Lunes, 28 de abril de 2014
davidsalinasterapeuta
Psicología
Psicología
Psicología Positiva no es pensar que todo saldrá bien. Es saber que aunque las cosas no salgan bien, seré capaz de sobreponerme y seguir adelante.
Ser positivo, por tanto, no es ser un "happy flower".
Ser positivo equivale, en muchos casos y en la mayor parte del tiempo, a combatir la negatividad.
Porque estamos cargados de negatividad: la que nos transmitió nuestra herencia genética, la que nos transmitieron nuestros padres, profesores o hermanos mayores, la que nos transmite continuamente la actualidad.
Sí, es una época difícil. Una época en la que incluso podemos llegar a pensar que no es tan prioritario encargarse del bienestar personal, trabajar "lo de dentro", como encargarse de cambiar el mundo, trabajar "lo de fuera". Porque, ¿cómo vamos a ser felices si vivimos en un mundo que (por su alta tasa de desempleo, por el aumento de las desigualdades, por sus niveles de pobreza y corrupción, etc.) no nos gusta? Pero precisamente, ¿cómo vamos a ser capaces de, cada uno desde su pequeña parcela, cambiar el mundo, si no estamos bien?
El humor, como veremos, es importante.
Motivos para estar mal, hay muchos. Motivos para estar bien sólo 3, y éstos vencen a todos los demás:
1. Es lo que queremos.
2. Es lo que necesitamos.
3. Es lo que los demás quieren y necesitan.
Pero como no es fácil, en un mundo difícil, necesitamos armarnos de valor, de coraje, y de ACTITUD POSITIVA, para vencer toda la negatividad que existe, ya sea externa o interna.
Armarnos... Aquí tienes una serie de armas que te ofrezco para empezar a construir tu ARSENAL DE POSITIVIDAD:
Confecciona una lista de pensamientos positivos. Pensamientos que contrarresten los pensamientos negativos que suelen invadirte. Busca el antídoto de estos pensamientos tóxicos y acostúmbrate a usarlo. Entrena el hábito. Ejemplos de palabras o expresiones que pueden ayudarnos a formar esos pensamientos positivos: "Muy bien, fenomenal, fantástico, me gusta, eres bueno, qué agradable, genial, me encanta..." El poder de la palabra, con constancia y entrenamiento, puede transformar tu forma de ver la vida.
Haz cosas que te hagan sentir bien. Ya hemos hablado en otros posts de que el sufrimiento (el dolor, la tristeza, el miedo...) es inevitable y necesario, ya que nos permite crecer. Pero debemos transitar por él, no quedarnos. Así que si tu sufrimiento dura más de lo necesario, haz algo que te saque de ahí. ¿Qué cosas en la vida te gustan, te elevan el estado de ánimo y te hacen saltar de alegría? Cantar, bailar, practicar deporte, aplicar tu creatividad, tu trabajo, tu familia, el sexo...
Cuando la negatividad ataque directamente tu autoestima, revisa tus logros personales. Todos tenemos una lista de ellos. Aunque sea haber aprendido a cocinar lentejas. Recuerda las cosas que te han ido haciendo mejor. Si los pensamientos te atacan por la noche, cuando vas a dormir, recuerda qué es lo mejor (lo más agradable, o lo que más orgulloso te ha hecho sentir) que has hecho o te ha pasado en el día.
Cultiva el buen humor. Rodeándote de gente graciosa, viendo-leyendo-haciendo cosas que te hagan reír, actuando como un payaso de vez en cuando... Alguien dijo una vez que si no te ríes al menos una vez al día, ese día habrá sido un desperdicio.
Sigue una dieta cultural rica en positividad. El cine, la literatura o la música están llenas de personajes, anécdotas y frases que podemos sumar a nuestro arsenal positivo. Para ejemplo un botón:
Y por último: pide ayuda. Si la negatividad inunda tu vida, quizá haya llegado el momento el el que te plantees acudir a un profesional. En el Gabinete de Psicología Positiva nos encargamos de ofrecer este apoyo: ya sea través de la terapia presencial, como on line vía skype, o a través del asesoramiento por email. Éste, sin lugar a dudas, no es un paso que muestre debilidad o fracaso, sino un paso que te puede suponer ir hacia una vida mejor, hacia un mundo mejor.
Ser positivo, por tanto, no es ser un "happy flower".
Ser positivo equivale, en muchos casos y en la mayor parte del tiempo, a combatir la negatividad.
Porque estamos cargados de negatividad: la que nos transmitió nuestra herencia genética, la que nos transmitieron nuestros padres, profesores o hermanos mayores, la que nos transmite continuamente la actualidad.
Sí, es una época difícil. Una época en la que incluso podemos llegar a pensar que no es tan prioritario encargarse del bienestar personal, trabajar "lo de dentro", como encargarse de cambiar el mundo, trabajar "lo de fuera". Porque, ¿cómo vamos a ser felices si vivimos en un mundo que (por su alta tasa de desempleo, por el aumento de las desigualdades, por sus niveles de pobreza y corrupción, etc.) no nos gusta? Pero precisamente, ¿cómo vamos a ser capaces de, cada uno desde su pequeña parcela, cambiar el mundo, si no estamos bien?
El humor, como veremos, es importante.
Motivos para estar mal, hay muchos. Motivos para estar bien sólo 3, y éstos vencen a todos los demás:
1. Es lo que queremos.
2. Es lo que necesitamos.
3. Es lo que los demás quieren y necesitan.
Pero como no es fácil, en un mundo difícil, necesitamos armarnos de valor, de coraje, y de ACTITUD POSITIVA, para vencer toda la negatividad que existe, ya sea externa o interna.
Armarnos... Aquí tienes una serie de armas que te ofrezco para empezar a construir tu ARSENAL DE POSITIVIDAD:
Confecciona una lista de pensamientos positivos. Pensamientos que contrarresten los pensamientos negativos que suelen invadirte. Busca el antídoto de estos pensamientos tóxicos y acostúmbrate a usarlo. Entrena el hábito. Ejemplos de palabras o expresiones que pueden ayudarnos a formar esos pensamientos positivos: "Muy bien, fenomenal, fantástico, me gusta, eres bueno, qué agradable, genial, me encanta..." El poder de la palabra, con constancia y entrenamiento, puede transformar tu forma de ver la vida.
Haz cosas que te hagan sentir bien. Ya hemos hablado en otros posts de que el sufrimiento (el dolor, la tristeza, el miedo...) es inevitable y necesario, ya que nos permite crecer. Pero debemos transitar por él, no quedarnos. Así que si tu sufrimiento dura más de lo necesario, haz algo que te saque de ahí. ¿Qué cosas en la vida te gustan, te elevan el estado de ánimo y te hacen saltar de alegría? Cantar, bailar, practicar deporte, aplicar tu creatividad, tu trabajo, tu familia, el sexo...
Cuando la negatividad ataque directamente tu autoestima, revisa tus logros personales. Todos tenemos una lista de ellos. Aunque sea haber aprendido a cocinar lentejas. Recuerda las cosas que te han ido haciendo mejor. Si los pensamientos te atacan por la noche, cuando vas a dormir, recuerda qué es lo mejor (lo más agradable, o lo que más orgulloso te ha hecho sentir) que has hecho o te ha pasado en el día.
Cultiva el buen humor. Rodeándote de gente graciosa, viendo-leyendo-haciendo cosas que te hagan reír, actuando como un payaso de vez en cuando... Alguien dijo una vez que si no te ríes al menos una vez al día, ese día habrá sido un desperdicio.
Sigue una dieta cultural rica en positividad. El cine, la literatura o la música están llenas de personajes, anécdotas y frases que podemos sumar a nuestro arsenal positivo. Para ejemplo un botón:
Y por último: pide ayuda. Si la negatividad inunda tu vida, quizá haya llegado el momento el el que te plantees acudir a un profesional. En el Gabinete de Psicología Positiva nos encargamos de ofrecer este apoyo: ya sea través de la terapia presencial, como on line vía skype, o a través del asesoramiento por email. Éste, sin lugar a dudas, no es un paso que muestre debilidad o fracaso, sino un paso que te puede suponer ir hacia una vida mejor, hacia un mundo mejor.