Psicología
A partir del juego el niño expresa quién es, a partir del juego podemos conocerlo y encontrar hacia dónde se dirige su desarrollo. Los niños con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) son, antes que nada, simplemente niños por lo que no son ajenos a la actividad lúdica ni a la necesidad de relacionarse.
Los niños con TEA no desarrollan los juegos imitativos sociales y las actividades imaginativas del mismo modo que los demás niños. Imprimen en la actividad lúdica las deficiencias en la comunicación e interacción social, los patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento; así como, en los casos que así se presenten, el déficit intelectual o el deterioro del lenguaje acompañantes.
Con los niños que tienen un diagnóstico de TEA que ha permanecido después de diversas evaluaciones podríamos describir diferentes conductas en las primeras interacciones:
1.Se acuesta o se sienta sin tomar los juguetes, regularmente con una muestra de baja energía.
2.Puede realizar actividades académicas dentro del salón, pero jugar no es parte de su interés.
3.Llora o hace berrinche, se autoagrede, quiere salir, trepa en sus padres o los golpea.
4.Busca una experiencia sensorial a partir de objetos, como el pasear sobre la silla giratoria, prender y apagar un juego que genera luces.
5.Se lanza sobre los juguetes sin mediar pedirlos, pasa por encima de padres y maestro para tomarlos fijando la mirada en el objeto.
6.Toma un juguete y no permite a otros niños o adultos que jueguen con ese mismo, si se le obliga a compartir llora o desiste.
7.Se emociona al ver los juguetes y repite de memoria el anuncio televisivo con el que lo conoció previamente.
8.Solicita por medio del lenguaje oral, llevando de la mano o mediante un sistema alternativo de comunicación que le pongan vídeos en la computadora. No muestra ese mismo interés por los juguetes.
9.Para poder jugar con los juguetes de la cocina requiere que se le sirva agua de verdad en la taza y un bocado de comida en el plato.
10.Utiliza los juguetes para simular las situaciones cotidianas (hablar por teléfono, comer).
11.Solicita juegos de computadora o juguetes interactivos, puede permanecer con ellos toda la sesión sin la participación de nadie más.
12.En juegos de mesa quiere ganar y hace trampa de manera muy evidente. Se adelanta o impide el juego en los demás. Busca llamar la atención de manera muy insistente.
Podemos identificar, a manera de resumen, los siguientes estadios en el comportamiento del juego del niño con TEA en relación con los demás:
No participa.
Desocupado.
Solitario.
Solicita apoyo para iniciar una acción de su juego.
Socializado con personas que se ajustan a su juego.
Espectador.
Paralelo.
Asociativo.
Cooperativo directivo.
Cooperativo.
La intervención que de manera más extensa se realiza para el desarrollo del lenguaje, la comunicación social y la evolución en el juego es mediante la participación guiada. El principal objetivo es que los padres de familia se capaciten como terapeutas de su hijo bajo la supervisión profesional. Así, los padres observan el juego del niño, observan el trabajo del terapeuta, intervienen, llevan tareas a casa, presentan vídeos de trabajo y evolución, son informados del diagnóstico y formados en conceptos, estrategias, enfoques y valores.
La meta es el desarrollo de la comunicación en el niño. Se consideran dos tipos de comunicación: instrumental y dinámica. La primera es aquélla en la que puede ser satisfecha mediante un elemento del lenguaje, las demás personas son sólo instrumentos que me permiten lograr un fin, que puede ser desde algo simple como obtener una galleta, hasta procesos de comunicación más complejos como comprar un boleto para el cine o satisfacer una necesidad sexual. La comunicación dinámica gira sobre asuntos que no se pueden predecir, constantemente estamos evaluando el impacto de lo que decimos en la otra persona y seguimos las pautas que nos plantea.
Mediante la Intervención para el Desarrollo de Relaciones se fomentan competencias comunicativas mediante actividades cotidianas y el juego, utilizando como la herramienta más importante del terapeuta su propio cuerpo y su capacidad de ser social generando la posibilidad de que los niños aprendan de esas interacciones a través de la participación guiada mientras los papás se convierten, al acompañar las actividades y revisar teoría, también en guías de la comunicación de sus hijos.
El enfoque de Intervención para el Desarrollo de Relaciones es un tratamiento basado en la participación de los padres en la atención de sus hijos propiciando una inteligencia dinámica. Los objetivos de la IDR son:
1.Referenciación emocional: aprender de las experiencias subjetivas de otros a partir de un sistema de retroinformación emocional.
2.Coordinación social: observar y regular la conducta propia para participar en relaciones espontáneas de colaboración e intercambio de emociones.
3.Lenguaje declarativo: aplicar el lenguaje y la comunicación no verbal para expresar curiosidad, invitar a otros a interactuar, compartir percepciones, expresar sentimientos y coordinar las acciones propias con las de otros.
4.Pensamiento flexible: adaptarse, cambiar de estrategia y alterar planes dependiendo de las circunstancias de un contexto cambiante.
5.Procesamiento relacional de información: obtener significados a partir de un contexto y resolver problemas que no tienen solución que pueda ser considerada "correcta" o "incorrecta", sino que simplemente es propia.
6.Previsión y retrospección: reflexionar sobre las experiencias y anticipar posibles escenarios a partir de nuestras acciones.
ETAPA 1
1.Observación del niño. Se proporciona a los padres un espacio para observar a sus hijos durante el juego con pares sin ayuda, el cual deben describir con el apoyo del terapeuta quien los guía en momentos importantes de la actividad a prestar atención en detalles.
2.Revisión de la observación de manera conjunta terapeuta-padres. Con guiones previamente elaborados por el terapeuta, los padres subrayan con señales donde indican el tipo de juego que realizaron sus hijos en relación a los para determinar la zona de desarrollo actual y zona de desarrollo próximo conforme la prevalencia de las conductas. Otro dato importante es la preferencia de juguetes
3.Propuesta de escenario por parte del terapeuta. En la propuesta de escenario se requiere la toma de decisión del énfasis: en el juego simbólico o en la comunicación social. Si se determina énfasis en el juego simbólico los juguetes que se proponen buscarán oportunidades de desarrollo en esa área. Si el énfasis es en la comunicación social el ambiente debe ser enriquecido con participantes aprovechando el nivel de juego que presenta el niño respecto al juego simbólico o un nivel inferior en el que esté cómodo. Se deben evitar, principalmente, dos tipos de juguetes:
a.Aquéllos que centran demasiado la atención en el niño, que los acapare, o que compartirlos lleve a reacciones disruptivas en el juego.
b.Juguetes que puedan ser jugados de manera cómoda únicamente por una persona a la vez.
Los juguetes tradicionalmente pensados "para niñas" son magníficos. Permiten a los niños representar situaciones cotidianas y partir de lo que tan bien conocen: la interacción en el hogar.
El espacio destinado para realizar la actividad debe permitir seguridad, libertad, oportunidad de cohesión en el grupo y delimitación del espacio de juego.
4.Participación guiada en el juego con apoyo del terapeuta
5.Revisión del proceso. El terapeuta acompaña a los padres en la revisión del proceso haciendo ajustes en la participación que realizó y tomando nota de lo que se ha provocado en el niño.
ETAPA 2
1.Observación del niño. Los padres expertos en el desarrollo del juego realizan registros en un ludograma.
2.Revisión de la observación por los padres y socialización con el terapeuta. Los padres realizan la interpretación del ludograma y lo socializan con el terapeuta, quien media el proceso de aprendizaje de los padres a través de preguntas.
3.Propuesta de escenario por parte del padre. Se realiza una selección de escenarios y materiales disponibles en el centro los días que se presentan a terapia, así como la búsqueda de oportunidades de ponerlo en práctica en lugares o momentos clave de la vida cotidiana del niño: el patio de recreo, el parque, un cumpleaños, la visita de familiares…
4.Participación guiada en el juego sin apoyo del terapeuta. Aplicado los principios y metodología de la participación guiada los padres juegan con el niño o sirven de guía a otros actores: maestros, familiares, amigos.
5.Revisión del proceso. El terapeuta acompaña a los padres en la revisión del proceso haciendo ajustes en la participación que realizó y tomando nota de lo que se ha provocado en el niño.
Mientras más afectado está el niño mejor debo estar yo. Es importante cuidar nuestra salud física, mental y emocional. Para jugar debemos estar lo más libres posible de prejuicios, temores y limitantes motoras. Existen muchos productos en el mercado que venden para "curar" el autismo, pero yo les digo: ¡Vamos!, busquemos lograr ser los primeros mejores amigos de nuestros niños.