Psicología
Hablamos de energía sin parar. También de carácter, de coraza, de enfermedad, de cuerpo. A veces de tanto repetir, las palabras van perdiendo significado y con el tiempo se van tergiversando, corriendo el riesgo de quedarse a la deriva, entre frases huecas, ojos ciegos y oídos sordos.
También en tiempos de Reich existía la necesidad de traspasar los juicios de valor “bueno” y “malo” en cuestiones de la ciencia. El propuso basarse en las funciones energéticas bajo la suposición de la existencia de una energía vital. Esta energía gobierna tanto las funciones del cuerpo como las de la mente, determinando un funcionamiento bio-energético y dejando de ser el carácter algo puramente psicológico y emocional.
El análisis del carácter fue planteado por Reich como una forma de “movilizar la energía estancada contenida en la coraza”. El objetivo básico de la curación por medio de su técnica es el de extraer esa energía inmovilizada, aumentando el nivel energético en otras zonas.
La energía estancada se encuentra en las personas y en todo lo vivo. Reich la denominó “DOR” y en su laboratorio demostró, no sin problemas, cómo la energía vital (OR) era capaz de movilizar esa energía estancada.
Pongamos un ejemplo. Si pasamos unos cuantos días pegados al ordenador u obsesionados con lo mal que va la vida, mientras comemos papas fritas y hamburguesas con cocacola y no hay disposición ni para una ducha, es muy posible que algo se bloquee en nuestro interior y nos sintamos pesados y densos en algún momento. Si es así, el DOR está ganando terreno. Si decidimos cortar con la dinámica y nos levantamos de la silla a dar un paseo al aire libre, si dejamos que el agua fresca recorra nuestro cuerpo o decidimos hacernos una comida rica en propiedades nutritivas, hay un movimiento que es como renacer. En este caso, la energía vital, o energía OR, está tomando las riendas.
Energía estancada no quiere decir inactiva. Por el contrario, aún allí escondida y quieta tiene la capacidad de irritar el sistema energético, que responde a esa irritación aislando, secuestrando la parte enferma. Ese secuestro es la parte visible, o sea la enfermedad. Se ve, por ejemplo, en la fiebre ante una infección o en una inflamación local y la cura depende del resultado de la lucha entre el invasor dañino y el secuestro reactivo.
Decía que la energía estancada se encuentra en todo lo vivo, no sólo en el organismo humano. La energía atmosférica inmovilizada llamada DOR se las arregla para influir en nuestros organismos. ¿Cómo? Dependemos de la atmósfera por el oxígeno, el agua, la eliminación de dióxido de carbono. Queramos o no, estamos en constante interacción con ella –con la atmósfera– aunque nos empeñemos en destruirla.
Y esa atmósfera de la que tanto dependemos, también depende del equilibrio energético ya que, contrario al DOR, la energía vital en libre movimiento tiene el papel esencial de mantener la vida. Si esta energía no está presente, hasta el agua y la lluvia serían inútiles.
Con estas bases, Reich mostró que la coraza caracterial es la energía DOR secuestrada. La coraza no es psicológica y tampoco es estática, sino que es un bloqueo dinámico que impide el movimiento de la energía vital.
¿Quien provoca este bloqueo? El propio organismo. El instrumento mecánico de las funciones primarias de la energía vital es el Sistema Nervioso Autónomo y estas funciones vitales más básicas están coordinadas con las funciones intelectuales más elevadas.
Decía Reich que “la vida acorazada ejerce su poder de secuestro sobre la no acorazada, igual como el funcionamiento vital no acorazado ejerce su función de secuestro ante los cuerpos extraños intrusos e inasimilables”. Entonces, tanto el DOR como el OR utilizan el principio del secuestro para preservar su existencia, aunque sean mutuamente exclusivos.
Si comprendemos esto, habremos comprendido una de las bases del paradigma reichiano y, por tanto, de la Psicoterapia Caracteroanalítica. Pero como sabemos, la orgonomía no se limita a la consulta de terapia, sino que se traslada a otros ámbitos de una manera compleja e ilimitada. El espacio terapéutico viene a ser un “simple” reflejo de lo que una persona vive, por ejemplo a nivel social.
En el campo social, Reich pone el ejemplo de cómo las manifestaciones vitalmente positivas de la genitalidad natural en las personas, pasan a ser nada menos que elementos intrusos, extraños y peligrosos para la existencia, vistas bajo el espectro de la vida acorazada:
“La vida acorazada sólo vive y sólo puede vivir sobre una base de estricta negación del amor corporal natural. Por lo tanto, donde quiera y cuando quiera que la vida acorazada se encuentre con el amor natural, especialmente con la función más sobresaliente en este dominio, la genitalidad natural de los niños, adolescentes, hombres y mujeres, ejercitará la presión del "ostracismo social" de una opinión pública negativa y amenazante, de calumnia, chismes y difamación y todavía peor, enjuiciamiento. La vida acorazada así tratará de secuestrar y eliminar la amenaza de su existencia sobre la base de una función primordial de lo viviente, en defensa de su integridad y persistencia organísmica… […]
El camino a la salud no es una línea recta, ascendente y continua. Es un ir y venir entre miedos, angustias, alegrías, fuerzas, claridades y debilidades. Es un arduo submarinismo en las profundidades de uno mismo, aliviado por momentos de tranquilidad y alegría extraordinarias, donde lo único seguro es que vale la pena el proceso, si el resultado es el de sentirse auténticamente vivo.
María Clara Ruiz
Nota: Este artículo está basado en la primera parte del documento de Wilhelm Reich: “El Dor Buster Médico” (1955), reimpreso más tarde como “El Desierto Emocional” (1960).
Para los no familiarizados con el pensamiento reichiano, sugiero leer el artículo publicado en mi blog: “La Coraza Caracterial y Muscular”. Para profundizar en la teoría y la técnica, propongo acceder a la “Biblioteca”, así como a las páginas web de las diferentes escuelas y centros post-reichianos, gracias a los cuales el paradigma reichiano se actualiza permanentemente: “Recursos Post-Reich”.