entre nosotros, con los otros y, ¿por qué no?, con nuestros pequeños. Cuestionándonos las decisiones a tomar siempre en torno a: ¿qué es lo que una persona debe aprender como base?.
Los niños deben alcanzar altas competencias en lectura y escritura, en cálculo matemático y resolución de problemas. La buena adquisición de la expresión escrita dará origen a la capacidad para describir, para analizar, comparar y expresar su pensamiento; así como también la capacidad de análisis – crítica del entorno social basado en una formación democrática y en derechos humanos. Siendo imprescindible fomentar la capacidad de trabajar, negociar y decidir en grupos cooperativos.
POTENCIAL Y JUEGO
En la infancia el juego y la actividad exploratoria están indisolublemente unidos. Cuando es bebé juega con sus sentidos, busca a su mamá con la vista y el oído, aprende a reconocer sabores, texturas. Aprende a llorar cuando quiere que sus padres corran en su auxilio. Luego crece y juega con las palabras, los sonidos, aprende a comunicarse de otras maneras. El cuerpo es siempre un instrumento natural que le permite mantener un intercambio constante de experiencias, descubriendo el mundo y reconociendo qué lugar ocupa en él.
El juego permite controlar la ansiedad y da la posibilidad de entablar relaciones, así se desarrollan los contactos sociales. Desde allí se da lugar a la individualidad, ya que se diferencia del otro; opera de bisagra vinculando el funcionamiento del cuerpo y la vivencia de las ideas. La participación de los niños en la preparación y celebración de fiestas populares (por ejemplo: día del medio ambiente) posibilita que se adentren en el mundo de la imaginación y la fantasía.
Pero: ¿por qué sentiría ansiedad nuestro pequeño?
SEPARACIÓN Y ENCUENTRO
En el alumbramiento, su llanto nos trasmite el primer intento de comunicación. Luego, la voz acariciadora y moduladora de la madre es el mejor de los bálsamos después de las dificultades. Poco a poco va dando muestras de su capacidad de comprensión en intervención en la realidad. Descubre la noción de su corporeidad y del otro, así como del tiempo y del espacio en el cual transcurren las acciones. Separaciones y reencuentros, acciones de signos opuestos pero inevitablemente complementarias debido al carácter afectivo-emocional del nexo que los vincula.
A partir de un sentimiento positivo durante un encuentro interpersonal se dará la resistencia a aceptar la separación. Contrariamente frente a un sentir negativo, la separación será vivida como liberación de tensión, generadora de placer y bienestar.
La imprescindible elaboración y asunción de una separación no deseada posibilita dar valor a los propios sentimientos y afectos, y permanecer disponible para emprender nuevas relaciones. ¿Cómo podemos contribuir en la elaboración?:
- Previsión de que la separación va a suceder. (Ejemplo: el ingreso al Jardín).
- Contar con “recordatorios” de personas queridas. (Ejemplo: un juguete, fotografías).
- Trasmitir conocimiento y confianza de un reencuentro. (Ejemplo: “Me voy y podría llegar tarde”).
- Situaciones que no los tomen desprevenidos a los niños. (Ejemplo: “Vamos a visitar a… luego”).
EL INGRESO AL CENTRO EDUCATIVO
Existe una independencia relativa y aparecen ciertas dificultades por parte de los adultos referentes para lograr la separación.
Pensando en que el ingreso al Centro supone crecer, permitirse y permitirle interactuar con los otros; así como también incluir en el mundo infantil otros diferentes a su familia que serán referentes en su desarrollo. Es importante entonces:
- Lo primero: el diálogo entre los padres a fin de acordar qué desean trasmitir a sus hijos.
- Reflexionar en torno a qué valores, creencias, conductas prentenden fomentar en los chicos y de qué manera.
- Confiar y así poder transmitir confianza, tranquilidad y apertura a la propuesta.
- Incluir en el cuestionamiento la importancia que tendrán para ustedes las actividades que serán ofrecidas por el Centro. ¿Se priorizará lo académico u otras actividades?
- En tal caso, ¿qué otras actividades serán las más importantes? Para lo cual será necesario evaluar el contexto en el que su hijo se está desarrollando, sus posibilidades a futuro tendrán directa conexión con lo que en este período se comience a estimular.
- Favorecer el conocimiento de su esquema corporal, estimularlo motrizmente (posibilitará la adquisición de la marcha y el lenguaje).
- Se juegan dudas, ansiedades y temores en todo el entorno familiar, las cuales se irán disipando durante el proceso de adaptación al Centro.
El niño desempeñará un rol diferente al de hijo, hermano, y asumirá roles de alumno y amigo; para asumir estos roles él deberá aceptar pérdidas y la posibilidad de entablar nuevas relaciones. Será central que las familias asuman un rol activo tanto en la estimulación como en el acompañamiento.
ASI CRECEN… PASO A PASO
Cuando el niño llega a los 3 años de edad es característico que quiera marcar su independencia. Por primera vez intenta ser una persona diferente a los demás y realizar diversas actividades por sí mismo. Para los padres esto suele ser difícil de aceptar. Recordemos que permitir y apoyar esta independencia, no significa perder la autoridad. Al poner límites estamos indicando el camino. Los límites son importantes, pues ofician de marcos contenedores y referenciales; marcos en el telar que cada uno pintará a su manera.
Las familias pueden fomentar la autonomía del niño, el cual a través de un adulto firme, coherente y respetuoso se podrán conciliar sus deseos con las exigencias de la realidad.
Paso a paso el niño crece así…
- Ayuda en tareas fáciles de la casa.
- Pregunta todo, le gusta escuchar las mismas narraciones.
- Puede vestirse y desvestirse con ayuda.
- Recorta figuras, arma rompecabezas sencillos.
- Aprende a escuchar y escucha para aprender.
- Necesita investigar las diferencias anatómicas de los sexos.
- Suele tener amigos imaginarios.
- Disfruta contando historias, inventa, juega con las palabras.
- Ha construido vínculos afectivos fuertes y estables con algunos adultos, lo que le permite aceptar pequeñas separaciones, sin angustiarse demasiado.
Está afianzando su sí mismo, construyendo su identidad por lo que necesita autoafirmarse, y esto se refleja en:
- Hacer cosas por sí mismo (“Yo puedo”).
- Medir su fuerza (retando a sus pares y adultos).
- Oponerse para marcar las diferencias (“Yo no soy tu”).
- Ser protagonista; que le reconozcan y aprueben (no es por capricho sino por autoafirmarse).
Estas son algunas de las características evolutivas de los niños de 3 y 4 años, son pautas que dependen de las singularidades de cada niño y de la estimulación que reciba del medio. No olvidemos que crecer es difícil, los niños se angustian, sienten cosas diferentes frente a los cambios que se dan en su cuerpo. Por eso debemos ser pacientes y comprenderlos, explicarles lo que sucede y acompañarlos en este maravilloso camino.
Lic. en Psicología Gisella Romero
psicgi@gmail.com
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