Miércoles, 27 de abril de 2016
Gabriel Horacio Arguijo Gándara
- Torreón, (México)
Psicología
Psicología
Pudiésemos imaginar que debido a la sincronización de amistades, la depresión se propaga entre las mismas cuando se presenta en una persona, pero un estudio reciente demuestra que no es así, de hecho, los amigos pueden proporcionar un efecto protector contra la depresión.
El profesor Frances Griffiths, uno de los autores del estudio, dijo: “La depresión es un importante problema de salud pública en todo el mundo. Pero la buena noticia es que hemos encontrado que un estado de ánimo saludable entre amigos se vincula con un riesgo significativamente menor de desarrollarla y un aumento a la oportunidad de recuperarse de la depresión”.
El estudio se llevó a cabo con una población de más de dos mil adolescentes que asisten a la escuela secundaria. Los investigadores observaron cómo sus estados de ánimo cambian en comparación con otros estudiantes que se encontraban en su red social.
Encontraron que cuando los amigos de alguien se encontraban con un estado de ánimo saludable, proporcionaban un efecto protector contra la depresión y que de hecho, se redujo a la mitad la probabilidad de que alguien del grupo la desarrollara y en caso de desarrollarse, pertenecer al grupo duplica la probabilidad de recuperarse.
Edward Hill, primer autor del estudio, dijo: “Nuestros resultados sugieren que cualquier amistad entre adolescentes puede reducir la depresión y tener amigos deprimidos no los pone en riesgo, pero tener amigos sanos si es funcional de manera protectora y curativa”.
Por ello, como sociedad es importante promover el apoyo mutuo para una mayor generación de enlaces sociales que sirvan como contención a quien la necesite y fortalecimiento a los demás del grupo. Justamente así es como comienza la civilización, con formación de grupos donde cada individuo es protegido de los peligros externos que pueda representar el vivir en solitario.
Uno de ellos, hoy en día, es la depresión (como se menciona en este estudio), la cual ha ido en aumento si consideramos que en parte nos hemos vuelto una sociedad que goza de querer vivir aceleradamente y no permite fácilmente la creación de nuevas amistades o redes de apoyo.
Artículo por: Gabriel Horacio Arguijo Gándara
Web: www.gabrielgandara.com
El profesor Frances Griffiths, uno de los autores del estudio, dijo: “La depresión es un importante problema de salud pública en todo el mundo. Pero la buena noticia es que hemos encontrado que un estado de ánimo saludable entre amigos se vincula con un riesgo significativamente menor de desarrollarla y un aumento a la oportunidad de recuperarse de la depresión”.
El estudio se llevó a cabo con una población de más de dos mil adolescentes que asisten a la escuela secundaria. Los investigadores observaron cómo sus estados de ánimo cambian en comparación con otros estudiantes que se encontraban en su red social.
Encontraron que cuando los amigos de alguien se encontraban con un estado de ánimo saludable, proporcionaban un efecto protector contra la depresión y que de hecho, se redujo a la mitad la probabilidad de que alguien del grupo la desarrollara y en caso de desarrollarse, pertenecer al grupo duplica la probabilidad de recuperarse.
Edward Hill, primer autor del estudio, dijo: “Nuestros resultados sugieren que cualquier amistad entre adolescentes puede reducir la depresión y tener amigos deprimidos no los pone en riesgo, pero tener amigos sanos si es funcional de manera protectora y curativa”.
Por ello, como sociedad es importante promover el apoyo mutuo para una mayor generación de enlaces sociales que sirvan como contención a quien la necesite y fortalecimiento a los demás del grupo. Justamente así es como comienza la civilización, con formación de grupos donde cada individuo es protegido de los peligros externos que pueda representar el vivir en solitario.
Uno de ellos, hoy en día, es la depresión (como se menciona en este estudio), la cual ha ido en aumento si consideramos que en parte nos hemos vuelto una sociedad que goza de querer vivir aceleradamente y no permite fácilmente la creación de nuevas amistades o redes de apoyo.
Artículo por: Gabriel Horacio Arguijo Gándara
Web: www.gabrielgandara.com