Lunes, 16 de junio de 2014
psicosagra
Psicología
Psicología
Actualmente son varios los casos que nos encontramos en consulta que acuden por una problemática en la pareja.
Uno de estos casos puede ser como el siguiente caso ficticio, Ana y Pedro mantienen una relación de noviazgo durante 4 años sin ningún problema a destacar, se comunican diariamente por medio del teléfono y los fines de semana los pasan juntos en casa de Ana.
Ana y Pedro viven cada uno con sus respectivos padres, ambos trabajan y 3 años después de iniciar el noviazgo deciden comenzar a convivir en un piso propiedad de la familia de Pedro.
Ana y Pedro comienzan la convivencia, aquí comienzan a surgir discusiones casi diarias por las tareas del hogar, comienzan a hecharse en cara lo no hecho, primero en la casa y después en su relación, cada día las discusiones son mayores.
A su vez Ana comienza a plantearse la posibilidad de tomarse un tiempo en la relación, mientras que Pedro minimiza la importancia de las discusiones.
En este momento de crisis de convivencia, para intentar mejorar la relación Pedro le señala a Ana la posibilidad de casarse. Ana en principio no acepta, pero semanas después, ya que las discusiones han disminuido Ana acepta casarse con Pedro.
Comienzan a planear la boda y las discusiones vuelven a surgir aún más fuertes, Ana comienza a señalar a Pedro como se siente privada de su libertad, ya que le indica como se ha visto forzada a aceptar la idea de casarse por él y su familia, además, comienza a señalar como quiere buscar otro piso para vivir, ya que no se siente cómoda en este piso, al ser la propiedad de la familia de Pedro.
Esta es una problemática que nos podemos encontrar en consulta, Ana y Pedro comienzan sus problemas de pareja con la convivencia.
En el inicio de la convivencia es necesario una acomodación de ambos miembros de la pareja al otro, cada uno inicia esta convivencia con el peso de su historia familiar a cuestas, en nuestro caso Ana acepta en un principio vivir en una propiedad de la familia de Pedro, hay que profundizar en lo que significa esta aceptación para Ana, ya que esta llega a señalarle a Pedro como se siente privada de su libertad, para ello es importante reconstruir la historia familiar de Ana, para poder comprobar si en algún momento se ha sentido privada de su libertad en su pasado y como esto influye en su presente en la relación de pareja.
A la vez hay que iniciar unas pautas con ambos para mejorar su comunicación, ayudarles a expresar sus expectativas y deseos sobre la vida en pareja, además de sus frustraciones.
Por otro lado, en este caso es muy importante trabajar sobre su proyecto de pareja, a donde quieren conducir su relación ambos. En este caso Pedro ha establecido un proyecto de pareja no consensuado con Ana, la boda, como una forma de lograr mejorar su relación.
Pedro y Ana tienen que plantearse durante la terapia la idea de continuar o suspender la boda, y las necesidades y expectativas que presentan cada uno en la pareja.
Uno de estos casos puede ser como el siguiente caso ficticio, Ana y Pedro mantienen una relación de noviazgo durante 4 años sin ningún problema a destacar, se comunican diariamente por medio del teléfono y los fines de semana los pasan juntos en casa de Ana.
Ana y Pedro viven cada uno con sus respectivos padres, ambos trabajan y 3 años después de iniciar el noviazgo deciden comenzar a convivir en un piso propiedad de la familia de Pedro.
Ana y Pedro comienzan la convivencia, aquí comienzan a surgir discusiones casi diarias por las tareas del hogar, comienzan a hecharse en cara lo no hecho, primero en la casa y después en su relación, cada día las discusiones son mayores.
A su vez Ana comienza a plantearse la posibilidad de tomarse un tiempo en la relación, mientras que Pedro minimiza la importancia de las discusiones.
En este momento de crisis de convivencia, para intentar mejorar la relación Pedro le señala a Ana la posibilidad de casarse. Ana en principio no acepta, pero semanas después, ya que las discusiones han disminuido Ana acepta casarse con Pedro.
Comienzan a planear la boda y las discusiones vuelven a surgir aún más fuertes, Ana comienza a señalar a Pedro como se siente privada de su libertad, ya que le indica como se ha visto forzada a aceptar la idea de casarse por él y su familia, además, comienza a señalar como quiere buscar otro piso para vivir, ya que no se siente cómoda en este piso, al ser la propiedad de la familia de Pedro.
Esta es una problemática que nos podemos encontrar en consulta, Ana y Pedro comienzan sus problemas de pareja con la convivencia.
En el inicio de la convivencia es necesario una acomodación de ambos miembros de la pareja al otro, cada uno inicia esta convivencia con el peso de su historia familiar a cuestas, en nuestro caso Ana acepta en un principio vivir en una propiedad de la familia de Pedro, hay que profundizar en lo que significa esta aceptación para Ana, ya que esta llega a señalarle a Pedro como se siente privada de su libertad, para ello es importante reconstruir la historia familiar de Ana, para poder comprobar si en algún momento se ha sentido privada de su libertad en su pasado y como esto influye en su presente en la relación de pareja.
A la vez hay que iniciar unas pautas con ambos para mejorar su comunicación, ayudarles a expresar sus expectativas y deseos sobre la vida en pareja, además de sus frustraciones.
Por otro lado, en este caso es muy importante trabajar sobre su proyecto de pareja, a donde quieren conducir su relación ambos. En este caso Pedro ha establecido un proyecto de pareja no consensuado con Ana, la boda, como una forma de lograr mejorar su relación.
Pedro y Ana tienen que plantearse durante la terapia la idea de continuar o suspender la boda, y las necesidades y expectativas que presentan cada uno en la pareja.
Más información aquí, en psicosagra.es