Martes, 11 de agosto de 2015
Catalina Morales Cadena
- Bogota, (Colombia)
Psicología
1. Darle tiempo al tiempo: El tiempo por sí mismo no soluciona nada, pero te ayudará a manejar mejor tu dolor. Toda herida requiere cuidados para cicatrizar, también las del corazón.
2. Expresar lo que sientes: El temor al qué dirán no es buen aliado. Debes elaborar lo que sientes. Háblalo, piénsalo, escríbelo, píntalo, cántalo, sácalo fuera de ti.
3. Buscar quién te apoye: No te quedes sola, es necesario que cuentes con las personas que te aman para que te ayuden a ver la situación desde otra perspectiva.
4. Recordar es vivir: No hay forma de que olvides aquello que extrañas, pero puedes llegar a recordar sin dolor. Recordar te ayuda a mantener el equilibrio mientras reorganizas tu vida.
5. La vida continúa: No puedes quedarte en el recuerdo. Tu vida aún está ahí esperando por ti, tus metas, tus esperanzas continúan vivas aunque esa persona, condición o situación ya no esté.
6. Tienes derecho a saber: Es normal que quieras saber qué ocurrió, cómo, cuándo y por qué. Eso te ayudará a comprender lo que ha sucedido, y entender que en definitiva, lo que fue ya pasó.
7. Las despedidas funcionan: Realiza alguna clase de ritual para despedirte de esa persona o esa situación que se ha ido. Escribe una carta con todo aquello que sientes, asiste a ceremonias religiosas o grupos de autoayuda que te ayuden a decir adiós.
8. Regresa a la rutina: Tarde o temprano deberás volver a tu vida. No hagas cambios drásticos, el dolor va contigo donde quiera que tú vas. Retoma tus hábitos, tus costumbres, pero agrega pequeñas variaciones que te ayuden a apartarte del dolor.
9. Tu dolor debe respetarse: No desesperes porque el dolor se toma su tiempo para dejarte. Tampoco permitas que nadie te haga burla o te presiones para salir de el.
10. Vive tu pérdida a tu manera: El dolor es personal e intransferible, así que vívelo de la manera en que te nace vivirlo.
Psicología
En algún momento de la vida debemos enfrentarnos a situaciones de pérdida, ya sea la muerte de un ser querido, la separación o ruptura de una relación, el trabajo del que somos despedidas, la oportunidad que buscábamos y no llegó, e incluso, las enfermedades terminales o condiciones de discapacidad inesperadas en algún familiar o en nosotras mismas.
Por eso quiero compartir contigo 10 secretos básicos que te ayudarán a afrontar este momento amargo o acompañar a alguien que lo padece.
1. Darle tiempo al tiempo: El tiempo por sí mismo no soluciona nada, pero te ayudará a manejar mejor tu dolor. Toda herida requiere cuidados para cicatrizar, también las del corazón.
2. Expresar lo que sientes: El temor al qué dirán no es buen aliado. Debes elaborar lo que sientes. Háblalo, piénsalo, escríbelo, píntalo, cántalo, sácalo fuera de ti.
3. Buscar quién te apoye: No te quedes sola, es necesario que cuentes con las personas que te aman para que te ayuden a ver la situación desde otra perspectiva.
4. Recordar es vivir: No hay forma de que olvides aquello que extrañas, pero puedes llegar a recordar sin dolor. Recordar te ayuda a mantener el equilibrio mientras reorganizas tu vida.
5. La vida continúa: No puedes quedarte en el recuerdo. Tu vida aún está ahí esperando por ti, tus metas, tus esperanzas continúan vivas aunque esa persona, condición o situación ya no esté.
6. Tienes derecho a saber: Es normal que quieras saber qué ocurrió, cómo, cuándo y por qué. Eso te ayudará a comprender lo que ha sucedido, y entender que en definitiva, lo que fue ya pasó.
7. Las despedidas funcionan: Realiza alguna clase de ritual para despedirte de esa persona o esa situación que se ha ido. Escribe una carta con todo aquello que sientes, asiste a ceremonias religiosas o grupos de autoayuda que te ayuden a decir adiós.
8. Regresa a la rutina: Tarde o temprano deberás volver a tu vida. No hagas cambios drásticos, el dolor va contigo donde quiera que tú vas. Retoma tus hábitos, tus costumbres, pero agrega pequeñas variaciones que te ayuden a apartarte del dolor.
9. Tu dolor debe respetarse: No desesperes porque el dolor se toma su tiempo para dejarte. Tampoco permitas que nadie te haga burla o te presiones para salir de el.
10. Vive tu pérdida a tu manera: El dolor es personal e intransferible, así que vívelo de la manera en que te nace vivirlo.