Psicología
Tener en la familia una niña o niño de altas capacidades supone de igual manera un desafío y una alegría. Influimos en su desarrollo de una manera significativa, modelando su inteligencia, su perspectiva sobre sus talentos y la vida, y su potencial para ser felices.
La labor de padres y madres es exigente, pero en el caso las altas capacidades puede incrementarse esta exigencia, aunque las recompensas serán inconmesurables.
Las siguientes recomendaciones resumen algunas de las estrategias clave y actitudes a tener en cuenta para avanzar en este magnífico viaje junto a su hija o hijo.
Recuerde que el estilo de crianza marcará la diferencia.
Recuerde que debe moderar los rasgos de personalidad autoritarios. Céntrese en los aspectos positivos del comportamiento de sus hijas e hijos, no le cargue con pesadas responsabilidades tan sólo por el hecho de tener altas capacidades.
Busque el equilibrio entre la autoridad y la permisividad, desde una posición cariñosa y comprensiva, enseñando valores basados en la disciplina positiva, en el amor y en la firmeza de los límites con dignidad y respeto. Este tipo de disciplina establece un contexto favorable para la emergencia de la creatividad, ayudándoles a adquirir responsabilidad en sus acciones y fomentando la autodisciplina.
Algunos límites y estructuras son necesarios. Hágale saber que su amor es incondicional, dándole mucho cariño, respetando su pensamiento divergente, y dándole responsabilidades como componente de la familia, apropiadas a su edad. Las normas deben darse en pequeñas cantidades, ser razonables y ejecutarse de manera coherente.
Proporcione un ambiente enriquecido, con gran cantidad de materiales y oportunidades para la exploración.
Con ambiente enriquecido no nos referimos a bombardear a nuestra prole con materiales para leer y escribir desde que nacen. Nos referimos a proporcionarles un entorno natural y enriquecido, adaptado a cada una de sus etapas, procurándole un ambiente relajado y feliz. Ambiente físico y psicológico, en el que la niña o el niño tenga a su disposición estímulos que puedan explorar libremente, como y cuando ellos quieran.
Busque el equilibrio entre el tiempo de la tarea, la relajación y el tiempo libre.
Involúcrese en las actividades que interesen a su hija o hijo.
Ayúdele en el manejo del estrés
Las niñas y niños con altas capacidades tienen un elevado riesgo de sufrir acoso, su actitud, su comportamiento y el entorno juegan un papel clave en su desarrollo saludable. Necesitan sentir libertad y autonomía para construir una autoimagen positiva. Para ello es importante que sepan que pueden manejar las situaciones estresantes a través de su actitud y su comportamiento.
Probablemente lo más eficaz para enseñarles a manejar situaciones de estrés es servirle de modelo, llevando a cabo los comportamientos que quieras cultivar en ellos. Sea modelo a seguir en actitudes y comportamientos positivos.
Cultive y promueva el desarrollo de la creatividad.
Estableciendo un clima receptivo y expresivo, animándole a ser autosuficiente, apoyándole emocionalmente ante sus pensamientos inusuales o divergentes, aceptando posibles regresiones en los patrones de desarrollo, procurando el equilibrio entre el tiempo que pasan juntos y el tiempo que la niña/o realiza actividades en solitario. Es importante establecer unos valores familiares bien definidos, mostrando una actitud de confianza básica en nuestras hijas e hijos.
Cree el contexto para la creatividad, aprendiendo como resolver un problema de manera creativa y aplicándolo a problemas surgidos en casa.
Estudien las fases de creación de un producto e inventen productos que solucionen problemas o mejoren productos que ya existen.
Enséñele a desarrollar el pensamiento crítico y las habilidades y técnicas de estudio
El pensamiento crítico no se desarrolla completamente hasta la adolescencia, pero las bases para un buen desarrollo de este tipo de pensamiento se establecen en edades tempranas. Las niñas y niños se encuentran diariamente con grandes oportunidades de resolver problemas y ejercitar un juicio independiente, siempre que se les dé la oportunidad de explorar su mundo con libertad. Estos problemas, que implican desafíos físicos, conflictos en las relaciones sociales o la comprensión de cómo funcionan las cosas, a menudo a las personas adultas nos pueden resultar irrelevantes, pero ofrecen una gran oportunidad a las niñas y niños para practicar sus habilidades de pensamiento crítico.
Así que podemos ayudarles a desarrollar un pensamiento crítico, trabajando una actitud de mente abierta y enseñándoles a considerar otras maneras alternativas de solucionar problemas o entender una situación. De esta forma estas habilidades desarrolladas les ayudarán a hacer juicios y tomar decisiones de manera independiente.
Para adquirir una buena capacidad de pensamiento, deben entender que el pensar es algo divertido y querrán ser buenos en ello. Como guías en este camino podemos hacer que el pensar sea divertido proponiendo juegos y retos que ayuden a desarrollar esta habilidad.
Complemente y enriquezca el estudio de las materias básicas en casa de una manera divertida
Podemos trabajar las materias de una manera indirecta, a través de divertidos juegos que les motiven y les resulten de interés, a la vez que evitamos sobrecargarlos con tareas escolares.
Dependiendo de la edad que tengan, podremos encontrar algún tipo de tarea a través de la cual trabajemos materias básicas como las matemáticas, la ciencia, el lenguaje… por ejemplo cuando vamos a comprar podemos pedirles nos ayuden con el cambio al pagar, o podemos pedirles nos ayuden a escribir la lista de la compra. En casa cuando cocinemos nos pueden ayudar midiendo y pesando las cantidades de los alimentos, o cuando vamos en el coche con ellos que nos lean los carteles y las señales.
Además, a parte de las actividades cotidianas mencionadas existen multitud de juegos que nos ayudan a trabajar las materias básicas, como por ejemplo puzzles, juegos de cartas o juegos como el bingo que les ayuda mucho con los números y les encanta.
No sobresaturarles con actividades y dejar tiempo para el juego espontaneo
Las consecuencias a largo plazo de los horarios demasiado ocupados son devastadoras en el plano emocional y del bienestar físico. Por ello debemos encontrar un equilibrio justo entre obligaciones y tiempo de ocio y juego.
Permítale tiempo de ocio, y que realice juegos y actividades por iniciativa propia.
Algo que puede parecer trivial para las personas adultas, como es el juego, puede resultar una compleja experiencia para el aprendizaje infantil. Muchos juegos pueden ayudar a manejar habilidades fundamentales, tanto físicas, como sociales e intelectuales.
El juego está unido al desarrollo intelectual a través de procesos psicológicos.
Pero como responsables de su educación, también podemos utilizar el juego como una herramienta que nos hable sobre los intereses reales de nuestras hijas e hijos, qué les apasiona, qué se les da bien y con qué disfrutan. Es importante para no perder la perspectiva, y evitar dejarnos llevar más por nuestros deseos que por sus verdaderas necesidades.
El punto más importante…
La seguridad afectiva es lo principal, la clave está en que las niñas y los niños se sientan amados. En el ser humano es importante lo que se siente y la afectividad es lo que da sentido a la inteligencia de una persona.