Domingo, 31 de diciembre de 2017
Centre PiP
- Barcelona, (España)
Psicología
Psicología
Como cada año,en Año Nuevo nos marcamos nuevos propósitos a cumplir durante los siguientes 365 días. Con las energías renovadas por las vacaciones fiestas pensamos en mil y una maneras diferentes de enfocar el año. Ir al gimnasio, comer más sano, mejorar en idiomas, ahorrar,… son algunos de los ejemplos más habituales. No obstante, con el paso de los meses se nos hace complicado seguir con ello y no siempre llegamos a la recta final de nuestros objetivos. A continuación, facilitamos algunas maneras que pueden ayudarte a conseguirlos.
Para acabar, cambiar de hábitos es un camino que requiere de esfuerzo, por lo que es necesario tener siempre en cuenta los beneficios que se buscan para mantener la motivación. Anótalo a la vista y recuérdatelo frecuentemente, de esta manera, será más fácil mantenerte en tu plan de acción y conseguir aquello que te has propuesto. ¡Ánimo!
- Concreta al máximo lo que quieres conseguir. No se trata solo de decir quiero esto, sino que se trata de limitar y especificar lo que se quiere conseguir para tener un objetivo claro y concreto. Céntrate en ti mismo y en tú día a día, buscando objetivos realistas y personales. No busques objetivos que dependan de otras personas o situaciones, ya que no serán realizables y te crearan frustración.
- Valora las diferentes alternativas para conseguir tus objetivos. Existen muchas formas diferentes con las que se puede llegar a cumplir tus propósitos. Por ello mismo, has de pararte un momento a pensar estas alternativas y valorar sus pros y contras detalladamente. En ocasiones, quizás sea recomendable unir diferentes alternativas para poder llegar a tu meta.
- Diseña un plan de acción de menos a más. Es decir, los hábitos no cambian de hoy para mañana y si te presionas, puedes llegar a agobiarte y frustrarte en un periodo corto de tiempo. Por ello mismo, es importante crear un plan de acción que contemple un aumento gradual del esfuerzo que realizas para así ir introduciendo poco a poco dichos cambios.
- Sigue un registro o recuento de avances donde podrás observar esos pequeños cambios que vas introduciendo en tu día a día. Este registro, aunque puede ser pesado al principio, te servirá también de motivación al ver todo aquello que has ido consiguiendo poco a poco. Recompénsate y reconócete estos avances.
- No te desanimes si una semana te es más difícil cumplir tus objetivos. Aunque la idea es ir de menos a más, cada semana es diferente y no siempre se tienen las mismas ganas para mantener una rutina nueva. Por ello mismo, ten presente que habrán semanas buenas y malas, pero que ello no sea un motivo para dejarlo todo atrás. Busca los porqués de esa semana mala para intentar encontrar soluciones o minimizarlo en caso de que se repita y vuelve al punto en que lo dejaste.
Para acabar, cambiar de hábitos es un camino que requiere de esfuerzo, por lo que es necesario tener siempre en cuenta los beneficios que se buscan para mantener la motivación. Anótalo a la vista y recuérdatelo frecuentemente, de esta manera, será más fácil mantenerte en tu plan de acción y conseguir aquello que te has propuesto. ¡Ánimo!