Psicología
Goleman define el mindfulness como “estar frente a la desnuda realidad de la experiencia, observando cada evento como si estuviera ocurriendo por primera vez”.
Se trata de una técnica que deriva de la meditación aunque hay que aclarar que no es sinónimo de ésta. Entraría dentro de las técnicas empleadas en la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) que, a su vez, estaría en el grupo de las llamadas terapias de tercera generación y se utiliza principalmente con aquellas personas que les cuesta “desengancharse” de sus emociones y/o pensamientos y el impulso desagradable posterior que les generan.
Hay mucha gente que cuando lee un poquito sobre el tema cree que es difícil entrenarse en mindfulness, ¡pero es más sencillo de lo que pensamos!. Simplemente se trata de estar en el momento presente, de forma consciente y sin prestar juicios. Y desde luego, cualquier tiempo al que dediquemos atención plena, vale la pena.
Es cierto que hoy en día la maternidad combinada con las responsabilidades del día a día de nuestra sociedad actual no nos deja mucho tiempo: el trabajo, la casa, los niños, etc. Pero lo cierto es que no es necesario tener un tiempo extra o fuera de todo lo nombrado para practicar la atención plena y notar sus beneficios. Cada momento es una oportunidad de estar presente, es decir, más centrado, menos distraído.
Os dejo algunas ideas:
- Haz 5 respiraciones profundas y conscientes (notando cómo entra el aire por la nariz hacia los pulmones, diafragma y luego sale siguiendo el orden inverso) al inicio y al final del día.
- Estas respiraciones también las podemos trasladar a momentos críticos (por ej. cuando el bebé llora o tenemos que poner orden ante una pelea entre hermanos/as). Se pueden realizar antes de resolver dicha situación y preguntarnos: “¿Qué se espera de mí en este momento?” y recordar que los niños necesitan muchas veces simplemente paciencia, apoyo y amor.
- Momentos conscientes: ¿Cuántas veces te has duchado notando cómo cae el agua caliente por todo tu cuerpo? ¿Cuántas veces has comido tu plato preferido notando todo su aroma y sabor de forma lenta y consciente? ¿Has probado a peinar a tus hijos o bañarles con total atención? Observa cómo la mente trata todo el tiempo de robarnos el control trayéndonos pensamientos de lo sucedido durante el día, días anteriores o incluso planificando días futuros en lugar de dejarnos estar presentes.
Esperemos que os sirvan éstas ideas, las pongáis en práctica y nos contéis vuestra experiencia como madres y padres conscientes :-)
Carolina Vázquez Morocho