Psicología
Los berrinches son una reaccion de enojo, frustración, desilusión, impotencia y desesperación, ante un evento o situación que no ocurre como se deseaba.
En los niños es una etapa normal del crecimiento entre el año y medio y los cuatro años y suele desaparecen conforme el niño va creciendo. Los berrinches son una forma en la que el niño expresa lo que quiere y siente, pero de una forma desmedida, ya que la maduración de su cerebro aún no le permite controlar adecuadamente sus reacciones.
Los berrinches suelen ser muy molestos para los padres, en especial cuando ocurren en algún lugar público. Algunos padres para evitar el berrinche o detenerlo suelen complacer a su hijo en todo lo que pide, al principio pareciera una solución rápida y sencilla, sin embargo esta conducta a la larga sólo le enseñara al niño, y futuro adulto, que haciendo un berrinche obtendrá siempre lo que desea. Nada más alejado de la realidad.
Otros padres optan por el castigo, las amenzas, los gritos e inclusó los golpes para intentar manejar la situación. El niño no entenderá de donde viene esa reacción de los padres, ya que ni siquiera puede contralar lo que él siente. Este tipo de manejo puede ocasionar en los niños miedo a decir lo que piensan y quieren generando personalidades inseguras, miedosas y con poca iniciativa.
El mejor manejo de los berrinches es siendo padres consistentes y consecuentes con lo que les decimos a nuestros hijos. Cuando el niño comience a hacer un berrinche es importante que como padres nos preguntemos tres cosas:
Lo que quiere el niño lo lastima a él o a otras personas.
Va en contra de alguna regla o instrucción que le habías dado con anterioridad.
Puede tener consecuencias negativas a corto o largo plazo.
Si tu respuesta a los tres puntos anteriores es NO, porque lo que pide no lo daña a él o a otros, no va en contra de alguna regla y no tiene consecuncias, le puedes dar a tu hijo lo que esta pidiendo, esto le ayuda a formar su personalidad y autonomia.
Si alguna de tu respuesta a las preguntas anteriores es SI; entoncés tendrás que explicarle una sola vez a tu hijo, porque le estas negando lo que pide.
Puedes decirle cosas como la siguiente:
" Hoy en la mañana te explique que no te daría dulces hasta que terminarás la comida, aunque te enojes y llores, no te los voy a dar"
" Te explique antés de venir que hoy no iba a comprar ningun juguete, aunque llores y te enojes, no lo voy a comprar.
"Ya sabes que no debes de ir a jugar antes de terminar la tarea, aunque llores y grites, no saldrás a jugar sin haber terminado tu tarea.
Es posible que tu hijo siga gritando, llorando o pataleando, espera a que se calme para después poder hablar con él y expresarle cuanto lo amas. No lo hagas durante el berrinche ya que no te escuchará y obtendrá la atención que estaba pidiendo, sólo empeorando el problema.
Si tu hijo esta haciendo un berrinche en algun lugar en donde se puede lastimar o él comienza a lastimarse a si mismo, cambialó de lugar o quitalé el objeto que esta utilizando inadecuadamente y espera de nuevo a que se calme.
La clave esta en no reaccionar al berrinche pero observarlo de cerca para que tu hijo no puede hacerse ningún daño.
Un factor básico para el manejo de límites y reglas con nuestros hijos, y también para prevenir posibles berrinches, es siempre ANTICIPARLES lo que esperamos de ellos. A los niños les cuesta mucho trabajo comprender el mundo de los adultos por lo que necesitan que seán los padres los que les expliquen y les digan que es lo que tienen que hacer.
Los niños suelen sentirse muy confundidos cuando los padres de una forma abrupta y sin aviso, les prohiben algo o los castigan. Es como si de una dia a otro, las reglas de transito cambiaran sin previo aviso y en cualquier momento te pudieran multar por hacer cosas que un día anterior si estaban permitidas, estarias sumamente confundido, y cuando el policia por tercera vez consecutiva te quisiera imponer la multa, es muy probable que explotarás en un berrinche.
Esto es lo que les ocurre a algunos niños cuando los padres no somos suficientemente claros con los límites y reglas del hogar. Es importante revisar si nosotros como padres, no estamos propiciando los berrinches al no cumplir con el principio de ANTICIPACIÓN.