Viernes, 04 de julio de 2014
Psic. Verónica Martínez
- Hermosillo, (México)
Psicología
Psicología
En muchas ocasiones hablamos del agotamiento físico, que se da después de mucho esfuerzo, ya sea por trabajo u otra actividad, pero no siempre tomamos en cuenta el agotamiento que sea a nivel emocional.
Las emociones son reacciones a situaciones de nuestro ambiente. Son instintivas y se dan de manera inmediata. Sin embargo, lo que hacemos ante ellas determinan mucho nuestro estado de salud.
Por ejemplo, cuando una persona está constantemente en estrés, tiene problemas familiares que no se resuelven, experimenta tristeza, enojo o miedo. Esas emociones las experimenta con sentimientos de frustración, culpa, etc. Si esta situación se prolonga con el tiempo, se originan problemas más severos, como la depresión y la ansiedad. Físicamente, el cuerpo empieza a expresar las consecuencias de ese estado alterado: dolores de cabeza, mareos, problemas gastrointestinales, etc.
Por lo general este problema se manifiesta en un principio de forma “silenciosa”, es decir, la persona no se muestra depresiva o ansiosa repentinamente, sino que simplemente experimenta cambios en su rendimiento, en su percepción de la vida, etc.
Les comparto esto, porque en nuestra labor de mamás, trabajadoras, etc., es muy frecuente que se den estos problemas, y por lo general, no se atienden a tiempo. Aquí te presento entonces 3 formas de saber si tu situación es ya un agotamiento emocional que te puede llevar a un proceso depresivo:
1. La calidad del sueño va empeorando. Duermes cierta cantidad de horas pero te levantas como si hubieras hecho la maratón. O bien, tienes problemas para conciliar el sueño o te despiertas constantemente en la noche. Hay otras personas que dicen soñar cosas que les preocupan diariamente, con mucha frecuencia y se despiertan emocionalmente alteradas.
2. Alteraciones de la memoria. No es que estés haciéndote más vieja y olvidadiza. Es que tu mente está usando toda su concentración y energía en todas las preocupaciones, en mantenerte fuerte para arreglar X situación, pero obviamente, eso termina por alterar tu sistema nervioso, el cual controla no solo la memoria, sino otras habilidades necesarias en tu vida.
3. Estás más irritable que de costumbre. La depresión no solo es está triste o llorar sin consuelo. Hay formas muy sutiles y “disfrazadas” de enfermedad física o de estrés que esconden un proceso depresivo. Uno de ellos es el estar molesta sin saber exactamente por qué. Es todo y es nada. Si a esto le agregamos la falta de descanso, alteraciones hormonales, problemas personales, se traduce en andar como bomba de tiempo a punto de explotar.
Sin duda, hay muchas formas de detectar el agotamiento emocional, todas se traducen en una falta de control sobre la situación que vives y que te empieza a dar problemas en tu vida. Si estás enfrentando una situación como esta, te invito a que te atiendas, con un médico y después es apoyo emocional, y que trates dentro de todo, tomar tiempo para ti.
No es ser egoísta, es el empezar a ver por ti, por que antes de ser mamá, esposa, hija, empleada, etc., eres ser humano, y como tal, tienes necesidades de descanso, desahogo, comprensión y lo más importante: de darte el amor que te mereces. Estando bien tu, estarás bien para los demás.
PS. Verónica Martínez
Psicóloga clínica, especialista en depresión materna y problemas alimenticios.
Fundadora de Libre y Plena: honrando tu cuerpo desde adentro y de
Superando la depresión y la baja autoestima.
Www.psicologaveromartinez.com
Las emociones son reacciones a situaciones de nuestro ambiente. Son instintivas y se dan de manera inmediata. Sin embargo, lo que hacemos ante ellas determinan mucho nuestro estado de salud.
Por ejemplo, cuando una persona está constantemente en estrés, tiene problemas familiares que no se resuelven, experimenta tristeza, enojo o miedo. Esas emociones las experimenta con sentimientos de frustración, culpa, etc. Si esta situación se prolonga con el tiempo, se originan problemas más severos, como la depresión y la ansiedad. Físicamente, el cuerpo empieza a expresar las consecuencias de ese estado alterado: dolores de cabeza, mareos, problemas gastrointestinales, etc.
Por lo general este problema se manifiesta en un principio de forma “silenciosa”, es decir, la persona no se muestra depresiva o ansiosa repentinamente, sino que simplemente experimenta cambios en su rendimiento, en su percepción de la vida, etc.
Les comparto esto, porque en nuestra labor de mamás, trabajadoras, etc., es muy frecuente que se den estos problemas, y por lo general, no se atienden a tiempo. Aquí te presento entonces 3 formas de saber si tu situación es ya un agotamiento emocional que te puede llevar a un proceso depresivo:
1. La calidad del sueño va empeorando. Duermes cierta cantidad de horas pero te levantas como si hubieras hecho la maratón. O bien, tienes problemas para conciliar el sueño o te despiertas constantemente en la noche. Hay otras personas que dicen soñar cosas que les preocupan diariamente, con mucha frecuencia y se despiertan emocionalmente alteradas.
2. Alteraciones de la memoria. No es que estés haciéndote más vieja y olvidadiza. Es que tu mente está usando toda su concentración y energía en todas las preocupaciones, en mantenerte fuerte para arreglar X situación, pero obviamente, eso termina por alterar tu sistema nervioso, el cual controla no solo la memoria, sino otras habilidades necesarias en tu vida.
3. Estás más irritable que de costumbre. La depresión no solo es está triste o llorar sin consuelo. Hay formas muy sutiles y “disfrazadas” de enfermedad física o de estrés que esconden un proceso depresivo. Uno de ellos es el estar molesta sin saber exactamente por qué. Es todo y es nada. Si a esto le agregamos la falta de descanso, alteraciones hormonales, problemas personales, se traduce en andar como bomba de tiempo a punto de explotar.
Sin duda, hay muchas formas de detectar el agotamiento emocional, todas se traducen en una falta de control sobre la situación que vives y que te empieza a dar problemas en tu vida. Si estás enfrentando una situación como esta, te invito a que te atiendas, con un médico y después es apoyo emocional, y que trates dentro de todo, tomar tiempo para ti.
No es ser egoísta, es el empezar a ver por ti, por que antes de ser mamá, esposa, hija, empleada, etc., eres ser humano, y como tal, tienes necesidades de descanso, desahogo, comprensión y lo más importante: de darte el amor que te mereces. Estando bien tu, estarás bien para los demás.
PS. Verónica Martínez
Psicóloga clínica, especialista en depresión materna y problemas alimenticios.
Fundadora de Libre y Plena: honrando tu cuerpo desde adentro y de
Superando la depresión y la baja autoestima.
Www.psicologaveromartinez.com