Jueves, 03 de abril de 2014
davidsalinasterapeuta
Psicología
Psicología
Ya tenéis a la vista las novedades de las que os avisábamos: nuevos servicios, como el Asesoramiento Psicológico On Line o la Terapia On Line vía Skype, con los que pretendemos hacer llegar los beneficios de la Psicología Positiva a cualquier persona viva en el lugar del planeta en el que viva. También podéis consultar los problemas que atendemos, hacer una visita a nuestra página de Facebook, saber de nuestros talleres y eventos, y conocer nuestras formas de contacto y tarifas, sólo con hacer click en la pestaña respectiva, justo debajo de la cabecera del blog.
Y es que los recién venidos aires de primavera han traído consigo ansias de cambio.
Cambia el clima, cambia el horario (en la madrugada del sábado al domingo se adelantó una hora), hay más horas de sol, y las personas también cambiamos, nuestras rutinas: salimos más, hacemos más deporte, empezamos dietas...
Algunos cambios, son obligados. No podemos hacer nada por evitarlos. Por ejemplo, yo, con lo mucho que me gusta la primavera, no puedo hacer nada por que los niveles de alérgenos no suban con la llegada de esta estación. Pero sí que puedo hacer por adaptarme a esta nueva situación y sobrellevarla lo mejor posible.
Otros cambios los buscamos nosotros. Y suelen ser buenos. Sí, porque aunque muchas veces nos cuesta decidirnos (¡y cómo nos cuesta!), finalmente nuestro criterio será el acertado. ¿Por qué digo esto tan seguro? Porque aunque no lo fuera, nuestra mente se adaptaría al cambio y seleccionaría aquellos datos que le interesan para pensar que el cambio ha sido positivo: esta casa es más pequeña que la anterior, pero, ¡y lo tranquilo que se está aquí!; me pagan menos que en el otro trabajo, ¡pero ahora disfruto más haciendo lo que hago!
Y es que, apunta esto y memorízalo hasta que no te quepa la menor duda de que no se te va a olvidar jamás:
Es increíble como sufrimos por nuestra intolerancia a la incertidumbre,
y sin embargo, lo rápido que nos adaptamos a las nuevas situaciones.
Aunque sean malas.
Es más, aunque sean muy malas:
El siguiente enlace es una joya. En él encontrarás cuatro charlas de cuatro investigadores de la felicidad. El conocimiento que nos transmiten en ellas tiene un valor incalculable. Pero me quiero referir a la última de ellas, la de Dan Gilbert: en la misma, este psicólogo de la Universidad de Harvard se atreve a preguntarle al público qué prefirirían: ¿que les tocara la lotería o quedarse parapléjico?
Sí, seguramente los asistentes a la conferencia también se quedaron con la boca abierta.
Pero resulta que esta situación se probó experimentalmente. Se cogió a dos sujetos durante un experimento, a uno le había tocado la lotería, y el otro se había quedado parapléjico en un accidente, y un año después de ambos sucesos, sus niveles de felicidad eran idénticos.
Nuestra mente se adapta, nuestra mente busca la felicidad. Y aunque la vida nos siente en una silla de ruedas, nunca dejaremos de buscarla.
Uno de los caminos que podemos decidir tomar para orientar esa búsqueda, es precisamente el camino del cambio: la senda de la Autorrealización como forma de potenciar nuestra Autoestima, tanto en cuanto Autorrealización es querer ser mejores, buscar nuestro mejor "yo". No es, desde luego y para nada, el camino hacia la perfección. Por eso he titulado a un taller sobre el que hablo de esto y que impartimos el próximo sábado 5 de Abril: "¡Soy imperfecto y me alegro!" Cómo potenciar la Autoestima.
Si estás en Málaga para la fecha, espero que puedas asistir. Y de todas las formas te deseo: que no seas alérgico a los cambios, recuerda que las malas vivencias que traen alguno de ellos se van tan rápido, como lo que dura un estornudo.
Y es que los recién venidos aires de primavera han traído consigo ansias de cambio.
Cambia el clima, cambia el horario (en la madrugada del sábado al domingo se adelantó una hora), hay más horas de sol, y las personas también cambiamos, nuestras rutinas: salimos más, hacemos más deporte, empezamos dietas...
Algunos cambios, son obligados. No podemos hacer nada por evitarlos. Por ejemplo, yo, con lo mucho que me gusta la primavera, no puedo hacer nada por que los niveles de alérgenos no suban con la llegada de esta estación. Pero sí que puedo hacer por adaptarme a esta nueva situación y sobrellevarla lo mejor posible.
Otros cambios los buscamos nosotros. Y suelen ser buenos. Sí, porque aunque muchas veces nos cuesta decidirnos (¡y cómo nos cuesta!), finalmente nuestro criterio será el acertado. ¿Por qué digo esto tan seguro? Porque aunque no lo fuera, nuestra mente se adaptaría al cambio y seleccionaría aquellos datos que le interesan para pensar que el cambio ha sido positivo: esta casa es más pequeña que la anterior, pero, ¡y lo tranquilo que se está aquí!; me pagan menos que en el otro trabajo, ¡pero ahora disfruto más haciendo lo que hago!
Y es que, apunta esto y memorízalo hasta que no te quepa la menor duda de que no se te va a olvidar jamás:
Es increíble como sufrimos por nuestra intolerancia a la incertidumbre,
y sin embargo, lo rápido que nos adaptamos a las nuevas situaciones.
Aunque sean malas.
Es más, aunque sean muy malas:
El siguiente enlace es una joya. En él encontrarás cuatro charlas de cuatro investigadores de la felicidad. El conocimiento que nos transmiten en ellas tiene un valor incalculable. Pero me quiero referir a la última de ellas, la de Dan Gilbert: en la misma, este psicólogo de la Universidad de Harvard se atreve a preguntarle al público qué prefirirían: ¿que les tocara la lotería o quedarse parapléjico?
Sí, seguramente los asistentes a la conferencia también se quedaron con la boca abierta.
Pero resulta que esta situación se probó experimentalmente. Se cogió a dos sujetos durante un experimento, a uno le había tocado la lotería, y el otro se había quedado parapléjico en un accidente, y un año después de ambos sucesos, sus niveles de felicidad eran idénticos.
Nuestra mente se adapta, nuestra mente busca la felicidad. Y aunque la vida nos siente en una silla de ruedas, nunca dejaremos de buscarla.
Uno de los caminos que podemos decidir tomar para orientar esa búsqueda, es precisamente el camino del cambio: la senda de la Autorrealización como forma de potenciar nuestra Autoestima, tanto en cuanto Autorrealización es querer ser mejores, buscar nuestro mejor "yo". No es, desde luego y para nada, el camino hacia la perfección. Por eso he titulado a un taller sobre el que hablo de esto y que impartimos el próximo sábado 5 de Abril: "¡Soy imperfecto y me alegro!" Cómo potenciar la Autoestima.
Si estás en Málaga para la fecha, espero que puedas asistir. Y de todas las formas te deseo: que no seas alérgico a los cambios, recuerda que las malas vivencias que traen alguno de ellos se van tan rápido, como lo que dura un estornudo.