Martes, 16 de diciembre de 2014
Psicoblogger
Psicología
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Las ideas del amor romántico tales como que "existe una media naranja", que tenemos una "alma gemela que encontrar", que "el amor lo puede todo" o que "si se quiere lo suficiente a la pareja cambiará y se convertirá en la persona soñada"; han contribuido a la visión del amor como una necesidad del otro. Es decir, a que somos una parte y necesitamos encontrar nuestra otra mitad para sentirnos completos. Y necesitar al otro para ser felices implica dependencia.
Cuando hablamos de dependencia emocional... ¿de qué estamos hablando?
En el ámbito del amor, la dependencia emocional es la incapacidad para poner fin a la relación de pareja aun cuando el vínculo es dañino para nosotros. Es una adicción sentimental que genera una gran necesidad del otro y que nos hace renunciar a nuestra propia libertad para mantener la relación.
Síntomas
Silvia Congost, especialista en dependencia emocional, describe los siguientes síntomas:
1. Necesitar al otro porque no puedo imaginarme una vida sin él/ella.
2. Exigir muestras constantes de amor, ya que si no pensamos que no somos importantes para él/ella o que ha dejado de amarnos.
3. Desear que esté con nosotros en todo momento, que nos haga sentir que somos su prioridad, aunque por lo general por cómo es nuestra pareja es difícil que nos haga sentir así.
4. Necesitar el control total del otro, lo que genera grandes discusiones en la pareja.
El primer paso es tomar conciencia de que existe una dependencia emocional 5. Dejar de ser uno mismo para gustar más al otro y evitar así que nos deje, llegando incluso a hacer cosas que nunca hubiéramos imaginado con tal de no perderle.
6. Sentir pánico a que él/ella nos abandone.
7. Dejar de lado a amistades y personas queridas. Él se convierte en nuestro mundo y nos aislamos del mundo exterior.
8. Convertir a la pareja en el centro de nuestra vida, todo gira en torno a él.
9. La relación nos genera ansiedad, a menudo tenemos ganas de llorar y sentimos impotencia y desilusión.
10. Querer cambiar al otro. A la persona dependiente no le gusta cómo es su pareja porque le hace sufrir mucho, por lo que intenta que cambie y se convierta en quien ella desea, pero aunque no tiene ningún resultado, no deja de luchar.
11. Son relaciones en las que se producen continuas rupturas y reconciliados en las que se prometen cambiar, aunque luego el cambio nunca llega.
12. Muchas veces hay implícito un maltrato psicológico que hace que la persona dependiente acabe por perder la poca autoestima que tenía.
¿Cómo superar la dependencia emocional?
El primer paso es tomar conciencia de que existe una dependencia emocional. Esto implica aceptar que la relación no funciona y que se tiene que acabar. Como en cualquier adicción, reconocerlo es la manera de empezar a salir del problema que supone tener una relación de dependencia.
El siguiente paso y uno de los más difíciles es superar el síndrome de abstinencia que supone dejar la relación. Al principio será muy fuerte y frecuente, pero a medida que pase el tiempo se irá debilitando hasta desaparecer. Si mantenemos contacto con la persona es posible que nos creemos falsas ilusiones de cambio y reconciliación prolongando así el sufrimiento de la persona dependiente.
El último punto, y no por ello menos importante, es el reencuentro con uno mismo, llenando el vacío que ha dejado la relación y volviendo a ser nosotros mismos.
Si sientes que estás atrapado/a en una relación de dependencia y crees que necesitas ayuda para superarla, puedes ponerte en contacto conmigo en m.martinez@copc.cat
Cuando hablamos de dependencia emocional... ¿de qué estamos hablando?
En el ámbito del amor, la dependencia emocional es la incapacidad para poner fin a la relación de pareja aun cuando el vínculo es dañino para nosotros. Es una adicción sentimental que genera una gran necesidad del otro y que nos hace renunciar a nuestra propia libertad para mantener la relación.
Síntomas
Silvia Congost, especialista en dependencia emocional, describe los siguientes síntomas:
1. Necesitar al otro porque no puedo imaginarme una vida sin él/ella.
2. Exigir muestras constantes de amor, ya que si no pensamos que no somos importantes para él/ella o que ha dejado de amarnos.
3. Desear que esté con nosotros en todo momento, que nos haga sentir que somos su prioridad, aunque por lo general por cómo es nuestra pareja es difícil que nos haga sentir así.
4. Necesitar el control total del otro, lo que genera grandes discusiones en la pareja.
El primer paso es tomar conciencia de que existe una dependencia emocional 5. Dejar de ser uno mismo para gustar más al otro y evitar así que nos deje, llegando incluso a hacer cosas que nunca hubiéramos imaginado con tal de no perderle.
6. Sentir pánico a que él/ella nos abandone.
7. Dejar de lado a amistades y personas queridas. Él se convierte en nuestro mundo y nos aislamos del mundo exterior.
8. Convertir a la pareja en el centro de nuestra vida, todo gira en torno a él.
9. La relación nos genera ansiedad, a menudo tenemos ganas de llorar y sentimos impotencia y desilusión.
10. Querer cambiar al otro. A la persona dependiente no le gusta cómo es su pareja porque le hace sufrir mucho, por lo que intenta que cambie y se convierta en quien ella desea, pero aunque no tiene ningún resultado, no deja de luchar.
11. Son relaciones en las que se producen continuas rupturas y reconciliados en las que se prometen cambiar, aunque luego el cambio nunca llega.
12. Muchas veces hay implícito un maltrato psicológico que hace que la persona dependiente acabe por perder la poca autoestima que tenía.
¿Cómo superar la dependencia emocional?
El primer paso es tomar conciencia de que existe una dependencia emocional. Esto implica aceptar que la relación no funciona y que se tiene que acabar. Como en cualquier adicción, reconocerlo es la manera de empezar a salir del problema que supone tener una relación de dependencia.
El siguiente paso y uno de los más difíciles es superar el síndrome de abstinencia que supone dejar la relación. Al principio será muy fuerte y frecuente, pero a medida que pase el tiempo se irá debilitando hasta desaparecer. Si mantenemos contacto con la persona es posible que nos creemos falsas ilusiones de cambio y reconciliación prolongando así el sufrimiento de la persona dependiente.
El último punto, y no por ello menos importante, es el reencuentro con uno mismo, llenando el vacío que ha dejado la relación y volviendo a ser nosotros mismos.
Si sientes que estás atrapado/a en una relación de dependencia y crees que necesitas ayuda para superarla, puedes ponerte en contacto conmigo en m.martinez@copc.cat