Lunes, 22 de mayo de 2017
Consult Psicologia Clinica MDS
- Las Terrenas, Samaná, (República Dominicana)
Psicología Adolescentes
Psicología Adolescentes
En esta entrega realizaré un análisis sobre la controvertida serie de Netflix, desde mi perspectiva como Psicóloga Clínica, pero además, haciendo eco a la preocupación casi generalizada que tienen los padres, por la manera tan cruda, y si se quiere, hasta cierto punto morbosa, con la que se ha enfocado el suicidio entre los adolescentes.
Si bien es cierto, que tanto los profesionales de la salud mental, como los medios de comunicación, tenemos la responsabilidad de alertar a la población sobre los factores de riesgo del suicidio y su prevención, ya que es una realidad que no podemos negar, no es menos cierto, que, como opinan algunos expertos en la materia, se debe tener cuidado en cómo habrá de plantearse. No podemos abstraernos del hecho de que existe una población que puede ser vulnerable y que la manera tan cruda y tan gráfica en que se presenta el suicidio de esta joven en este film, podría influir negativamente en el ánimo de aquellos que creen que ya han agotado todas las vías para solucionar sus problemas y que por tanto, el único recurso que les queda es terminar con su vida.
En adición a lo anterior, Korin Miller, en una publicación reciente, en http://www.self.com/story/13-reasons-why-suicide-and-mental-health cita a varios expertos que opinan que 13 Reasons Why, ha violado las normas internacionales de manejo de la información relacionada con el suicidio, las cuales establecen, entre otros puntos, lo siguiente: No se debe sensacionalizar el suicidio ni hablar del contenido de la nota si se ha dejado una; no describir el método de suicidio utilizado; no glamorizarlo, y no especular por qué la persona pudo haberlo cometido. Además plantea que puede tener un efecto opuesto a la intención de hacer conciencia del suicidio para su prevención. El Dr, John Myer comenta a SELF, que desde su punto de vista “es una triste explotación a un problema devastador entre la juventud.”
Igualmente, Jaelea Skehan, del Hunter Institute of Mental Health (en www.t113.cl) hace referencia a seis razones para ella motivo de preocupación coincidiendo con K. Miller en cuanto al no cumplimiento de las recomendaciones internacionales sobre el “retrato ficticio de métodos de suicidio”, en vista de que la exposición al suicidio puede aumentar el riesgo de que personas vulnerables cometan el mismo hecho.
Otro aspecto que quisiera resaltar en torno al peligro potencial que puedo ver en esta serie, es que la protagonista, que no puede negarse, fue víctima de bullying, de violación y descrédito a su moral, así como su intento final de buscar ayuda, con la esperanza de conseguirla y de encontrar opciones que le dieran un motivo para seguir viviendo y que fracasa en esto último por la incapacidad del orientador de la escuela, debido a su falta de empatía y de no ofrecerle ayuda y alternativas que buscaran solución a sus problemas.
En este sentido, me gustaría también resaltar el mensaje que subyace en esta parte, donde a las personas con riesgo de suicidio, tanto adolescentes como a adultos les llega la idea de que tampoco vale la pena buscar ayuda profesional porque no la encontrarán, con lo cual se podría sembrar sentimientos de desesperanza o indefensión, donde ya no hay nada que se pueda hacer. Esto es particularmente un mensaje que estaría generalizando el desempeño profesional, subrayando una incapacidad que no es necesariamente la norma sino algunos casos aislados y por ende, crear este tipo de desconfianza deja un sentido de que verdaderamente los jóvenes no tienen a quién acudir cuando se ven así de perdidos.
A pesar de todo ello, cuando hace las grabaciones de las cintas, parecería como si intentara culpar totalmente a quienes ella considera responsables de la decisión final de acabar con su vida, lo que podría también crear un sentimiento de culpa tal, que promueva entre sus “verdugos” el pensamiento de suicidarse también para exculpar sus pecados y de hecho así sucedió en algunos casos. La decisión de quitarse la vida, siempre es y será responsabilidad de quien la lleva a cabo, no importa por lo que haya pasado. No fue un acto impulsivo, fue planificado de una forma muy fría.
Me pregunto sobre el impacto que tendrá esta serie, no sólo en la población juvenil, sino también en la adulta, porque me deja un sabor amargo el mensaje, nada sutil, de que ante problemas que no tienen solución, no queda otra alternativa que suicidarse. Temo además del efecto “dominó” que pueda tener ante una población vulnerable que, por un lado, podría darle miedo cortarse las venas, o utilizar cualquier otro método y por el otro demostrar que no esta tan difícil. Recordemos que las personas que tienen pensamientos suicidas, no temen morir, porque esto es para ellas más sencillo que resolver y afrontar el dolor que les aqueja.
¿Cuál es el enfoque que puedo considerar positivo en esta serie? En primer lugar la llamada de atención a los padres y maestros de los adolescentes, porque no puede darse por sentado que todo marcha bien. En adición a esto, la responsabilidad que tenemos como profesionales de la salud mental, en ser cuidadosos al momento de evaluar a una persona, joven o adulto, que nos diera algunas señales de que puede estar en riesgo de suicidio.
No debemos ser superficiales en este sentido y la exploración y seguimiento, así como gestionar apoyo familiar y social deben ser elementos claves al momento en que de alguna manera la vida de esa persona que ha venido a consulta es nuestra responsabilidad, y, por tanto, se tienen que tomar las medidas que sean necesarias para intentar salvar una vida.
Con relación al bullying y sus consecuencias les invito a leer un artículo que escribí hace un tiempo y que fuera publicado en esta misma página, en vista de que trata de sus consecuencias, entre ellas la más peligrosa, como el suicidio. En esa publicación, se plantean además propuestas que van dirigidas, no sólo a los padres de niños y adolescentes, sino también a las instituciones académicas para su prevención. http://www.psico.org/articulos/el-bullying-un-mal-silencioso-que-ocasiona-graves-danos-en-ninos-ninas-y-adolescentes/
Todo lo planteado anteriormente, nos conduce inevitablemente a cuestionar el material que a través de los medios de comunicación nos llega. Si la intención fue despertar el interés mundial, lo lograron. Apenas en la primera semana obtuvieron más de tres millones de Tweets, lo cual es un arma de doble filo, porque un material que cause más daño que bien, significa que ha podido llegar un mensaje, quizás bien intencionado en principio, a tal cantidad de personas que por otro lado, también podría provocar una escalada de suicidios sin precedente. Como hace referencia la propia serie, 13 Reasons Why sobre el “efecto mariposa” que al batir las alas, puede provocar un huracán tanto de carácter positivo como negativo, y en mi opinión es este último el que llama a preocupación. ¿Cuántas vidas cobrará esta serie?
Finalmente, creo que debería haber organismos que regulen esta clase de mensajes, antes de que sean masificados, porque atentan contra la salud pública y en ese sentido, me uno a la genuina preocupación de mis colegas en términos de la violación a las regulaciones sobre el manejo de la información que llega al público relacionada con el suicidio, sea real o ficticia y su posible daño colateral.
Maritza Díaz Savary, M.A.
Psicóloga Clínica
Tel. (809) 508-76732 y (829) 994-6119
Si bien es cierto, que tanto los profesionales de la salud mental, como los medios de comunicación, tenemos la responsabilidad de alertar a la población sobre los factores de riesgo del suicidio y su prevención, ya que es una realidad que no podemos negar, no es menos cierto, que, como opinan algunos expertos en la materia, se debe tener cuidado en cómo habrá de plantearse. No podemos abstraernos del hecho de que existe una población que puede ser vulnerable y que la manera tan cruda y tan gráfica en que se presenta el suicidio de esta joven en este film, podría influir negativamente en el ánimo de aquellos que creen que ya han agotado todas las vías para solucionar sus problemas y que por tanto, el único recurso que les queda es terminar con su vida.
En adición a lo anterior, Korin Miller, en una publicación reciente, en http://www.self.com/story/13-reasons-why-suicide-and-mental-health cita a varios expertos que opinan que 13 Reasons Why, ha violado las normas internacionales de manejo de la información relacionada con el suicidio, las cuales establecen, entre otros puntos, lo siguiente: No se debe sensacionalizar el suicidio ni hablar del contenido de la nota si se ha dejado una; no describir el método de suicidio utilizado; no glamorizarlo, y no especular por qué la persona pudo haberlo cometido. Además plantea que puede tener un efecto opuesto a la intención de hacer conciencia del suicidio para su prevención. El Dr, John Myer comenta a SELF, que desde su punto de vista “es una triste explotación a un problema devastador entre la juventud.”
Igualmente, Jaelea Skehan, del Hunter Institute of Mental Health (en www.t113.cl) hace referencia a seis razones para ella motivo de preocupación coincidiendo con K. Miller en cuanto al no cumplimiento de las recomendaciones internacionales sobre el “retrato ficticio de métodos de suicidio”, en vista de que la exposición al suicidio puede aumentar el riesgo de que personas vulnerables cometan el mismo hecho.
Otro aspecto que quisiera resaltar en torno al peligro potencial que puedo ver en esta serie, es que la protagonista, que no puede negarse, fue víctima de bullying, de violación y descrédito a su moral, así como su intento final de buscar ayuda, con la esperanza de conseguirla y de encontrar opciones que le dieran un motivo para seguir viviendo y que fracasa en esto último por la incapacidad del orientador de la escuela, debido a su falta de empatía y de no ofrecerle ayuda y alternativas que buscaran solución a sus problemas.
En este sentido, me gustaría también resaltar el mensaje que subyace en esta parte, donde a las personas con riesgo de suicidio, tanto adolescentes como a adultos les llega la idea de que tampoco vale la pena buscar ayuda profesional porque no la encontrarán, con lo cual se podría sembrar sentimientos de desesperanza o indefensión, donde ya no hay nada que se pueda hacer. Esto es particularmente un mensaje que estaría generalizando el desempeño profesional, subrayando una incapacidad que no es necesariamente la norma sino algunos casos aislados y por ende, crear este tipo de desconfianza deja un sentido de que verdaderamente los jóvenes no tienen a quién acudir cuando se ven así de perdidos.
A pesar de todo ello, cuando hace las grabaciones de las cintas, parecería como si intentara culpar totalmente a quienes ella considera responsables de la decisión final de acabar con su vida, lo que podría también crear un sentimiento de culpa tal, que promueva entre sus “verdugos” el pensamiento de suicidarse también para exculpar sus pecados y de hecho así sucedió en algunos casos. La decisión de quitarse la vida, siempre es y será responsabilidad de quien la lleva a cabo, no importa por lo que haya pasado. No fue un acto impulsivo, fue planificado de una forma muy fría.
Me pregunto sobre el impacto que tendrá esta serie, no sólo en la población juvenil, sino también en la adulta, porque me deja un sabor amargo el mensaje, nada sutil, de que ante problemas que no tienen solución, no queda otra alternativa que suicidarse. Temo además del efecto “dominó” que pueda tener ante una población vulnerable que, por un lado, podría darle miedo cortarse las venas, o utilizar cualquier otro método y por el otro demostrar que no esta tan difícil. Recordemos que las personas que tienen pensamientos suicidas, no temen morir, porque esto es para ellas más sencillo que resolver y afrontar el dolor que les aqueja.
¿Cuál es el enfoque que puedo considerar positivo en esta serie? En primer lugar la llamada de atención a los padres y maestros de los adolescentes, porque no puede darse por sentado que todo marcha bien. En adición a esto, la responsabilidad que tenemos como profesionales de la salud mental, en ser cuidadosos al momento de evaluar a una persona, joven o adulto, que nos diera algunas señales de que puede estar en riesgo de suicidio.
No debemos ser superficiales en este sentido y la exploración y seguimiento, así como gestionar apoyo familiar y social deben ser elementos claves al momento en que de alguna manera la vida de esa persona que ha venido a consulta es nuestra responsabilidad, y, por tanto, se tienen que tomar las medidas que sean necesarias para intentar salvar una vida.
Con relación al bullying y sus consecuencias les invito a leer un artículo que escribí hace un tiempo y que fuera publicado en esta misma página, en vista de que trata de sus consecuencias, entre ellas la más peligrosa, como el suicidio. En esa publicación, se plantean además propuestas que van dirigidas, no sólo a los padres de niños y adolescentes, sino también a las instituciones académicas para su prevención. http://www.psico.org/articulos/el-bullying-un-mal-silencioso-que-ocasiona-graves-danos-en-ninos-ninas-y-adolescentes/
Todo lo planteado anteriormente, nos conduce inevitablemente a cuestionar el material que a través de los medios de comunicación nos llega. Si la intención fue despertar el interés mundial, lo lograron. Apenas en la primera semana obtuvieron más de tres millones de Tweets, lo cual es un arma de doble filo, porque un material que cause más daño que bien, significa que ha podido llegar un mensaje, quizás bien intencionado en principio, a tal cantidad de personas que por otro lado, también podría provocar una escalada de suicidios sin precedente. Como hace referencia la propia serie, 13 Reasons Why sobre el “efecto mariposa” que al batir las alas, puede provocar un huracán tanto de carácter positivo como negativo, y en mi opinión es este último el que llama a preocupación. ¿Cuántas vidas cobrará esta serie?
Finalmente, creo que debería haber organismos que regulen esta clase de mensajes, antes de que sean masificados, porque atentan contra la salud pública y en ese sentido, me uno a la genuina preocupación de mis colegas en términos de la violación a las regulaciones sobre el manejo de la información que llega al público relacionada con el suicidio, sea real o ficticia y su posible daño colateral.
Maritza Díaz Savary, M.A.
Psicóloga Clínica
Tel. (809) 508-76732 y (829) 994-6119