Viernes, 04 de julio de 2014
PROLIDERA fábrica de líderes con corazón
- Algemesí, (España)
Psicología
Psicología
Jose Terrés Molina
Psicólogo y coach
info@prolidera.com
http://www.prolidera.com · http://www.psicologosalgemesi.es
Aquellos que creen inocentemente que los psicólogos tenemos respuesta para todo, esperarán también que la tengamos para explicar la proliferación en la parrilla televisiva de programas en formato show sobre cocina. Pues yo no la tengo, aunque se me ocurren algunas: las personas nos miramos en espejo ajeno para medirnos y relativizar nuestras discordias, los medios de comunicación de masas lo saben y quieren su parte del pastel, los poderes políticos promocionan la tele-basura para desviar nuestra atención de los asuntos importantes, Maslow tenía razón cuando afirmaba que para ser feliz primero hay que llenarse el buche, Arguiñano era un semental que dejó un sinfín de avispados herederos de su indiscutible tirón…
La Universitat de València tramitaba recientemente el grado en Ciencias Gastronómicas. No es extraño que la principal fábrica de profesiones (que no de empleos) esté al tanto de lo que se cuece y se apresure a satisfacer las demandas sociales. Me parece lógico, pues también ellos necesitan comer. Sin embargo, me pregunto: ¿cuál será la principal motivación de los que allí se matriculen?, ¿parecerse a Chicote? Espero que no, pues no hay peor experiencia nocturna que hacer zapping y pescar al vuelo y sin quererlo un “¡me-ca-güen-la-hos-tia-pu-ta-jo-der!”, siendo ésta la expresión más refinada que salía de su boca.
Durante mis estudios como psicólogo entendí que en las primeras etapas de la vida las personas aprendemos básicamente por observación e imitación de modelos con los que nos identificamos. Es el aprendizaje vicario del psicólogo Albert Bandura. Por ello, deseo que la disciplina que impone a gritos el chef de turno a sus pupilos no sea el ejemplo a seguir por quienes sienten pasión por las artes culinarias, que ya casi son tantos como runners. ¿Cuestión de modas? Lo confieso: soy psicólogo y no lo sé, pero sospecho que un poco sí. ¿Para cuándo entonces un "Concurso de poner lavadoras y planchar la ropa”? ¿Y un "Máster en recoger la mesa y fregar los platos”? Ya puestos a encender los fogones con la receta de la duda a punto de ebullición, a ver ahora quién me explica a mí este asunto tan revuelto, ¡y no precisamente de gambas!
Psicólogo y coach
info@prolidera.com
http://www.prolidera.com · http://www.psicologosalgemesi.es
Aquellos que creen inocentemente que los psicólogos tenemos respuesta para todo, esperarán también que la tengamos para explicar la proliferación en la parrilla televisiva de programas en formato show sobre cocina. Pues yo no la tengo, aunque se me ocurren algunas: las personas nos miramos en espejo ajeno para medirnos y relativizar nuestras discordias, los medios de comunicación de masas lo saben y quieren su parte del pastel, los poderes políticos promocionan la tele-basura para desviar nuestra atención de los asuntos importantes, Maslow tenía razón cuando afirmaba que para ser feliz primero hay que llenarse el buche, Arguiñano era un semental que dejó un sinfín de avispados herederos de su indiscutible tirón…
La Universitat de València tramitaba recientemente el grado en Ciencias Gastronómicas. No es extraño que la principal fábrica de profesiones (que no de empleos) esté al tanto de lo que se cuece y se apresure a satisfacer las demandas sociales. Me parece lógico, pues también ellos necesitan comer. Sin embargo, me pregunto: ¿cuál será la principal motivación de los que allí se matriculen?, ¿parecerse a Chicote? Espero que no, pues no hay peor experiencia nocturna que hacer zapping y pescar al vuelo y sin quererlo un “¡me-ca-güen-la-hos-tia-pu-ta-jo-der!”, siendo ésta la expresión más refinada que salía de su boca.
Durante mis estudios como psicólogo entendí que en las primeras etapas de la vida las personas aprendemos básicamente por observación e imitación de modelos con los que nos identificamos. Es el aprendizaje vicario del psicólogo Albert Bandura. Por ello, deseo que la disciplina que impone a gritos el chef de turno a sus pupilos no sea el ejemplo a seguir por quienes sienten pasión por las artes culinarias, que ya casi son tantos como runners. ¿Cuestión de modas? Lo confieso: soy psicólogo y no lo sé, pero sospecho que un poco sí. ¿Para cuándo entonces un "Concurso de poner lavadoras y planchar la ropa”? ¿Y un "Máster en recoger la mesa y fregar los platos”? Ya puestos a encender los fogones con la receta de la duda a punto de ebullición, a ver ahora quién me explica a mí este asunto tan revuelto, ¡y no precisamente de gambas!