Martes, 03 de febrero de 2015
Consult Psicologia Clinica MDS
- Las Terrenas, Samaná, (República Dominicana)
Psicología
Psicología
Desde épocas tempranas en nuestra vida iniciamos una lucha interminable que va desde la construcción de la identidad hasta la aceptación personal. Parecería una batalla interminable en la cual nunca tenemos un ganador. Exigencias del medio familiar y social nos dicen continuamente cómo debemos comportarnos, qué somos, si encajamos dentro de la sociedad y si estamos cumpliendo con los roles que nos han asignado y con las expectativas de nuestros padres, pareja, amigos y de nosotros mismos. Brumet (2014) señala que puede resultar difícil aceptar quienes somos totalmente, con todo lo que supone, pero que al hacerlo “es el regalo más grande y la ruta más segura hacia la felicidad”.
Hemos aprendido que nuestra felicidad proviene de lo externo y en ese sentido, basamos nuestro bienestar en la aceptación y el amor que otros pueden proporcionarnos para sentirnos amados, aceptados y validados, así como en los logros y posesiones materiales. Esta búsqueda desesperada nos impide aceptar plenamente nuestro ser en el momento presente, en vista de que si cualquiera de estos recursos fallara, nos hará sentir que hemos fracasado como personas, con lo que la autoestima podría quedar afectada, por la relación que aprendimos de que el éxito o el fracaso inciden en lo que somos como seres humanos.
En su artículo, "Autoaceptación Radical", Robert Brumet afirma que al aceptar plenamente cada experiencia de vida sin resistencia, análisis, interpretación, manipulación o control, experimentamos cada sensación, emoción y pensamiento completamente y sin juicio. Esto no significa que disfrutemos cada experiencia que surge en nuestras vidas. Lo que “implica es que a la misma vez que aceptamos completamente nuestra experiencia interna presente, actuamos ética y responsablemente en el mundo.”
En la medida que podemos aceptarnos a nosotros mismos y a los demás, logramos una vida más plena, ya que aprendemos a relacionarnos con el mundo de una manera diferente y una comprensión más elevada de nosotros y de los demás surge, aportándonos esa paz que sólo viene dada por las cosas que nos ocurren en el aquí y en el ahora. Entonces nuestro sentido de autovalía no se vería afectado por las situaciones que vivimos. Más bien, una aceptación de que somos seres humanos en crecimiento, viviendo una experiencia de aprendizaje, no limitaría nuestras vidas y además nos daría el impulso necesario para desarrollar los recursos que nos lleven a lograr nuestras metas, sin que ello ponga en tela de juicio aquello que somos como seres humanos.
Maritza Díaz Savary, M.A.
Psicóloga Clínica
Especialista en Terapias de Tercera Generación (ACT y Mindfulness)
Tels. 809 508-7632 y 829 994-6119
https://www.facebook.com/maritzadiazsavaryterapeuta?ref=hl
Hemos aprendido que nuestra felicidad proviene de lo externo y en ese sentido, basamos nuestro bienestar en la aceptación y el amor que otros pueden proporcionarnos para sentirnos amados, aceptados y validados, así como en los logros y posesiones materiales. Esta búsqueda desesperada nos impide aceptar plenamente nuestro ser en el momento presente, en vista de que si cualquiera de estos recursos fallara, nos hará sentir que hemos fracasado como personas, con lo que la autoestima podría quedar afectada, por la relación que aprendimos de que el éxito o el fracaso inciden en lo que somos como seres humanos.
En su artículo, "Autoaceptación Radical", Robert Brumet afirma que al aceptar plenamente cada experiencia de vida sin resistencia, análisis, interpretación, manipulación o control, experimentamos cada sensación, emoción y pensamiento completamente y sin juicio. Esto no significa que disfrutemos cada experiencia que surge en nuestras vidas. Lo que “implica es que a la misma vez que aceptamos completamente nuestra experiencia interna presente, actuamos ética y responsablemente en el mundo.”
En la medida que podemos aceptarnos a nosotros mismos y a los demás, logramos una vida más plena, ya que aprendemos a relacionarnos con el mundo de una manera diferente y una comprensión más elevada de nosotros y de los demás surge, aportándonos esa paz que sólo viene dada por las cosas que nos ocurren en el aquí y en el ahora. Entonces nuestro sentido de autovalía no se vería afectado por las situaciones que vivimos. Más bien, una aceptación de que somos seres humanos en crecimiento, viviendo una experiencia de aprendizaje, no limitaría nuestras vidas y además nos daría el impulso necesario para desarrollar los recursos que nos lleven a lograr nuestras metas, sin que ello ponga en tela de juicio aquello que somos como seres humanos.
Maritza Díaz Savary, M.A.
Psicóloga Clínica
Especialista en Terapias de Tercera Generación (ACT y Mindfulness)
Tels. 809 508-7632 y 829 994-6119
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