Sábado, 27 de enero de 2018
Psica
- Vigo, (España)
Psicología Alimentación Técnicas Psicología Discapacidades Niños Fobias Trastornos Sexología Adolescentes Social Terapias Pareja Ansiedad Familia Depresión Adicciones
Cuando una persona tiene un estado de ánimo bajo (o cualquier otro tipo de problema psicológico), suele tratar de subsanarlo por su cuenta utilizando estrategias que no siempre dan resultado. Es entonces, cuando comienza a plantearse acudir a terapia psicológica, siendo frecuente que esa decisión vaya acompañada de sentimientos de: inutilidad o reducción de la valía personal, verbalizando que se siente “fracasado” por no haber podido solucionar sus problemas por sí mismo.
Uno de nuestros objetivos como psicólogos, es desmontar esa falsa creencia. Es el paciente el que, con nuestra guía, realizará el trabajo asignado dentro y fuera de sesión, por lo que su actitud frente a la problemática, determinará en gran medida el éxito terapéutico. Atendiendo a esta afirmación, acudir a terapia psicológica es otra vía para mejorar, que también dependerá del paciente, sólo que esta vez contará con los conocimientos científicos necesarios para que las estrategias sean más efectivas.
En este sentido, la autoestima del cliente no ha de verse dañada por la petición de ayuda, más bien al contrario: solicitar los servicios de un profesional para aumentar la calidad de vida, aun a sabiendas de que no es fácil (tendrá que profundizar en los problemas e invertir tiempo dentro y fuera de consulta), es un
signo de madurez y de responsabilidad con el bienestar personal.
Otros servicios de salud no son cuestionados en cuanto a su utilidad, ni generan emociones referidas a la “fortaleza” personal. Si uno/a tiene migrañas, no duda si debe acudir al neurólogo; entonces: ¿por qué no utilizar los servicios del profesional para mejorar el estado psicológico? En los últimos años, se ha producido un cambio (como ya sucede desde hace décadas en otros países), normalizándose la asistencia psicológica, desprendiéndose de los sentimientos de “vergüenza” y las conductas de “secretismo” asociadas a esta ciencia.
No es más fuerte el que permanece en una situación desagradable sin pedir ayuda, sino el que reconoce la necesidad de la misma, a pesar de que hubiera preferido resolverlo por su cuenta.
Los psicólogos sabemos cómo actuar, ¡y no sólo eso!, nuestra vocación es al mismo tiempo nuestro trabajo: ayudar a generar bienestar. Esto se traduce en que nos volcamos con cada casuística, aportando herramientas basadas en la evidencia (es decir, de probada eficacia).
¡Si necesitas ayuda, no conviertas el pedirla en otro problema contigo mismo! Nosotros te guiamos, y tú lo consigues.
“La psicoterapia es una confrontación con uno mismo, donde más que una lucha, ha de haber una reconciliación” (Viktor Frankl). http://psica.net/
Psicología Alimentación Técnicas Psicología Discapacidades Niños Fobias Trastornos Sexología Adolescentes Social Terapias Pareja Ansiedad Familia Depresión Adicciones
Algunas personas creen que su valía personal se resiente si piden ayuda a un profesional
Cuando una persona tiene un estado de ánimo bajo (o cualquier otro tipo de problema psicológico), suele tratar de subsanarlo por su cuenta utilizando estrategias que no siempre dan resultado. Es entonces, cuando comienza a plantearse acudir a terapia psicológica, siendo frecuente que esa decisión vaya acompañada de sentimientos de: inutilidad o reducción de la valía personal, verbalizando que se siente “fracasado” por no haber podido solucionar sus problemas por sí mismo.
Uno de nuestros objetivos como psicólogos, es desmontar esa falsa creencia. Es el paciente el que, con nuestra guía, realizará el trabajo asignado dentro y fuera de sesión, por lo que su actitud frente a la problemática, determinará en gran medida el éxito terapéutico. Atendiendo a esta afirmación, acudir a terapia psicológica es otra vía para mejorar, que también dependerá del paciente, sólo que esta vez contará con los conocimientos científicos necesarios para que las estrategias sean más efectivas.
En este sentido, la autoestima del cliente no ha de verse dañada por la petición de ayuda, más bien al contrario: solicitar los servicios de un profesional para aumentar la calidad de vida, aun a sabiendas de que no es fácil (tendrá que profundizar en los problemas e invertir tiempo dentro y fuera de consulta), es un
signo de madurez y de responsabilidad con el bienestar personal.
Otros servicios de salud no son cuestionados en cuanto a su utilidad, ni generan emociones referidas a la “fortaleza” personal. Si uno/a tiene migrañas, no duda si debe acudir al neurólogo; entonces: ¿por qué no utilizar los servicios del profesional para mejorar el estado psicológico? En los últimos años, se ha producido un cambio (como ya sucede desde hace décadas en otros países), normalizándose la asistencia psicológica, desprendiéndose de los sentimientos de “vergüenza” y las conductas de “secretismo” asociadas a esta ciencia.
No es más fuerte el que permanece en una situación desagradable sin pedir ayuda, sino el que reconoce la necesidad de la misma, a pesar de que hubiera preferido resolverlo por su cuenta.
Los psicólogos sabemos cómo actuar, ¡y no sólo eso!, nuestra vocación es al mismo tiempo nuestro trabajo: ayudar a generar bienestar. Esto se traduce en que nos volcamos con cada casuística, aportando herramientas basadas en la evidencia (es decir, de probada eficacia).
¡Si necesitas ayuda, no conviertas el pedirla en otro problema contigo mismo! Nosotros te guiamos, y tú lo consigues.
“La psicoterapia es una confrontación con uno mismo, donde más que una lucha, ha de haber una reconciliación” (Viktor Frankl). http://psica.net/