Lunes, 13 de febrero de 2017
PSITAM Espacio psicológico
- Granollers, (España)
Psicología
En ciertos momentos de nuestra vida podemos sentirnos estancados, perdidos, y sufrir diferentes experiencias dolorosas que nos pueden perturbar. Un primer obstáculo que hacen frente las personas que acuden a un psicólogo es el estigma social que existía sobre ir al psicólogo sólo cuando estás loco/a. Hoy en día, ir al psicólogo es algo frecuente si queremos mantener una buena calidad de vida y para superar sucesos y crisis vitales. Por tanto, el primer paso es siempre el más difícil: vencer la vergüenza y el miedo a ser juzgado como no estar bien.
Aunque hemos avanzado en romper la creencia de ir al psicólogo = locura, aún no se ha extinguido. La razón por la cual nos cuesta tanto normalizar la figura del psicólogo es por el miedo, según cuentan los expertos, a quitarnos nuestras máscaras y protecciones para que no nos hieran.
Ir al psicólogo/a tampoco es algo que sirva a todas las personas, no es obligatorio, pero sí que es la opción ideal cuando no terminamos de sentirnos bien con nosotros mismos o con los demás a nivel emocional, por ejemplo.
Hay días en que nos podemos sentir tristes, desesperanzados, agobiados, enfadados, etc, esto no constituye un motivo de consulta psicológica. Pero cuando estas emociones se prolongan durante más tiempo de lo habitual y además con una intensidad elevada y empiezan interferir en áreas de nuestra vida es momento de acudir a un psicólogo. Según los expertos, el 95% de las veces que sufrimos lo hacemos inútilmente, es decir, podríamos encontrar una solución pero no siempre optamos por ello.
Un psicólogo puede ser de mucha ayuda cuando experimentamos los siguientes síntomas:
También es muy recomendable consultar un psicólogo cuando:
Hay otros casos frecuentes en los que un psicólogo puede ayudar a solucionar tu malestar:
Además de esto, también existen más motivos para ir al psicólogo: estar irritable, llorar frecuentemente, tener problemas serios para dormir o concentrarse, sentirse pesimista ante la vida, no saber expresar las emociones, no saber decir que “no”, sentirse culpable a menudo, no entenderse con la pareja, sentirse desorganizado/a, etc.
Cuando muere un familiar y nos sentimos vacíos, desesperanzados…. Si estamos transitando un divorcio o deseamos divorciarnos o queremos saber cómo actuar con los hijos para que no sufran a causa del divorcio. Cuando sufrimos malos tratos por parte de nuestra pareja, o ha habido infidelidad por parte de uno o los dos miembros de la pareja, etc.
En todos estos casos de relaciones humanas, el psicólogo puede ofrecer una mirada objetiva que ayudará a resolver el problema.
Psicología
Según los expertos, el 95% de las veces que sufrimos lo hacemos inútilmente, es decir, podríamos encontrar una solución pero no siempre optamos por ello.
En ciertos momentos de nuestra vida podemos sentirnos estancados, perdidos, y sufrir diferentes experiencias dolorosas que nos pueden perturbar. Un primer obstáculo que hacen frente las personas que acuden a un psicólogo es el estigma social que existía sobre ir al psicólogo sólo cuando estás loco/a. Hoy en día, ir al psicólogo es algo frecuente si queremos mantener una buena calidad de vida y para superar sucesos y crisis vitales. Por tanto, el primer paso es siempre el más difícil: vencer la vergüenza y el miedo a ser juzgado como no estar bien.
Aunque hemos avanzado en romper la creencia de ir al psicólogo = locura, aún no se ha extinguido. La razón por la cual nos cuesta tanto normalizar la figura del psicólogo es por el miedo, según cuentan los expertos, a quitarnos nuestras máscaras y protecciones para que no nos hieran.
Ir al psicólogo/a tampoco es algo que sirva a todas las personas, no es obligatorio, pero sí que es la opción ideal cuando no terminamos de sentirnos bien con nosotros mismos o con los demás a nivel emocional, por ejemplo.
Hay días en que nos podemos sentir tristes, desesperanzados, agobiados, enfadados, etc, esto no constituye un motivo de consulta psicológica. Pero cuando estas emociones se prolongan durante más tiempo de lo habitual y además con una intensidad elevada y empiezan interferir en áreas de nuestra vida es momento de acudir a un psicólogo. Según los expertos, el 95% de las veces que sufrimos lo hacemos inútilmente, es decir, podríamos encontrar una solución pero no siempre optamos por ello.
¿Qué síntomas indican que necesito ir al psicólogo?
Un psicólogo puede ser de mucha ayuda cuando experimentamos los siguientes síntomas:
- Nos asusta salir a la calle, nos sentimos muy tristes sin ganas de hacer nada, no sabemos qué hacer con nuestra vida y hemos perdido el sentido de la vida, no nos apetece cumplir nuestras responsabilidades, ni siquiera salir de la cama…
También es muy recomendable consultar un psicólogo cuando:
- Ya no disfrutamos de charlar con los amigos, o lo pasamos muy mal anticipando que tendremos que hablar en público, o bien sentimos una irritante sensación de que algo malo puede ocurrir en cualquier momento, o los recuerdos de un suceso desagradable que vivimos se agolpan en nuestra mente (incluso en sueños), o cuando nos asusta cierto animal o el hecho de encontrarnos en un lugar cerrado.
Otros casos para acudir a un psicólogo:
Hay otros casos frecuentes en los que un psicólogo puede ayudar a solucionar tu malestar:
- Cuando sientes que necesitas tener todo controlado, cuando ciertas obsesiones limitan tu vida diaria, cuando temes contagiarte con enfermedades, o somatizas cuando oyes hablar de una enfermedad o malestar, si tienes conductas repetitivas anómalas…etc.
Además de esto, también existen más motivos para ir al psicólogo: estar irritable, llorar frecuentemente, tener problemas serios para dormir o concentrarse, sentirse pesimista ante la vida, no saber expresar las emociones, no saber decir que “no”, sentirse culpable a menudo, no entenderse con la pareja, sentirse desorganizado/a, etc.
Cuando muere un familiar y nos sentimos vacíos, desesperanzados…. Si estamos transitando un divorcio o deseamos divorciarnos o queremos saber cómo actuar con los hijos para que no sufran a causa del divorcio. Cuando sufrimos malos tratos por parte de nuestra pareja, o ha habido infidelidad por parte de uno o los dos miembros de la pareja, etc.
En todos estos casos de relaciones humanas, el psicólogo puede ofrecer una mirada objetiva que ayudará a resolver el problema.