Miércoles, 23 de julio de 2014
ANSUZ Centro Psicoterapéutico
- Quito, (Ecuador)
Psicología
Psicología
Es importante entender que la tolerancia juega un papel significativo frente a sentimientos de frustración que los niños puedan experimentar. Tolerar la frustración significa asumir la adversidad o lo desagradable desde una postura adecuada en base a la calma y a la objetividad. La dosis o el grado de tolerancia que se invierten en determinada circunstancia hacen referencia al nivel de madurez emocional con el que se enfrentan las situaciones que se pueden sentir como displacenteras o amenazantes.
Pero ¿qué es lo que realmente frustra a los niños?, pues precisamente no conseguir lo que ellos desean y anhelan, no tener lo que quieren, o no cumplir las expectativas externas. La frustración es un estado emocional que se produce cuando no se logra alcanzar el objeto deseado, de ahí que los niños puedan reaccionar con actitudes de agresividad, ansiedad o tristeza. Algunos niños puede decir ¡es que no puedo hacerlo!"¡no me sale como yo quiero!, o ¡no es lo que yo pedí!, comentarios que reflejan insatisfacción y dificultad en el manejo de sus emociones.
Cuando los padres observamos que nuestros hijos tienen poca tolerancia a la frustración nos debemos cuestionar sobre la referencia que estamos ofreciendo en relación a tolerar o no tolerar situaciones difíciles. Si somos padres que enfrentamos sucesos negativos con actitudes de irritabilidad, descontrol e impaciencia entonces estaremos mostrando un modelo de actuación desacertado, ya que el niño pensará que si sus padres reaccionan así ellos también pueden hacerlo, es decir: está permitido hacerlo. Si por el contrario nosotros como padres enfrentamos la situación con calma y tolerancia nuestros hijos percibirán que existen reacciones más saludables para afrontar lo desagradable o lo no deseado.
Promover nuevas reacciones o reacciones acertadas es clave, toda esa energía psíquica que el niño pueda gastar cuando se frustra, cuando la expresa a través de ira, agresión, intolerancia, berrinches, es necesario canalizarla adecuadamente mediante la reflexión y el análisis de las situaciones que le generan displacer, es decir enseñarle a reorientar sus impulsos de forma aceptable. Además, es fundamental que el niño pueda entender que no siempre puede dar cumplimiento a su deseo o conseguir lo que quiere, enseñarle a que unas veces tendrá que aplazarlo y otras veces renunciarlo si es necesario.
Mecanismos útiles son:
Lo cierto es que elogiar a nuestros hijos por haber retardado su respuesta habitual de ira ante la frustración o utilizar una estrategia apropiada beneficiará su percepción personal en cuanto al dominio de sus emociones. Además, proponerles alternativas de solución, hará que asuman las situaciones y sentimientos frustrantes con mayor seguridad y control.
El aparecimiento de conductas asertivas frente a situaciones de frustración reflejan que el niño está asumiendo la adversidad con mayor tolerancia, entonces lo padres sentirán que las estrategias para lograr una adecuada tolerancia está dando frutos positivos. La tolerancia debe ser una constante en la forma de conducirse de nuestros niños hasta que se constituya en un estilo de actuación.
Pero ¿qué es lo que realmente frustra a los niños?, pues precisamente no conseguir lo que ellos desean y anhelan, no tener lo que quieren, o no cumplir las expectativas externas. La frustración es un estado emocional que se produce cuando no se logra alcanzar el objeto deseado, de ahí que los niños puedan reaccionar con actitudes de agresividad, ansiedad o tristeza. Algunos niños puede decir ¡es que no puedo hacerlo!"¡no me sale como yo quiero!, o ¡no es lo que yo pedí!, comentarios que reflejan insatisfacción y dificultad en el manejo de sus emociones.
Cuando los padres observamos que nuestros hijos tienen poca tolerancia a la frustración nos debemos cuestionar sobre la referencia que estamos ofreciendo en relación a tolerar o no tolerar situaciones difíciles. Si somos padres que enfrentamos sucesos negativos con actitudes de irritabilidad, descontrol e impaciencia entonces estaremos mostrando un modelo de actuación desacertado, ya que el niño pensará que si sus padres reaccionan así ellos también pueden hacerlo, es decir: está permitido hacerlo. Si por el contrario nosotros como padres enfrentamos la situación con calma y tolerancia nuestros hijos percibirán que existen reacciones más saludables para afrontar lo desagradable o lo no deseado.
Promover nuevas reacciones o reacciones acertadas es clave, toda esa energía psíquica que el niño pueda gastar cuando se frustra, cuando la expresa a través de ira, agresión, intolerancia, berrinches, es necesario canalizarla adecuadamente mediante la reflexión y el análisis de las situaciones que le generan displacer, es decir enseñarle a reorientar sus impulsos de forma aceptable. Además, es fundamental que el niño pueda entender que no siempre puede dar cumplimiento a su deseo o conseguir lo que quiere, enseñarle a que unas veces tendrá que aplazarlo y otras veces renunciarlo si es necesario.
Mecanismos útiles son:
- Guiar al niño en la identificación de situaciones que le generan frustración
- Evidenciar y reforzar la actitud acertada que demostró
- Ayudarle a tomar conciencia al niño de sus actos, permitirá que él reconozca que existen formas válidas y que él las puede practicar.
Lo cierto es que elogiar a nuestros hijos por haber retardado su respuesta habitual de ira ante la frustración o utilizar una estrategia apropiada beneficiará su percepción personal en cuanto al dominio de sus emociones. Además, proponerles alternativas de solución, hará que asuman las situaciones y sentimientos frustrantes con mayor seguridad y control.
El aparecimiento de conductas asertivas frente a situaciones de frustración reflejan que el niño está asumiendo la adversidad con mayor tolerancia, entonces lo padres sentirán que las estrategias para lograr una adecuada tolerancia está dando frutos positivos. La tolerancia debe ser una constante en la forma de conducirse de nuestros niños hasta que se constituya en un estilo de actuación.