Martes, 16 de diciembre de 2014
Rupturas de pareja-Procesos separación
- Barcelona, (España)
Psicología
Uno de los lobos es maldad, odio, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría, competencia, superioridad... El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad, comprensión, benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión y fe... Esta misma pelea está ocurriendo ahora mismo también dentro de vosotros y dentro de todos los seres de la Tierra.
Después de unos minutos en silencio, uno de los niños le preguntó a su abuelo: ¿Y cuál de los lobos crees que ganará, abuelo?
El viejo cacique respondió, simplemente: El que más alimentes."
Y así es, en la mayoría de ocasiones no podemos destruir, por más que lo deseemos, nuestra parte más oscura, aquella que va cargada de sentimientos negativos hacia uno mismo o hacia los demás. Al fin y al cabo, es humana también. Si bien, podemos aprender a convivir con ella, a no alimentarla, y así no dejar que entorpezca nuestro camino de crecimiento, sencillez o felicidad.
Psicología
Explica una leyenda india, de la tribu cacique, que había una vez un anciano, quien conversando con sus nietos acerca de la vida, les contaba:
"Una gran pelea está ocurriendo en estos momentos dentro de mí, desde que nací... ¡Es entre dos lobos! - sus nietos le escuchaban con total atención.
Uno de los lobos es maldad, odio, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría, competencia, superioridad... El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad, comprensión, benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión y fe... Esta misma pelea está ocurriendo ahora mismo también dentro de vosotros y dentro de todos los seres de la Tierra.
Después de unos minutos en silencio, uno de los niños le preguntó a su abuelo: ¿Y cuál de los lobos crees que ganará, abuelo?
El viejo cacique respondió, simplemente: El que más alimentes."
Y así es, en la mayoría de ocasiones no podemos destruir, por más que lo deseemos, nuestra parte más oscura, aquella que va cargada de sentimientos negativos hacia uno mismo o hacia los demás. Al fin y al cabo, es humana también. Si bien, podemos aprender a convivir con ella, a no alimentarla, y así no dejar que entorpezca nuestro camino de crecimiento, sencillez o felicidad.