Martes, 16 de diciembre de 2014
Zuriñe Serradilla Psicología
- Vitoria, (España)
Psicología
Psicología
El tiempo cronológico y su medida ha sido y es una cuestión que ha preocupado al ser humano desde.... el principio de los tiempos.
Más aún nos ha preocupado y preocupa ocupar ese tiempo y de qué manera.
Me atrevo a decir aquí que últimamente en nuestra sociedad (por no acotar y señalar más todavía) una parte importante (1) de nuestro tiempo debe (2) estar ocupado por un tiempo al que llamamos productivo (3).
Antes de pasar a las consecuencias, intentaré clarificar aquello a lo que me estoy refiriendo:
Por importante (1) quiero decir en su extensión, esto es, si hemos acordado que el día lo vamos a dividir en 24 horas, 8 serán para ese trabajo productivo: estoy hablando de un tercio del día. Contando que otro tercio lo destinamos a dormir y que del tercio restante podemos dejar una hora para desplazamientos (con suerte), tres para desayuno, comida y cena (con suerte) por no desglosar más ahora digamos que sacamos cuatro horas "limpias" al día.
De esta forma, la extensión que dedicamos a ese trabajo remunerado pasa a ser significativamente importante en nuestras vidas, en nuestro día a día... importante en cuanto que si pasamos tanto tiempo dedicado a este trabajo, cuando hacemos valoraciones acerca de nuestra propia forma de comportarnos, relacionarnos, de nuestros éxitos o fracasos, tendremos más datos para realizar nuestra autovaloración (porque pasamos la mayor parte de nuestro tiempo) en base a nuestro trabajo o, a lo que me refiero aquí, capacidad productiva. Al pasar más tiempo y tener más datos, la tendencia a generalizar está servida.
Por debe (2) quiero decir en el sentido de obligación, directa o indirecta. Cuando digo últimamente y en nuestra sociedad, me estoy refiriendo, por ejemplo, a cómo la educación actual desde la infancia hasta los estudios superiores está cada vez más enfocada (y cada vez con menos sutileza) hacia el mercado laboral, empresa y competitividad. Nos están enseñando que para sobrevivir, para adaptarnos, tenemos que competir y producir más y mejor. Suena a muy evolucionado, desde luego.
Claros están los valores implícitos y la contradicción y el malestar que puede generar a la persona creativa, cooperativa o reflexiva.
Además de la penalización moral si no formas parte del trabajo productivo, por supuesto, está la sanción económica, que retroalimentada por el funcionamiento anterior, es además de espiritual, físicamente destructiva.
Y por productivo (3) estoy hablando de remunerado. No es productivo el cuidado de tu hogar, de tu familia, sí lo es si lo haces para otras personas y te pagan por ello. Por supuesto no todo vale y hay trabajos mejor considerados que otros y esto, de nuevo, en la educación se vuelve a dejar patente.
Los trabajos llamados no cualificados se valoran como trabajos necesarios para la supervivencia directa del que los lleva acabo y por norma general nadie cuestiona si ese trabajo le completa a nivel personal. Esto se explica por el "debe" y se lapida por el "importante".
Aquellos trabajos relacionados con las denominadas "humanidades" se desacreditan o se silencian y pongo por ejemplo la salida de la filosofía por la puerta de atrás en educación o el empuje hacia lo sanitario de la psicología con una sospechada inercia a la extinción. ¿Para qué sirve un filósofo? No me puedo permitir ir a el psicólogo. Estas cuestiones tenían que estar resueltas, desde la aplicación del propio lenguaje dejando lo puramente productivo, desde la educación que lo enseñe, desde la ley que lo proteja.
Con todo ello, con la medida que hacemos del tiempo y con la forma y las razones que nos hemos creado para ocuparlo...
¿Cómo nos sentimos cuando nuestro tiempo no está siendo utilizado?
Cuando, por ejemplo, en el día a día estás en esas cuatro horas "limpias" que te quedan para tí.
Cuando, por ejemplo, son vacaciones o hace tiempo que no tienes un trabajo (productivo).
Cuando, por ejemplo, pasas más tiempo con tu pareja o tus hijos que cuando estabas en ese trabajo (productivo).
Para todas las personas, estas preguntas, no tienen la misma respuesta.
Durante las vacaciones o períodos con mayor tasa de paro se producen, con mayor frecuencia, rupturas de pareja, depresiones, ataques de ansiedad o suicidios. No se sabe qué hacer, qué sentir, qué pensar ni cómo cuando tenemos tiempo, tiempo real.
No somos lo que trabajamos.
No hoy.
Somos más, mucho más.
Para eso sirve la psicología, la filosofía: no tener miedo de preguntarnos cosas, enfrentarnos a la vida.
Me suena más evolucionado y adaptativo que la ley del más fuerte o "cómo producir infinitamente en un mundo finito", pero también mucho más amenazador a todo el planteamiento anterior.
Para reflexionar sobre el tiempo, el trabajo, y lo evolucionado os dejo aquí un par de citas:
"Son las doce de la noche del 31 de diciembre, la vida comenzó el 1 de enero:
-hasta el 15 de septiembre no aparecen los organismos pluricelulares
-hacia el 10 de noviembre, colonización de la tierra por las plantas y aparición de los vertebrados
-hasta el 24 de diciembre no comienza la evolución de los mamíferos
-el 31 de diciembre, aparición del Australopiteco
-a las 11.15 de la noche, aparición del Homo sapiens
-hace 2 segundos, la revolución industrial."
F.Ayala: Origen y evolución del hombre. Madrid. Alianza.
"Actualmente trabajamos más horas que un esclavo romano"*
Antonio Fornés (Filósofo contemporáneo)
*Como última curiosidad señalaré que en el Paleolítico apenas dedicaban 2 o 3 horas al trabajo (productivo) porque pasaban gran parte de su tiempo dedicado al ocio y al pensamiento.
¡Nos vemos por La Nube!
Zuriñe Serradilla, Psicóloga en Terapias en la Nube
Más aún nos ha preocupado y preocupa ocupar ese tiempo y de qué manera.
Me atrevo a decir aquí que últimamente en nuestra sociedad (por no acotar y señalar más todavía) una parte importante (1) de nuestro tiempo debe (2) estar ocupado por un tiempo al que llamamos productivo (3).
Antes de pasar a las consecuencias, intentaré clarificar aquello a lo que me estoy refiriendo:
Por importante (1) quiero decir en su extensión, esto es, si hemos acordado que el día lo vamos a dividir en 24 horas, 8 serán para ese trabajo productivo: estoy hablando de un tercio del día. Contando que otro tercio lo destinamos a dormir y que del tercio restante podemos dejar una hora para desplazamientos (con suerte), tres para desayuno, comida y cena (con suerte) por no desglosar más ahora digamos que sacamos cuatro horas "limpias" al día.
De esta forma, la extensión que dedicamos a ese trabajo remunerado pasa a ser significativamente importante en nuestras vidas, en nuestro día a día... importante en cuanto que si pasamos tanto tiempo dedicado a este trabajo, cuando hacemos valoraciones acerca de nuestra propia forma de comportarnos, relacionarnos, de nuestros éxitos o fracasos, tendremos más datos para realizar nuestra autovaloración (porque pasamos la mayor parte de nuestro tiempo) en base a nuestro trabajo o, a lo que me refiero aquí, capacidad productiva. Al pasar más tiempo y tener más datos, la tendencia a generalizar está servida.
Por debe (2) quiero decir en el sentido de obligación, directa o indirecta. Cuando digo últimamente y en nuestra sociedad, me estoy refiriendo, por ejemplo, a cómo la educación actual desde la infancia hasta los estudios superiores está cada vez más enfocada (y cada vez con menos sutileza) hacia el mercado laboral, empresa y competitividad. Nos están enseñando que para sobrevivir, para adaptarnos, tenemos que competir y producir más y mejor. Suena a muy evolucionado, desde luego.
Claros están los valores implícitos y la contradicción y el malestar que puede generar a la persona creativa, cooperativa o reflexiva.
Además de la penalización moral si no formas parte del trabajo productivo, por supuesto, está la sanción económica, que retroalimentada por el funcionamiento anterior, es además de espiritual, físicamente destructiva.
Y por productivo (3) estoy hablando de remunerado. No es productivo el cuidado de tu hogar, de tu familia, sí lo es si lo haces para otras personas y te pagan por ello. Por supuesto no todo vale y hay trabajos mejor considerados que otros y esto, de nuevo, en la educación se vuelve a dejar patente.
Los trabajos llamados no cualificados se valoran como trabajos necesarios para la supervivencia directa del que los lleva acabo y por norma general nadie cuestiona si ese trabajo le completa a nivel personal. Esto se explica por el "debe" y se lapida por el "importante".
Aquellos trabajos relacionados con las denominadas "humanidades" se desacreditan o se silencian y pongo por ejemplo la salida de la filosofía por la puerta de atrás en educación o el empuje hacia lo sanitario de la psicología con una sospechada inercia a la extinción. ¿Para qué sirve un filósofo? No me puedo permitir ir a el psicólogo. Estas cuestiones tenían que estar resueltas, desde la aplicación del propio lenguaje dejando lo puramente productivo, desde la educación que lo enseñe, desde la ley que lo proteja.
Con todo ello, con la medida que hacemos del tiempo y con la forma y las razones que nos hemos creado para ocuparlo...
¿Cómo nos sentimos cuando nuestro tiempo no está siendo utilizado?
Cuando, por ejemplo, en el día a día estás en esas cuatro horas "limpias" que te quedan para tí.
Cuando, por ejemplo, son vacaciones o hace tiempo que no tienes un trabajo (productivo).
Cuando, por ejemplo, pasas más tiempo con tu pareja o tus hijos que cuando estabas en ese trabajo (productivo).
Para todas las personas, estas preguntas, no tienen la misma respuesta.
Durante las vacaciones o períodos con mayor tasa de paro se producen, con mayor frecuencia, rupturas de pareja, depresiones, ataques de ansiedad o suicidios. No se sabe qué hacer, qué sentir, qué pensar ni cómo cuando tenemos tiempo, tiempo real.
No somos lo que trabajamos.
No hoy.
Somos más, mucho más.
Para eso sirve la psicología, la filosofía: no tener miedo de preguntarnos cosas, enfrentarnos a la vida.
Me suena más evolucionado y adaptativo que la ley del más fuerte o "cómo producir infinitamente en un mundo finito", pero también mucho más amenazador a todo el planteamiento anterior.
Para reflexionar sobre el tiempo, el trabajo, y lo evolucionado os dejo aquí un par de citas:
"Son las doce de la noche del 31 de diciembre, la vida comenzó el 1 de enero:
-hasta el 15 de septiembre no aparecen los organismos pluricelulares
-hacia el 10 de noviembre, colonización de la tierra por las plantas y aparición de los vertebrados
-hasta el 24 de diciembre no comienza la evolución de los mamíferos
-el 31 de diciembre, aparición del Australopiteco
-a las 11.15 de la noche, aparición del Homo sapiens
-hace 2 segundos, la revolución industrial."
F.Ayala: Origen y evolución del hombre. Madrid. Alianza.
"Actualmente trabajamos más horas que un esclavo romano"*
Antonio Fornés (Filósofo contemporáneo)
*Como última curiosidad señalaré que en el Paleolítico apenas dedicaban 2 o 3 horas al trabajo (productivo) porque pasaban gran parte de su tiempo dedicado al ocio y al pensamiento.
¡Nos vemos por La Nube!
Zuriñe Serradilla, Psicóloga en Terapias en la Nube