Viernes, 27 de marzo de 2015
¡Quiero dejar de pensar!
¿Te has repetido esa frase alguna vez?
Y es que en ocasiones hay algo o alguien que no podemos expulsar de nuestra cabeza, y mientras más nos aferramos a la idea de hacerlo, más acto de presencia hace.
Esta paradoja o efecto rebote, es lo habitual. Si te digo que no pienses ahora mismo, por nada del mundo, en un oso polar... Vaya, acabas de pensar en un oso polar.
Los pensamientos no se pueden suprimir.
E intentar hacerlo aumenta la probabilidad de que aparezcan aún con más frecuencia.
¡Cómo vamos a dejar de pensar! ¡Somos seres pensantes! Bueno... algunos más que otros.
¿Qué podemos hacer entonces cuando tenemos pensamientos negativos, desagradables, que nos pr...
- davidsalinasterapeuta Psicología
- Seguir leyendo