Viernes, 22 de noviembre de 2013
joanllisterri
Psicología
Psicología
Hay una expresión ancestral china que reza: "si un problema no tiene solución no vale la pena que te preocupes, y si la tiene, porqué te angustias?" (os habréis dado cuenta de que se trata de una adaptación libre...).
Cuándo nos sentimos indefensos de verdad? (cuándo los alumnos se sienten indefensos de verdad?). Cuando (sí, esta vez ya sin acento. Fijaos en la diferencia de matiz del cuándo/cuando con o sin él. El primero corresponde a la pregunta propiamente dicha y el segundo intenta responder preguntando. Me explico?) creemos que no podremos con una situación concreta? Cuando hemos comprobado que hagamos lo que hagamos no solucionaremos la papeleta? O cuando sabemos que no es posible solucionarla?Estas tres respuestas-pregunta tienen matices muy diferentes y conviene diferenciarlos.
"Cuando creemos que no podremos con una situación concreta?". Esta respuesta nos introduce en un tema de percepción. La idea que tengamos sobre nuestra capacidad o discapacidad para poder solucionar un problema dependerá de un amplio abanico de ingredientes que no seríamos capaces de terminarnos nunca. La autoestima, el autoconcepto, las expectativas, los antecedentes, la opinión proviniente de nuestro entorno, las motivaciones o las necesidades pueden hacernos navegar por infinidad de olas y de tormentas. Pueden hacer que nademos mansamente por un mar en calma o pueden guiarnos por la más cruenta de las inclemencias. Todos estos elementos psicológicos y ambientales no dependen de nosotros mismos y, a veces, ni de nuestro entorno.
Pràcticamente nada es blanco ni negro (no pienso caer en el relativismo más recalcitrante ya que sí hay cosas blancas o negras...alguine ha visto alguna vez un piano?) y los parámetros que he citado anteriormente disponen de diferentes grados de exposición a nuestro control y para conocer estos grados es necesario, como siempre, conocerse muy bién y disponer de la información más amplia posible de nuestro entorno y de las personas que forman parte de él (que es lo más complicado). La percepción puede hacernos bailar por el más absurdo de los abismos, pero no tiene por qué hacerlo.
"Cuando hemos comprobado que hagamos lo que hagamos no solucionaremos la papeleta?". Esta segunda respuesta implica que hemos buscado cualquier tipo de solución (de entre las que se nos hayan ocurrido, cosa que no significa que sean todas las posibles...ni mucho menos!) y que no nos ha sido posible gritar eureka!! Este escenario implica también una especie de indefensión aprendida a mode de Seligman dado que ya hemos llegado a la conclusión que intentemos lo que intentemos nos llevará al mismo desenlace: el desastre. Esta indefensión aprendida lleva consigo de la mano una circunstancia terrible y es que es totalmente falso que no exista la salida del laberinto pero nadie podrá hacernos ver lo contrario porque estamos mucho más que convencidos de ello.
Estamos hablando de un tipo de percepción muy diferente a la anterior ya que enlaza sus brazos con una serie de ensayos-errores demoledora para nosotros. Nos encontramos, por tanto, dentro del espectro de nuestras posibilidades pero alguna cosa nos ha convencido de lo contrario.
"Cuando sabemos que no es posible solucionarla?". Esta tercera posibilidad (y no afirmo que no haya más alternativas de respuesta. Sólo he elegido las más representativas desde mi punto de vista...si alguien tiene más respuestas oportunas estaría bien debatirlas, no?) ya lleva implícita una certeza. Aquí podríamos volver a discutir sobre la adhesión indestructible al relativismo de algunas mentes pensantes (diferentes a la mía, os lo aseguro) pero os estou hablando de casos como saltar 100 m. de altura sin pértiga o como atravesar el pacífico en una sola etapa y sin avituallamiento ni compañía algunos. El quid de la cuestión estriba en que de este tipo de alternativa no existen demasiadas situaciones que la ejemplifiquen ya que la mayoría de veces (lo sé, no siempre!) renunciamos a empezar cualquier reto que reconozcamos de antemano como inalcanzable.
Ya hemos abandonado en este supuesto los dominios de nuestras capacidades y también el terreno de juego. Estamos mucho más allá del lugar donde el conocimiento de nuestras limitaciones no nos aconsejaría acercarnos nunca (relled si queréis http://metodellisterri.blogspot.com.es/2013/01/reflexions-vi-limitacions-i.html).
Nuestros alumnos (cómo me gusta llamarlos así...) nos piden que les situemos, que les coloquemos donde están, que les ayudemos a definir los escenarios donde se van a ir desarrollando sus acciones.
Como siempre debemos ser capaces de elegir con astucia. Debemos ser capaces de elegir dónde están. Deberíamos tener la habilidad de situarlos para guiar sus pasos hacia el lugar hacia el que quieren ir: hacia el abandono de la percepción, hacia el abandono de la indenfensión o hacia el abandono del hito (respectivamente).
Cuándo nos sentimos indefensos de verdad? (cuándo los alumnos se sienten indefensos de verdad?). Cuando (sí, esta vez ya sin acento. Fijaos en la diferencia de matiz del cuándo/cuando con o sin él. El primero corresponde a la pregunta propiamente dicha y el segundo intenta responder preguntando. Me explico?) creemos que no podremos con una situación concreta? Cuando hemos comprobado que hagamos lo que hagamos no solucionaremos la papeleta? O cuando sabemos que no es posible solucionarla?Estas tres respuestas-pregunta tienen matices muy diferentes y conviene diferenciarlos.
"Cuando creemos que no podremos con una situación concreta?". Esta respuesta nos introduce en un tema de percepción. La idea que tengamos sobre nuestra capacidad o discapacidad para poder solucionar un problema dependerá de un amplio abanico de ingredientes que no seríamos capaces de terminarnos nunca. La autoestima, el autoconcepto, las expectativas, los antecedentes, la opinión proviniente de nuestro entorno, las motivaciones o las necesidades pueden hacernos navegar por infinidad de olas y de tormentas. Pueden hacer que nademos mansamente por un mar en calma o pueden guiarnos por la más cruenta de las inclemencias. Todos estos elementos psicológicos y ambientales no dependen de nosotros mismos y, a veces, ni de nuestro entorno.
Pràcticamente nada es blanco ni negro (no pienso caer en el relativismo más recalcitrante ya que sí hay cosas blancas o negras...alguine ha visto alguna vez un piano?) y los parámetros que he citado anteriormente disponen de diferentes grados de exposición a nuestro control y para conocer estos grados es necesario, como siempre, conocerse muy bién y disponer de la información más amplia posible de nuestro entorno y de las personas que forman parte de él (que es lo más complicado). La percepción puede hacernos bailar por el más absurdo de los abismos, pero no tiene por qué hacerlo.
"Cuando hemos comprobado que hagamos lo que hagamos no solucionaremos la papeleta?". Esta segunda respuesta implica que hemos buscado cualquier tipo de solución (de entre las que se nos hayan ocurrido, cosa que no significa que sean todas las posibles...ni mucho menos!) y que no nos ha sido posible gritar eureka!! Este escenario implica también una especie de indefensión aprendida a mode de Seligman dado que ya hemos llegado a la conclusión que intentemos lo que intentemos nos llevará al mismo desenlace: el desastre. Esta indefensión aprendida lleva consigo de la mano una circunstancia terrible y es que es totalmente falso que no exista la salida del laberinto pero nadie podrá hacernos ver lo contrario porque estamos mucho más que convencidos de ello.
Estamos hablando de un tipo de percepción muy diferente a la anterior ya que enlaza sus brazos con una serie de ensayos-errores demoledora para nosotros. Nos encontramos, por tanto, dentro del espectro de nuestras posibilidades pero alguna cosa nos ha convencido de lo contrario.
"Cuando sabemos que no es posible solucionarla?". Esta tercera posibilidad (y no afirmo que no haya más alternativas de respuesta. Sólo he elegido las más representativas desde mi punto de vista...si alguien tiene más respuestas oportunas estaría bien debatirlas, no?) ya lleva implícita una certeza. Aquí podríamos volver a discutir sobre la adhesión indestructible al relativismo de algunas mentes pensantes (diferentes a la mía, os lo aseguro) pero os estou hablando de casos como saltar 100 m. de altura sin pértiga o como atravesar el pacífico en una sola etapa y sin avituallamiento ni compañía algunos. El quid de la cuestión estriba en que de este tipo de alternativa no existen demasiadas situaciones que la ejemplifiquen ya que la mayoría de veces (lo sé, no siempre!) renunciamos a empezar cualquier reto que reconozcamos de antemano como inalcanzable.
Ya hemos abandonado en este supuesto los dominios de nuestras capacidades y también el terreno de juego. Estamos mucho más allá del lugar donde el conocimiento de nuestras limitaciones no nos aconsejaría acercarnos nunca (relled si queréis http://metodellisterri.blogspot.com.es/2013/01/reflexions-vi-limitacions-i.html).
Nuestros alumnos (cómo me gusta llamarlos así...) nos piden que les situemos, que les coloquemos donde están, que les ayudemos a definir los escenarios donde se van a ir desarrollando sus acciones.
Como siempre debemos ser capaces de elegir con astucia. Debemos ser capaces de elegir dónde están. Deberíamos tener la habilidad de situarlos para guiar sus pasos hacia el lugar hacia el que quieren ir: hacia el abandono de la percepción, hacia el abandono de la indenfensión o hacia el abandono del hito (respectivamente).