Sábado, 04 de junio de 2016
Lorena Martin
- San Fernando, (Argentina)
Psicología
Caso clínico: Tomás
Edad: 7 años
Diagnóstico: Encopresis primaria involuntaria no retentiva
Profesional interviniente: Lic. Lorena Martin
Evolución
La encopresis es un trastorno psicofisiológico que consiste en que el niño evacúa su intestino en lugares socialmente inapropiados (déficit en el control de la evacuación intestinal) cuando ya tiene una edad suficiente para defecar en el sitio correcto (inodoro) y no padece ninguna enfermedad orgánica que pueda explicarlo. La encopresis no retentiva que padece Tomás, es aquella en la que no hay evidencia de estreñimiento, está menos definida clínicamente y se encuentra asociada a un entrenamiento inadecuado, a una reacción fisiológica ante el estrés ambiental, y también dentro de conductas de oposición del niño ante normas establecidas. Este grupo de encopresis no retentiva es más frecuente en varones y además, suele ser, como en el caso de Tomás, una encopresis primaria, esto es, nunca se adquirió la continencia.
Para la adquisicion y mantenimiento de la continencia se requiere la integridad de los siguientes mecanismoss:
Capacidad para percibir la distensión rectal y distinguir la naturaleza del contenido fecal (si son heces o gases).
Capacidad del recto para adaptarse a las heces, acomodándose y adaptándose al bolo fecal
Contracción voluntaria de los músculos pubo-rectal y esfínter externo.
Motivación para ejecutar las acciones adecuadas y mantenerse continente. De ahí que la terapia sea psicoanalítica con reforzamiento conductual.
Como sucede con la mayoría de los trastornos infantiles, la etiología es multicausal. Entre los factores determinantes de su aparición se encuentran: Factores fisiológicos: asociados al ciclo estreñimiento – ensuciamiento Factores de aprendizaje: relacionados con la inadecuación del entrenamiento intestinal, temor a la defecación, experiencias o sucesos estresantes, y problemas de conducta. Factores Conductuales:la encopresis no retentiva se produce porque el niño no ha adquirido habilidades o requisitos que facilitan la integración de los reflejos defecatorios, o bien los hábitos de aseo no han sido lo suficientemente reforzados. Un entrenamiento demasiado permisivo o inconsistente impide la discriminación e integración de los reflejos fisiológicos retrasando el aprendizaje del control intestinal, de allí que el Modelo Conductual de tratamiento contemple la adquisición del control intestinal como una habilidad compleja de coordinación muscular que se puede aprender cuando el niño ha alcanzado cierto grado de madurez.
Conductas Requisito
Para que la secuencia de defecación transcurra correctamente tiene que darse las siguientes conductas requisito:
Discriminar las señales corporales que conducen a la defecación
Retener las heces y encontrar un lugar adecuado para defecar
Controlar la musculatura abdominal y pectoral para facilitar la expulsión de las heces
Ser capaz de realizar unas conductas de higiene.
El reforzamiento positivo de cada uno de los pasos de esta cadena de conductas requisito es el elemento responsable del aprendizaje. Las intervenciones psicológicas son relativamente sencillas; incluyen componentes educativos, conductuales y fisiológicos en el marco de un espacio de juego y diversión.
Psicología
Un caso de encopresis primaria
Caso clínico: Tomás
Edad: 7 años
Diagnóstico: Encopresis primaria involuntaria no retentiva
Profesional interviniente: Lic. Lorena Martin
Evolución
La encopresis es un trastorno psicofisiológico que consiste en que el niño evacúa su intestino en lugares socialmente inapropiados (déficit en el control de la evacuación intestinal) cuando ya tiene una edad suficiente para defecar en el sitio correcto (inodoro) y no padece ninguna enfermedad orgánica que pueda explicarlo. La encopresis no retentiva que padece Tomás, es aquella en la que no hay evidencia de estreñimiento, está menos definida clínicamente y se encuentra asociada a un entrenamiento inadecuado, a una reacción fisiológica ante el estrés ambiental, y también dentro de conductas de oposición del niño ante normas establecidas. Este grupo de encopresis no retentiva es más frecuente en varones y además, suele ser, como en el caso de Tomás, una encopresis primaria, esto es, nunca se adquirió la continencia.
Para la adquisicion y mantenimiento de la continencia se requiere la integridad de los siguientes mecanismoss:
Capacidad para percibir la distensión rectal y distinguir la naturaleza del contenido fecal (si son heces o gases).
Capacidad del recto para adaptarse a las heces, acomodándose y adaptándose al bolo fecal
Contracción voluntaria de los músculos pubo-rectal y esfínter externo.
Motivación para ejecutar las acciones adecuadas y mantenerse continente. De ahí que la terapia sea psicoanalítica con reforzamiento conductual.
Como sucede con la mayoría de los trastornos infantiles, la etiología es multicausal. Entre los factores determinantes de su aparición se encuentran: Factores fisiológicos: asociados al ciclo estreñimiento – ensuciamiento Factores de aprendizaje: relacionados con la inadecuación del entrenamiento intestinal, temor a la defecación, experiencias o sucesos estresantes, y problemas de conducta. Factores Conductuales:la encopresis no retentiva se produce porque el niño no ha adquirido habilidades o requisitos que facilitan la integración de los reflejos defecatorios, o bien los hábitos de aseo no han sido lo suficientemente reforzados. Un entrenamiento demasiado permisivo o inconsistente impide la discriminación e integración de los reflejos fisiológicos retrasando el aprendizaje del control intestinal, de allí que el Modelo Conductual de tratamiento contemple la adquisición del control intestinal como una habilidad compleja de coordinación muscular que se puede aprender cuando el niño ha alcanzado cierto grado de madurez.
Conductas Requisito
Para que la secuencia de defecación transcurra correctamente tiene que darse las siguientes conductas requisito:
Discriminar las señales corporales que conducen a la defecación
Retener las heces y encontrar un lugar adecuado para defecar
Controlar la musculatura abdominal y pectoral para facilitar la expulsión de las heces
Ser capaz de realizar unas conductas de higiene.
El reforzamiento positivo de cada uno de los pasos de esta cadena de conductas requisito es el elemento responsable del aprendizaje. Las intervenciones psicológicas son relativamente sencillas; incluyen componentes educativos, conductuales y fisiológicos en el marco de un espacio de juego y diversión.